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'POWER DRESSING'

El poder del traje: nuestra experta nos explica por qué son el uniforme preferido de royals y políticas


Hablamos con una estilista sobre el significado de que la sastrería es protagonista en el armario de las mujeres más influyentes


Image© GTRES
Paula MartínsColaborada de Moda y Estar Bien
9 de septiembre de 2025 - 6:00 CEST

El traje, una prenda que alguna vez fue exclusiva del vestuario masculino, ha evolucionado de manera significativa para convertirse en un símbolo de empoderamiento, independencia y sofisticación en el armario femenino. Esta transformación no solo refleja cambios en la moda, sino también la evolución del papel de la mujer en la sociedad, especialmente en los ámbitos de la política y la realeza. Ahora que volvemos al trabajo, nada como recordar y analizar la historia del power dressing y todo lo que un buen traje de chaqueta y pantalón puede hacer por nuestra imagen y nuestra autoestima.

katemiddleton4© Getty Images
Kate Middleton con un traje morado (noviembre de 2023)

La moda femenina a principios del siglo XX se caracterizaba por prendas restrictivas. Sin embargo, el ascenso de figuras visionarias cambió este panorama. "Hasta la llegada de Gabrielle Chanel en 1913, las mujeres estuvieron oprimidas a través de corsés y vestidos recargados que limitaban su libertad de movimiento. Coco Chanel redefinió lo que era una mujer elegante, sin necesidad de usar prendas incómodas y transformó radicalmente el armario femenino", explica la diseñadora y estilista Paula Faced (@paulafaced). Chanel popularizó el uso de pantalones y el icónico traje de chaqueta y falda de tweed, que brindaba una libertad de movimiento sin precedentes. Este cambio fue revolucionario, ya que adaptó prendas tradicionalmente masculinas para el confort y la elegancia de la mujer.

Décadas más tarde, otro hito marcó un punto de inflexión. "En 1966 la sociedad vivió una revolución con el icónico esmoquin femenino de Yves Saint Laurent. Este diseño de Alta Costura presentó a una mujer elegante vestida con un traje hasta entonces exclusivo para hombres, marcando un antes y un después en la moda y en la emancipación femenina", añade la experta. Este atuendo no solo fue una declaración de estilo, sino también un poderoso símbolo de la mujer que reclamaba su lugar en el mundo, ganando popularidad como un referente de poder y sofisticación.

La reina Letizia y la princesa Leonor en los Premios Princesa de Girona (julio 2025) con traje© GTRES
La reina Letizia y la princesa Leonor en los Premios Princesa de Girona (julio 2025) vestidas de esmoquin

Un símbolo de poder y autonomía

La década de los 80 fue testigo de la consolidación del traje como una herramienta de poder. "Durante los años 80, el power suit, con hombreras muy marcadas, se consolidó como referente de las mujeres ejecutivas que reclamaban espacio en un mundo corporativo dominado por hombres. Era símbolo de seguridad y ambición", afirma Paula Faced aclarando la idea de que no era solo un look estético y funcional, sino que era una armadura de confianza que ayudaba a las mujeres a navegar y destacar en un entorno profesional mayoritariamente masculino.

Este simbolismo de independencia se extendió más allá del mundo corporativo, llegando a la cultura popular. "Un claro ejemplo de estos valores quedó grabado con el traje de bermudas que lució Julia Roberts al final de la película Pretty Woman (1990), subrayando la idea de independencia femenina, donde su personaje destaca el control sobre su propio destino", señala la experta. Este atuendo en particular, en una escena crucial, comunicaba visualmente que la protagonista, en control de su vida, ya no necesitaba a nadie.

Por qué las 'royals' y políticas ya visten trajes© WireImage

El traje en la realeza y la política: un mensaje de modernidad

La adopción del traje en la realeza fue otro de los pasos que rompió con las tradiciones. "En su mundo, una de las pioneras en adoptar el traje fue la princesa Diana de Gales. Lady Di impuso un estilo inigualable que combinaba empoderamiento y elegancia, estableciendo nuevos estándares para el vestuario femenino en la realeza", comenta la experta. Con cada traje, la princesa Diana enviaba un poderoso mensaje de modernidad, mostrando a la mujer del siglo XX como alguien capaz de equilibrar la tradición con el cambio.

