Máxima de Holanda se ha desplazado hoy hasta Utrecht para visitar el Centro de Recuperación Enik, una clínica especializada en salud mental que reafirma el compromiso de la Reina con esta causa, ya que no es la primera vez que acude. Al ser una cita de mañana y relacionada con el ámbito sanitario, ha querido apostar por un conjunto tan sencillo y discreto como acertado, sin dejar de lado su característica elegancia y conectando, de nuevo, con Diana de Gales.
Aunque Máxima es, sin duda, la royal más arriesgada a la hora de vestir y adora innovar mediante diseños de tonalidades, texturas y siluetas llamativas, así como con accesorios rompedores, en esta ocasión ha preferido decantarse por la sobriedad. Como prenda protagonista, una estilosa blusa de gasa azul celeste con cuello a la caja fruncido y manga abullonada con caída.
La ha combinado con un pantalón gris, un diseño de tiro alto y bajo acampanado que alarga visualmente la figura, así como una blazer a juego, la cual ha llevado en la mano a su llegada al centro. Como complementos, unos salones clásicos de puntera afilada en ante gris y un bolso a juego, diseño clásico de Chanel con diseño acolchado y cadena de eslabones metalizados.
Fiel a su estilo, ha querido completar con unos maxipendientes brillantes, un par de estilo floral que ilumina el rostro. Además, ha llevado uno de sus accesorios más repetidos últimamente, un exclusivo reloj de Cartier que ha conquistado a otras royals, entre ellas, su hija mayor, la princesa Amalia. Bautizado como Tank, es un símbolo de elegancia y diseño eterno. Fue creado en 1917 por Louis Cartier e inspirado en la geometría de los tanques Renault de la Primera Guerra Mundial, de ahí su nombre.
Su reloj preferido
Su silueta rectangular, las líneas puras y los brancards paralelos se convirtieron en sus señas de identidad, así como la esfera de números romanos, las manecillas azuladas y la corona rematada por un cabujón de zafiro. Este estilo moderno y, a la vez, atemporal, ha trascendido modas y generaciones, acompañando a iconos como Jackie Kennedy o Andy Warhol, así como a la princesa Diana de Gales.
La versión que no se quita Máxima en sus últimos eventos es la misma que la de Diana, con correa negra de efecto cocodrilo. Sin embargo, Amalia de Holanda tiene otra con correa metalizada, que, curiosamente, también atesoran Meghan Markle y Mary de Dinamarca.










