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Hace apenas unos minutos, los duques de Cambridge aterrizaban en la ciudad de Rawalpindi para comenzar su Viaje de Estado por Pakistán, una visita que pretende reforzar la relación entre el país asiático y Reino Unido que a día de hoy continúa guardando varios misterios por motivos de seguridad de la pareja y sus acompañantes. Antes de que Kate Middleton bajara del avión en el que han llegado, ya podíamos adivinar que la Duquesa iba a dejar grandes momentos de moda en esta gira, y este primer look lo deja claro. La mujer del príncipe Guillermo ha querido seguir los pasos de su suegra, Diana de Gales, y ha querido comenzar el tour rindiendo homenaje a la moda del país anfitrión.
Tal y como hiciera la inolvidable princesa, Kate se ha integrado totalmente con la estética pakistaní y ha optado por un traje tradicional, eso sí, manteniéndose fiel a su estilo minimalista y atemporal. De esta manera, ha lucido un Anarkali, es decir, un conjunto generalmente confeccionado en algodón compuesto por un vestido entallado de falda evasé bajo el que se llevan pantalones entallados para tapar los tobillos. Esta vestimenta, cuyo nombre significa mujer guapa y joven, tiene su origen en un personaje homónimo de leyenda, una mujer que protagoniza una de las historias de amor más populares del país, en torno a la que se han creado numerosas películas y series. La duquesa de Cambridge ha sabido adaptar esta vestimenta a su esencia, eligiendo una pieza con drapeados en el escote e hilera de botones forrados en las mangas confeccionada en un ligero tejido de efecto degradado en tonos turquesas.
Este dos piezas está firmado por Catherine Walker, una de las firmas preferidas tanto de la Duquesa como de la Princesa. Ha completado con unos sencillos salones nude y bolso de mano tipo caja con detalles metalizados. En cuanto a las joyas, ha optado por unos pendientes colgantes de diamante en talla lágrima y, como es habitual, ha lucido su anillo de compromiso, una joya rematada por un zafiro de 18 quilates rodeado de 14 diamantes que, precisamente, fue el regalo de pedida de Carlos de Inglaterra a Diana de Gales en 1981.
La madre de los príncipes Harry y Guillermo visitó Pakistán en varias ocasiones durante la década de los 90, la última apenas unos meses antes de su fallecimiento, en mayo de 1997. En todas ellas quiso rendir homenaje a la industria textil del país y apostó por este tipo de conjuntos, aunque en su caso menos entallados que los de Kate. Diana, que en cuestiones de moda era totalmente atrevida y no tenía miedo de innovar, optó por prendas de marcada estética asiática, con tops tipo túnica y pantalones anchos decorados con cenefas geométricas o motivos florales. En lugar de optar por un Anarkali, tal y como ha hecho Kate hoy, ella prefirió el Salwar Kameez en sus viajes a este tipo de países.
A pesar de que ambos trajes guardan muchas similitudes, el que llevaba siempre Diana es algo más tradicional, de corte más amplio y mostrando más el pantalón, mientras que el de la Duquesa es el preferido de las chicas jóvenes para las citas más especiales, puesto que permite potenciar más la figura. A modo de curiosidad, los tonos a medio camino entre los azules y los verdes, como el petróleo o el turquesa, eran también los preferidos de la Princesa para lucir estas prendas.
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