La realeza neerlandesa ha cambiado los salones de gala por el rugir de los motores. Este domingo, el rey Guillermo, la reina Máxima y sus tres hijas —las princesas Amalia, Alexia y Ariane— han acudido al Gran Premio de Fórmula 1 de los Países Bajos en Zandvoort. La familia ha disfrutado de la jornada desde la parrilla de salida, donde han saludado a pilotos y miembros de los equipos, y han protagonizado uno de los momentos más comentados y divertidos cuando Máxima, en una entrevista con DAZN España, ha confesado que animaba a Max Verstappen, aunque sin olvidarse del piloto argentino (y su compatriota) Franco Colapinto, al que también ha deseado suerte. Una aparición pública que ha dejado, además de anécdotas, un despliegue de estilo muy comentado.
Más allá de la emoción en el circuito, la familia real holandesa ha vuelto a demostrar su maestría a la hora de combinar moda de lujo con piezas de firmas más asequibles —incluyendo marcas españolas muy reconocibles y hasta guiños al fast fashion—. Una mezcla inteligente que refleja cómo la realeza europea interpreta la moda actual: cercana, versátil y siempre con un toque aspiracional.
Máxima de Holanda
Fiel a su estilo ecléctico, Máxima ha apostado por un look fresco y veraniego en clave sofisticada. La reina ha combinado un top y una chaqueta fina de punto de color blanco con una falda de la firma griega Zeus & Dione, aportando ese punto de artesanía mediterránea que tanto le gusta. Ha completado el conjunto con sandalias de tacón en color nude de Gianvito Rossi y un bolso de ante en color terracota de Marina Raphael, dos de sus firmas fetiche, además de sus inseparables gafas Ray-Ban y joyas cuidadosamente seleccionadas: reloj Tank de Cartier, pendientes de JAR y pulseras de Dinh Van y Marianna Goulandris. Un estilismo que refleja su capacidad para moverse con naturalidad entre la alta costura y la moda más contemporánea.
Princesa Amalia
La heredera al trono, que ha pasado sus vacaciones de verano en Grecia con amigas, ha mostrado una vez más su gusto por las marcas accesibles y juveniles. Amalia ha elegido un abrigo fino de Mango sobre un conjunto negro de dos piezas de Reformation, al que ha sumado unas zapatillas Adidas en color verde y un bolso de piel de Massimo Dutti. Sus gafas de sol de Céline y su reloj de Cartier añaden un toque de lujo discreto al estilismo, equilibrando perfectamente la frescura de su look con detalles clásicos y elegantes.
Princesa Alexia
Alexia, que ha empezado una nueva vida en Londres, es considerada la más atrevida en términos de moda dentro de la familia. En esta ocasión se ha decantado por un conjunto muy otoñal de Sandro: blazer, top y shorts de la firma francesa. Añade un aire juvenil pero sofisticado con unas botas altas de Gianvito Rossi y un bolso de Demellier London, rematando el look con gafas de sol de Akila y un collar de Rosa de la Cruz. Una apuesta que confirma su estilo moderno, cosmopolita y con guiños al street style.
Princesa Ariane
La benjamina del clan, Ariane, que se ha graduado este año, ha optado por un estilismo sencillo y cómodo, perfecto para una jornada en el circuito. Ha elegido una camisa a rayas de color azul de Max Mara combinada con vaqueros, cinturón de Pull&Bear y zapatillas Adidas en color burdeos, un look desenfadado que completa con gafas de sol de Céline. Su elección refleja la naturalidad de sus 17 años, con un estilo juvenil y sin artificios.
La jornada en Zandvoort no solo ha dejado emoción en la pista, con Piastri en el podio, sino también una imagen muy cercana y estilosa de la familia real neerlandesa, alejándose de la polémica de este verano. Con looks que combinaban lujo, artesanía y moda asequible, Máxima y sus hijas demostraron que la elegancia puede adaptarse a cualquier escenario, incluso al de la Fórmula 1. Una aparición que refuerza el magnetismo de la reina y la creciente influencia de las princesas en el panorama de la moda europea.