Ana Boyer y Fernando Verdasco han bautizado a Martín, su tercer hijo, un par de meses después de su primer cumpleaños. Al igual que ocurrió con los de Miguel y Mateo, el bautismo del benjamín de la familia tuvo lugar en la capilla de los Misioneros de la Sagrada Familia y, posteriormente, se desplazaron hasta la casa familiar de Isabel Preysler. Otro punto en común de los tres eventos es que Tamara Falcó ha sido madrina en todos ellos, un rol que ella, como fiel devota de la fe católica, seguro lleva con orgullo. Para un día tan especial, la Marquesa eligió un impecable look que demuestra que es una de las mujeres más elegantes de nuestro país y que nos inspira de cara a nuestros futuros eventos.
No hay duda de que el rojo es el color de Tamara. Apostó por él en la boda de Isabelle Junot y Álvaro Falcó, el bautizo de Nicolás, -hijo de su primo Álvaro Castillejo-, las imágenes promocionales de su documental para Netflix, su debut en el Festival de San Sebastián y otras tantas ocasiones especiales. Como buena experta en moda, la hija de Isabel Preysler sabe lo que le favorece y no duda en repetir estrategia. Además del color, el vestido que llevó en esta celebración repite también otra serie de patrones que nunca fallan: el escote en 'V', la manga corta abullonada y el corte a la cintura, todo ello detalles que estilizan la figura y resultan totalmente favorecedores.
Concretamente, Tamara optó para su look de madrina un vestido firmado por La Double J, casa italiana fundada por la diseñadora y editora de moda J.J. Martin conocida por su estilo colorido, ecléctico y retro. Tal y como explican desde la firma, está confeccionado con crepé de China con un estampado meticulosamente colocado por artesanos italianos, lo que lo convierte en una opción ideal para las celebraciones especiales.
La mujer que da nombre al vestido
Tiene un precio de 980 euros y se llama Marlene en honor a Marlene Dietrich, quien fue una figura destacada en el cine y la música en las décadas de 1920 y 1930. Nacida en Alemania, se convirtió en una estrella de Hollywood gracias a su voz profunda y ese estilo elegante que la hacía inconfundible. Más que una actriz, era toda una personalidad que rompía con lo establecido y también destacaba en el ámbito de la moda, luciendo trajes masculinos con una sensualidad que sorprendía y fascinaba. Su actitud valiente y su espíritu libre la convirtieron en un absoluto icono a numerosos niveles, ya que durante la Segunda Guerra Mundial demostró que era mucho más y apoyó a las tropas aliadas plantando cara al nazismo y luchando a favor de los judíos, lo que le supuso grandes reconocimientos.
Tamara completó su conjunto con un brazalete rígido dorado de Silvia Tcherassi, detalle que conectaba con su madre y su hermana, puesto que ambas lucieron vestidos de esta casa colombiana en este evento. Asimismo, llevó unos maxipendientes en forma de flor pertenecientes a Sézane y, a sus pies, unas sandalias negras destalonadas de estilo asimétrico con tacón fino de Magrit.