En el ámbito político, el vestuario también se ha convertido en una herramienta de comunicación. El código de vestimenta tiene un claro propósito comunicativo; la moda lo sabe y lo ha explotado a lo largo de la historia para abordar temas sociales, culturales y filosóficos. Este poder de la ropa se utiliza para expresar liderazgo y autoridad, especialmente en el mundo político. La moda de las políticas ha evolucionado desde el atuendo de las sufragistas hasta el de líderes y mujeres de políticos contemporáneos como Giorgia Meloni, Hillary Clinton, Kamala Harris y Michelle Obama, e incluso Melania Trump. La forma en que una política se presenta puede transmitir un mensaje de confianza, liderazgo e identidad.

Por qué las 'royals' y políticas ya visten trajes

Decir que las mujeres en la política a menudo se enfrentan a expectativas de género, incluyendo aquellas relacionadas con su apariencia, no es algo nuevo. Y, este es uno de los motivos por los que muchas han continuado la tradición de vestir de blanco para honrar a las mujeres que lucharon por el derecho al voto. "Así, poco a poco el armario femenino ha ido incorporando prendas que antes eran exclusivas del vestuario masculino, adaptándolas como símbolos de fortaleza y libertad", explica la experta. 

Trajes blancos y morados, dos looks con significado

Más allá del diseño, el color de estas prendas también juega un papel crucial en la percepción pública. "La fuerza del traje femenino va más allá del propio diseño, la psicología del color también juega un papel crucial. Por ejemplo, el blanco, que transmite equilibrio, armonía, tranquilidad y limpieza, genera sensaciones positivas en el subconsciente", agrega la diseñadora. El blanco sufragista se ha usado en celebraciones y momentos de solidaridad, como cuando en 2019 mujeres demócratas y republicanas se vistieron de blanco en el Discurso sobre el Estado de la Unión de Donald Trump para enviar un mensaje de unidad. 

Por qué las 'royals' y políticas ya visten trajes© Getty Images

Otro ejemplo notable es el traje blanco que usó la princesa Leonor durante el juramento de la Constitución, una elección estratégica por su simbolismo de pureza y un nuevo comienzo. Pero lo cierto es que, aunque esta ocasión ha sido una de las más recientes, la realeza ya había hecho su alegato a favor de este color rompiendo con la tradición: en 1938, la reina Isabel, afligida por un luto, sorprendió al mundo al lucir un icónico "Armario Blanco" en su visita a París, demostrando que el color podía ser una poderosa herramienta diplomática. Otros ejemplos incluyen a la princesa Diana con su famoso "Vestido Elvis" o, más recientemente, a figuras como Meghan Markle, Kate Middleton o la reina Letizia que han lucido este color fuera de su contexto nupcial.

Además, el morado, también ha estado asociado históricamente al movimiento sufragista y a la lucha feminista, y es otro de los tonos que ha ganado protagonismo en los armarios políticos como un símbolo de empoderamiento y reivindicación. Representa la lealtad y la sabiduría, y es un color que a menudo se elige para transmitir un mensaje de independencia y visión de futuro.

Por qué las 'royals' y políticas ya visten trajes© Getty Images

"Analizando los colores preferidos por políticas y royals, destacan el gris, negro y azul marino, tonos que comunican elegancia, autoridad, sofisticación y seriedad", afirma la experta. "También el rojo, símbolo de pasión y energía, se emplea con frecuencia para reforzar la presencia y proyectar poder, como bien ejemplifica la reina Letizia, que logra hacerlo sin renunciar a la elegancia". Estos colores son elegidos cuidadosamente para proyectar una imagen de liderazgo y confianza.

Finalmente, la experta destaca el color rosa, que "evoca cercanía y sensibilidad". En su opinión, "un traje rosa constituye una interesante paradoja, porque combina la estructura y autoridad que transmite esta prenda, con la feminidad y delicadeza asociada al color". Este color, a menudo visto como suave, en un traje se convierte en una declaración que fusiona fuerza y accesibilidad.

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En resumen, el traje ha recorrido un largo camino, pasando de ser una prenda prohibida a un pilar del armario femenino que refleja los avances de las mujeres en el mundo. Desde Coco Chanel hasta la realeza y la política modernas, el traje ha sido un vehículo para la expresión de la libertad, la independencia y la autoridad.

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