Dylan tenía seis años cuando su abuela le regaló unos rotuladores para pintar camisetas. Lo que parecía un gesto cotidiano se convirtió en el origen de Dylan’s T-shirt Club, una marca con nombre propio que este joven diseñador y emprendedor de origen británico y afincado en Los Ángeles, ha convertido en su proyecto personal desde finales de 2019.
Dylan's T-shirt Club: de ser un proyecto personal a un negocio
Tras crear una primera camiseta que lo dejó fascinado, vinieron muchas más. Y después, con una visión de negocio clara y junto a su familia, tuvo la idea de numerar cada prenda y añadir el nombre del destinatario. Y hoy, con 11 años, Dylan ha diseñado más de 300 camisetas, que cuentan tanto con dibujos infantiles, como con frases o nombres. Eso sí, por el momento, su tiempo se reparte entre el colegio, de lunes a viernes, y el diseño, durante los fines de semana; una rutina que combina la normalidad infantil con un nivel de compromiso sorprendente. Aún así, viendo su éxito, queda claro que, lo que empezó siendo un hobby creativa, se ha convertido en un pequeño proyecto que sigue creciendo y que ya ha captado la atención de figuras del mundo del entretenimiento y la moda.
Que su abuela le regalara los rotuladores fue el punto de partida de esta historia de éxito. Dylan no encontraba camisetas que le gustaran, especialmente con temas que le apasionaban, como monstruos y villanos. Así que, en lugar de resignarse, decidió tomar cartas en el asunto y crear sus propias prendas. Y no cualquier camiseta, sino piezas dibujadas a mano, con identidad propia y una estética muy marcada, donde se nota tanto su imaginación como su atención al detalle.
Ahora, en 2025, el joven ya puede presumir de haber captado la atención de celebrities como Michelle Pfeiffer, con quien ha colaborado a través de su marca de perfumes Henry Rose. También ha diseñado camisetas personalizadas para Jamie Lee Curtis, con una colección inspirada en perros. Otros nombres como Pharrell Williams, Pierpaolo Piccioli o Elle Fanning han llevado sus creaciones. De hecho, esta última actriz fue una de las que más eco le dieron luciendo una de sus camisetas en el Festival de Cannes 2025, llevándola directamente a uno de los escaparates más fotografiados del mundo.
Quién es Dylan
Claro que Dylan no crece en un entorno cualquiera. Su madre es Samantha McMillen, una de las estilistas más reconocidas de Hollywood, responsable de los looks de actrices como Elle Fanning, Jodie Foster, Ana de Armas, Kirsten Dunst o Daisy Ridley. En un momento en el que los llamados nepo babies protagonizan debates encendidos sobre privilegios y oportunidades, la historia de Dylan parece hablar de la inteligencia de una familia que aprovecha el contexto en el que vive para dar rienda suelta al deseo del joven, fomentando su creatividad, y, teniendo en cuenta el listado de figuras públicas con las que ya ha colaborado, también sus sueños.
Porque más allá de los contactos, lo que hace especial a Dylan’s T-shirt Club es su carácter artesanal. Cada camiseta está pensada, dibujada y personalizada. No hay producciones en masa, ni colecciones estacionales. Hay ideas que surgen de forma espontánea, bocetos que cobran vida y prendas que llevan el sello de un niño que no teme imaginar más allá de lo evidente.
Además de sus colaboraciones con figuras de renombre, Dylan también puede presumir ya de haber cruzado el Atlántico para dar a conocer sus camisetas, pues éstas se han vendido en la tienda masculina Woven, en Durham (Inglaterra), la ciudad natal de su padre. Y hay más: en redes sociales, su comunidad supera los 10.000 seguidores, y su marca sigue sumando atención tanto entre niños y sus padres como dentro del entorno creativo de la moda.
Pero esto no es todo. Dylan tiene grandes planes para el futuro. Entre sus sueños: colaborar con Lego, unir fuerzas con Supreme y, por supuesto, vestir a Billie Eilish. Ambición no le falta, ni tampoco ideas. Porque a veces, una camiseta pintada con rotuladores puede ser mucho más que una prenda; puede ser el comienzo de una historia. En este caso, la de un niño que quiso llenar un vacío con monstruos y villanos, y terminó creando un rincón propio dentro del universo de la moda.