Mary de Dinamarca, en su comentada vuelta a la rutina, ha asistido al 25º aniversario del Centro Nacional del Duelo en Copenhague. La reina, que está acudiendo a muchos actos en solitario, ha mostrado su implicación con Børn, Unge & Sorg, rama del centro que ofrece apoyo psicológico a menores y adolescentes que han perdido a un ser querido. Más allá de la solemnidad del acto, Mary ha destacado por un look sobrio elevado por un detalle inesperado: un broche rojo en forma de flor que ha transformado su traje por completo.
El look de la reina: un toque original
Mary ha apostado por un traje sastre azul marino de Max Mara, formado por blazer de doble abotonadura y pantalón ancho de lana, un conjunto elegante y atemporal. Lo ha completado con zapatos de tacón de ante azul de Jimmy Choo, bolso de piel de cocodrilo de Carlend Copenhagen, pendientes de Sophie Bille Brahe y collar de Louise Grønlykke. Y, si bien hasta aquí todo es sobrio y minimalista, el broche rojo con forma de flor rompe con esa estética. Es un truco perfecto para elevar un look de este tipo, un accesorio puede cambiarlo todo.
La tradición de la realeza con el traje
El traje femenino en la realeza no siempre fue habitual. Durante siglos, las princesas y reinas europeas vestían con vestidos y faldas, símbolos de estatus y feminidad. La incorporación del pantalón y del blazer fue un proceso lento, asociado a cambios sociales y culturales: en las décadas de 1960 y 1970, figuras como la princesa Soraya de Irán o la reina Sofía de España comenzaron a introducir versiones más modernas del sastre, primero con blazer y falda. Hoy, un traje de dos piezas es el uniforme que más vemos en actos oficiales.
La evolución del traje en la moda
El traje, originalmente masculino, pasó por un proceso similar en la moda. Hasta mediados del siglo XX, pantalones y blazers eran prácticamente exclusivos de los hombres. Con el Le Smoking de Yves Saint Laurent en 1966, la sastrería masculina se adaptó al cuerpo femenino y se convirtió en un símbolo de empoderamiento. Desde entonces, el traje ha sido reinterpretado por diseñadores, ejecutivas y royals, incorporando colores, cortes, tejidos muy diferentes.
El broche rojo: un accesorio que lo cambia todo
En este evento, el broche rojo con forma de flor ha sido el protagonista. Como ya hemos mencionado, este tipo de accesorios elevan un look de forma inmediata. Un traje sobrio y atemporal puede convertirse en un estilismo llamativo y tendencia.
Además, Mary nos tiene acostumbrados a guiños divertidos: hace unos días sorprendió tomando prestada del armario de su hija Josephine una blusa de Zimmermann. La reina de Dinamarca, lejos de ser una monarca seria e inflexible, se permite jugar con la moda y nos da looks interesantes con toques de tendencia.