El detalle que llamaba la atención de su nuevo vestido empolvado eran los detalles en la cintura que ceñían ligeramente su silueta, dos elementos decorados con botones dorados.

Los zapatos, en color nude ligeramente más oscuro que el vestido, hacían juego también con la correa de su reloj tipo pulsera.

Como joyas, la primera dama lució únicamente una pulsera con una perla incrustada y un anillo XL.

En su encuentro con Mary de Dinamarca de finales de junio, Brigitte prefirió alejarse de las tonalidades frías y lucir un tono más cálido, el rosa pastel.

No todos los vestidos rectos de Brigitte son idénticos. Muchos cuentan con detalles en los hombros o en el talle, como es el caso del que lució hace unos días en Brégançon.

El azul oscuro es uno de los colores preferidos de la primera dama francesa, razón por la que no faltó en su maleta cuando viajó a Japón el pasado junio.

Fue en la visita a Copenhague cuando Brigitte quiso lucir un color block en tonalidades luminosas, combinando el vestido blanco con zapatos champán.

A finales de agosto de 2017, Brigitte acudió a Luxemburgo con uno de sus vestidos estrella en color coral combinándolo con zapatos de tacón en beis, una mezcla distinta pero muy sofisticada.