El presidente de Estados Unidos y su esposa eligieron su residencia de Palm Beach, en Florida, para dar la bienvenida a 2020. Rodeados de muchos familiares y amigos, Donald Trump y Melania celebraron una gran fiesta de Fin de Año, una importante cita para la que la Primera Dama eligió uno de sus looks más especiales de los últimos meses y repitió el truco de estilo con el que acertó hace unos pocos días: optar por un total look negro con detalles brillantes y evitar así llevar joyas. Si para la cena de Nochebuena Melania se decantaba por un top con un falso collar incorporado y una falda asimétrica, para la última noche del año prefería un vestido largo con un degradado de lentejuelas.
La primera dama de Estados Unidos, manteniéndose fiel a la siempre acertada elección de un vestido negro, esta vez ha querido sorprender aportando a su estilismo un toque brillante gracias a las lentejuelas doradas, que van degradándose a lo largo de todo el vestido desde el cuello. Con este look elegante y sofisticado une dos de las tendencias más buscadas en la época de fiestas: las lentejuelas y los diseños negros.
El vestido pertenece a la firma Givenchy, una de las preferidas de royals como de Meghan Markle. Se trata de un diseño que está a la venta por 3.290 euros confeccionado en seda negro, con cuello cerrado, sin mangas y largo hasta el suelo que sienta muy bien a Melania Trump. Además, el degradado de las lentejuelas doradas sobre el pecho pone el foco en esa zona del cuerpo, estilizando todo el cuerpo, y aporta luz al rostro de la Primera Dama. Para completar el look, añadió unos stilettos negros de Manolo Blahnik y su peinado favorito, la melena suelta con ondas deshechas. Un estilismo que no requiere de más accesorios o detalles gracias al toque brillante del vestido.
