Ya instalada completamente en la rutina posvacacional, Máxima de Holanda continúa su apretada agenda a solo unos días de que tenga lugar una de las fiestas más destacadas de su calendario institucional, el Día del Príncipe. Hoy se ha desplazado hasta la ciudad neerlandesa de Genemuiden para visitar el Museo de Alfombras tras su restauración, una cita en la que ha vuelto a demostrar que, para ella, cualquier ocasión es buena para sacar del armario su pamela preferida.
Recordemos que, hace unos años, Máxima se hizo viral al acudir a un centro escolar con este mismo accesorio, ya que las imágenes de la Reina con su sombrero sentada en una de las aulas eran de lo más curiosas. Lejos de renunciar a su adorado tocado, desde entonces ha vuelto a lucirlo varias veces, la más reciente esta mañana. Aunque las royals de otros países, como Kate Middleton o la reina Letizia, reservan este tipo de complementos para eventos muy determinados y especiales, la reina de los Países Bajos adora llevarlo también en actos del día a día.
Aunque sabemos que Máxima no tiene miedo a mezclar colores y que adora los diseños llamativos, también defiende con maestría los tonos neutros, prueba de ello es este conjunto en tono rosa empolvado que le hemos visto en varias ocasiones. Está compuesto por una blusa de acabado satinado y falda midi evasé decorada con pequeños cristales brillantes, detalle que aporta ese toque diferencial que tanto le gusta a la reina.
Para acompañarlo, ha optado por unos salones a tono en combinación de texturas, bolsito de mano a juego y, por supuesto, la protagonista del look: su pamela de rafia de Fabienne Delvigne, un modelo ladeado y decorado con un lazo posterior. Aunque otras veces la ha llevado con el pelo suelto, hoy ha preferido seguir el protocolo tradicional y ha recogido su melena rubia en un moño bajo, cediendo protagonismo a los pendientes de diamantes estilo chatón.