Cuando parecía que Ivanka Trump se desligaba del estilo de la primera dama de los Estados Unidos dándole un giro alternativo a los conjuntos que tan habituales resultan en el armario de Melania, vuelve a crear sinergias con el estilo de la primera dama. Y es que por mucho que su estilo tenga ciertas similitudes con royals como Máxima de Holanda y algunas supermodelos, las comparaciones con la esposa del Presidente resultan inevitables. La última prueba ha tenido lugar este domingo, día en el que la empresaria ha regresado a la rutina después del fin de semana que ha pasado junto a su marido y sus hijos en la residencia de Mar-a-Lago. Un descanso en el exclusivo club propiedad de Donald Trump en Florida, que utilizan como residencia vacacional y donde van a pasar diversos periodos del año como Acción de Gracias o las fiestas de Navidad, que se han tomado tras una semana de reuniones padre-hija ya que ambos acudieron al Workforce Policy Advisory Board.
El domingo, al bajar del avión, su combinación para viajar volvía a dejar en evidencia dos cosas. La primera que en la maleta de Ivanka solo tienen cabida las elecciones con estilo ya se trate de un viaje de trabajo o de una escapada de desconexión. Y la segunda, que ante la duda, apostar todo al negro es siempre un acierto seguro. Y es que la empresaria llegó a Washington con un abrigo negro de corte midi entallado que bien, bolso XL a tono y stilettos del mismo color para rematar su sofisticado conjunto. Una mezcla discreta y práctica para crear su look de aeropuerto uniendo básicos sin complicarse, su máxima cuando se trata de desplazarse.
Este conjunto que llevó la empresaria no es más que una de las habituales combinaciones que suele lucir Melania cuando tiene que trasladarse. El largo del chaquetón hace de la prenda de abrigo un elemento perfecto para combatir las condiciones meteorológicas del aeropuerto, mientras que los zapatos de tacón fino y punta afilada añaden el punto de feminidad y sofisticación. Unas gafas de sol oscuras y la melena suelta son los broches con los que la primera dama acompaña este tipo de estilismos, algo que también replicó la hija de su marido.
Aunque para estas ocasiones en las que el monocolor oscuro es el protagonista indiscutible del estilismo, Ivanka no suele perder la ocasión de añadir unos pendientes que llamen la atención para que no resulte demasiado sencillo. Su toque final fueron unos aros en color dorado, un accesorio que empezó triunfando en el street style pero que ha pasado a convertirse también en uno de los preferidos del joyero de las mujeres de la realeza y primeras damas.
