Está de celebración. Y es que este 15 de agosto de 2025, Ana de Inglaterra, única hija de la reina Isabel II y el príncipe Felipe, cumple 75 años. La Princesa Real, muy admirada en el Reino Unido y profundamente entregada a causas ecuestres y humanitarias, es una mujer de fuerte carácter, sentido del deber y gran discreción. Este afán por no destacar más que lo justo y necesario ha llevado a la hermana del rey Carlos III a tener un estilo muy personal y definitorio, en el que no encontramos ostentosas joyas, donde no tiene miedo a reciclar, incluso piezas de décadas pasadas, y que conecta con otras royals británicas, como Kate Middleton.
El estilo más personal de la princesa Ana
Sobrio y clásico. Así se podría definir el estilo de la princesa Ana, quien, tras la coronación de Carlos III, fue nombrada Gold-Stick-in-Waiting, es decir, la persona a la que se le confía la seguridad personal del soberano.
También se podría decir que es atemporal y que poco ha cambiado a lo largo del tiempo. Si analizamos las piezas que en su armario guarda, podemos evidenciar que Ana de Inglaterra busca la elegancia son sello británico en sus trajes de falda o pantalón y sus largos abrigos, prenda esta última que conecta con el estilo más definitorio de Kate Middleton. No tiene miedo a los estampados, pero prefiere los acabados lisos y las tonalidades sosegadas y oscuras. Tampoco se resiste a llevar tocados, accesorio muy representativo de la Casa Real británica. Le gustan con tul, con ala media y en línea retro, así como los gorros de piel, para los meses más fríos.
En cuanto a las joyas, la discreción también es su mayor virtud. Eso sí, tiene especial pasión por las perlas, que vemos en collares, gargantillas, broches y pendientes.
No tiene miedo a reciclar
Algo que llama especialmente la atención en Ana es su capacidad para reinterpretar su armario, rescatando piezas incluso varias décadas después. Por ejemplo, y además de las 2 ocasiones que recoge el vídeo sobre estas líneas, la hermana del rey Carlos III acaparó numerosos titulares por el vestido que llevó a un banquete ofrecido en Buckingham al Emir de Catar, Tamim Bin Hamad Al Thani, y su mujer, la jequesa Jawaher Bint Hamad Al Thani, a principios de diciembre de 2024. Este diseño de gala en seda jacquard color crema no era nuevo, sino que lo llevó por primera vez en 1987, curiosamente, en otro banquete, este organizado por el rey Fahd de Arabia Saudí en el Hotel Claridges de Londres con motivo de su visita de Estado a Reino Unido.
En este claro compromiso con la sostenibilidad, podemos encontrar otros ejemplos de reciclaje. De este modo, recordamos el vestido azul que llevó a las carreras de Ascot en 2023, el cual había llevado en un compromiso en el Palacio de Buckingham en 1978, es decir, 45 años antes. Y en pro de la moda vintage, también hemos podido verla con ropa de su difunta madre, como la chaqueta de cuadros que llevó para visitar la fábrica textil G. H. Hurt & Son de Nottingham (Inglaterra).
2 vestidos de novia muy diferentes
En su armario encontramos looks memorables e históricos, como sus vestidos de novia. 2 creaciones exclusivas que llevó en sus 2 bodas, distanciadas en el tiempo por 19 años.
El 14 de noviembre de 1973, Ana de Inglaterra contraía matrimonio con Mark Phillips en la Abadía de Westminster de Londres, una boda histórica que fue retransmitida por la BBC. Aquel día, la hija de la reina Isabel II lució un vestido diseñado por Maureen Baker, jefa de diseño de la firma Susan Small. De corte Tudor y aire medieval, estaba confeccionado en seda blanca, decorado con bordados en hilo de perla y presentaba cuello alto de estilo victoriano, mangas largas con corte murciélago y una cola de más de dos metros. Culminó su imagen con un velo de tul que sujetó con la tiara de la reina María, una joya histórica que pertenecía a su abuela.
Tras obtener el divorcio de Mark Phillips, la princesa Ana celebró su boda con el comandante Timothy Laurence el 12 de diciembre de 1992. Fue una ceremonia privada en Escocia, en la iglesia de Crathie Kirk, cerca del castillo de Balmoral. Allí, apostó por llevar un conjunto de vestido midi con bordados y chaqueta de mangas abullonadas, de Jacques Reiss. Y no quiso llevar tiara ni velo, sino que adornó su cabello con un tocado de flores blancas.
Sus looks militares en ocasiones ceremoniales
En numerosas ocasiones, hemos podido ver a la princesa Ana vestir uniforme militar. Aunque no ha servido activamente en el ejército, la razón es porque ostenta varios títulos honoríficos y rangos militares dentro de las Fuerzas Armadas británicas. Es por ello que se decantó por esta estética marcial para la coronación de Carlos III. En concreto, la hija de la reina Isabel II lució una capa verde con capucha azul de la Orden de la Jarretera, que representaba la Orden del Cardo. Bajo ella, portaba el uniforme militar completo de los Blues and Royals, decorado con medallas, bandas y estrellas. Lo acompañó de un gran sombrero con pluma roja.
Pasión por las competiciones ecuestres
Más allá de sus looks como amazona o con uniforme militar sobre un caballo, Ana de Inglaterra, gran aficionada de la equitación, ha hecho de las competiciones ecuestres uno de los escaparates en los que ver su evolución de estilo, y en las que se permite arriesgar. Una de estas citas tan significativas es las carreras de Royal Ascot. En ellas, de sus icónicos abrigos ha pasado a mostrar su lado más transgresor con vibrantes estampados.