Tras unas polémicas vacaciones privadas que han generado críticas en Dinamarca, Mary de Dinamarca ha reaparecido junto al rey Federico y dos de sus hijos en Gråsten, residencia veraniega tradicional de la familia real danesa, marcando el inicio de sus vacaciones oficiales. Su llegada ha acaparado todas las miradas por el impecable look escogido. La Reina ha vuelto a llamar la atención por su elegancia y su estilo natural en un ambiente distendido y familiar.
El look 'arena' y floral de Mary de Dinamarca
Para esta reunión familiar, Mary de Dinamarca ha vuelto a aplicar una de sus técnicas de estilo favoritas cuando se trata de enfrentarse al entretiempo: combinar vestido fresco con blazer ajustada. Porque, aunque nos encontremos en pleno mes de julio, en la localidad situada al sur de la península de Jutlandia donde se encuentra su residencia vacacional, el termómetro no supera estos días los 20 grados. La familia ya pasó en este lugar sus vacaciones el año pasado y sabe a lo que se enfrenta.
Ha escogido un vestido de tirantes confeccionado en tejido fresco de popelín de algodón, un diseño abotonado con cinturón de lazada y largo midi, de falda tableada. Se trata de una creación de ME+EM, firma británica creada por Clare Hornby en 2009 y especializada en prendas prácticas y elegantes para el día a día. Zara Tindall y la Princesa de Gales también recurren muchas veces a los diseños de Hornby.
No es la primera vez que la royal apuesta por esta pieza. También formó parte de los looks que incluyó en su maleta de viaje a Nigeria, el pasado mes de junio. Allí fue, precisamente, donde estrenó este diseño con estampado de paisley.
Esta vez, igual que entonces, lo ha combinado con su blazer beige de Ralph Lauren. Además, la ha lucido de nuevo ajustada con el cinturón Frais de Max Mara, que guarda en su armario desde 2020.
Diferentes, eso sí, han sido sus zapatos. Esta vez ha preferido reducir la altura del tacón, decantándose por un modelo destalonado con un cómodo tacón bajo estilo kitten heel.
La princesa Isabella sigue los pasos de su madre
Inspirándose tal vez en su madre, la princesa Isabella, que en abril cumplió los 18 años, ha escogido también un vestido estampado. En su caso es un modelo de la firma de origen belga, Diane von Furstenberg. Un vestido de seda en color negro con pequeñas flores rojas, con silueta cruzada estilo kimono y escote en pico.
De nuevo el calzado cómodo primaba entre las mujeres de la familia real danesa, pues la joven ha escogido unas bailarinas planas bicolor para completar su look, una creación atemporal de Chanel en beige con puntera negra.
Este reencuentro veraniego en Gråsten ha servido para reafirmar el impecable estilo de Mary de Dinamarca, que logra conjugar funcionalidad y elegancia en cada aparición. Con looks cuidadosamente pensados y un guiño constante a la moda consciente, tanto ella como su hija Isabella demuestran que el estilo real puede ser atemporal, moderno y accesible a la vez.