La fórmula de Victoria Beckham para reinventar el escote que más estiliza

La diseñadora ha encontrado en el cambio de peinado y las joyas una combinación perfecta para adaptar su vestido favorito

Por Paula Callejo

La evolución estilística de Victoria Beckham resulta quizás una de las más llamativas de las últimas décadas. La que fuera la Posh Spice transformó por completo su vestidor tras su etapa como cantante y se sumergió de lleno en una aventura empresarial que sorprendió positivamente en la industria de la moda al crear su firma homónima. Hoy, establecida como un referente de moda, Victoria ha asentado las bases de un nuevo estilo clásico, atemporal, elegante y muy femenino que sirve como inspiración para millones de personas. Si hace unas semanas nos mostraba una nueva manera de lucir la tendencia lencera y poco antes descubría la forma más estilosa de renunciar a los tacones, hoy nos da un sencillo truco para reinterpretar el que se ha convertido en su escote fetiche para las citas más especiales.

Anoche la diseñadora acompañó a su marido David Beckham a una gala organizada por la UEFA Champions League en Mónaco en la que se celebró el sorteo de la fase de grupos de la competición y se entregaron los galardones con los que el organismo premió a los personajes más destacados de la temporada. El exfutbolista inglés se hizo con uno de ellos, y su mujer lo presenció desde el patio de butacas a la vez que lo retransmitía vía Instagram, medio a través del cual también reveló unas horas antes el estilismo con el que iba a acudir al evento.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Victoria volvió a recurrir a su tonalidad favorita mediante un diseño negro de silueta tubo midi sin mangas con un ligero vuelo en el bajo de la falda de su marca, que destacaba por su pronunciado escote en 'V', el más recomendado para chicas bajitas porque estiliza el cuerpo. Este tipo de aberturas frontales se han convertido últimamente en las favoritas de la diseñadora para darle un toque diferente a sus looks para las citas especiales, y ha encontrado en los colgantes-joya su aliado perfecto para conseguir aportarles una apariencia distinta dependiendo de la ocasión. Ayer, Victoria prefirió conseguir una estética más desenfadada y optó por un collar con una pequeña piedra verde en forma de lágrima que llevó a la altura de la clavícula. El cabello suelto y ondulado, un peinado poco habitual en ella, fue el detalle que terminó por lograr el estilo relajado.

Sin embargo, este mismo verano, concretamente a finales de junio, asistió a una fiesta organizada por la firma de joyería Bvlgari en Windsor (Inglaterra) luciendo un conjunto a priori muy similar pero con una estética totalmente diferente. En esa ocasión, Victoria escogió un vestido con muchas características en común con el que posó en Mónaco -compartían color, ausencia de mangas y escote- pero consiguió otorgarle un aire más sofisticado gracias a la joya que le agregó. Se trataba de una pieza del sello italiano también con una piedra verde, pero de forma cuadrada y más grande que la citada anteriormente. Prefirió sumarle una cadena larga que llegaba prácticamente hasta el final de la apertura, lo que, sumado al recogido bajo, conseguía un efecto más formal y elegante.