Europa está conmemorando esta semana el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, desde Reino Unido hasta Dinamarca. Las casas reales han organizado, como es costumbre para estas efemérides, una serie de actos homenaje para los que sus reinas y princesas se han enfundado en simbólicos looks con joyería familiar, conjuntos que rinden tributo y cuentan historias de progreso y superación. No ha sido la excepción el caso de Máxima de Países Bajos, quien este domingo ha asistido a la Ceremonia Nacional del Recuerdo, en Ámsterdam, vestida de negro y con un tocado que tiene especial significado.
Máxima de Países Bajos, riguroso luto y un tocado de terciopelo
Para nosotras, que nos conocemos de pies a cabeza la mayoría de los atuendos de la reina Máxima, no pasó desapercibido este detalle clave que escondía el look aparentemente sencillo de Máxima en la ceremonia del domingo 4 de mayo.
Compuesto por un abrigo cruzado de paño negro, de Max Mara, y un curioso tocado de lazada con redecilla, de Philip Treacy, este estilismo de riguroso luto nos trasladó inmediatamente a otro solemne acto, en el que fue su primogénita, la princesa Amalia, quien rindió homenaje a los caídos en la Segunda Guerra Mundial con la misma pieza de sombrerería.
La conexión con su hija Amalia
De las tres hijas de Máxima y Guillermo Alejandro, Amalia es quien guarda mayor parecido con la Reina. Ambas lucen una cabellera larga, lisa y rubia, adoran los diseños coloridos y estampados, accesorios maximalistas y tocados muy originales. A sus 21 años, la que algún día ascenderá al trono neerlandés ha confirmado que sigue los pasos de su madre en lo que a moda respecta, así que no sorprende que intercambien ropa de vez en cuando.
Lo llamativo es, sin embargo, que haya sido Máxima quien, esta vez, quiso tomar consejo de la joven heredera al trono y no al revés. Ya lo ha hecho en contadas ocasiones la reina Letizia con la princesa Leonor, pero este intercambio va más allá y está cargado de simbolismo en una fecha de relevancia histórica para Europa y el mundo entero. Hablamos del 80º aniversario de la caída de las fuerzas alemanas y el fin de la Segunda Guerra Mundial.
El recuerdo de la Segunda Guerra Mundial
En este Día del Recuerdo, cuya ceremonia busca mantener viva la memoria de los neerlandeses caídos en combate, Máxima recuperó el tocado de lazada de terciopelo negro con velo que su primogénita había estrenado en otro acto vinculado con esta fecha importante. Ocurrió el 27 de enero de 2025, cuando Polonia se convirtió en escenario de una cumbre de royals por un triste motivo que jamás se debe olvidar, y que mucho tiene que ver con la caída de la Segunda Guerra Mundial.
Este pasado mes de enero, se conmemoró el 80º aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz por medio de un homenaje en el que hicieron acto de presencia destacados miembros de la realeza europea, entre los que también estaban el rey Felipe y la reina Letizia, así como Máxima y Guillermo Alejandro de Países Bajos con su hija mayor, Amalia, quien adornó su cabeza con esta pieza de Philip Treacy.
Su presencia en este importante homenaje ratificó que su agenda como heredera es imparable. Era la primera vez que Amalia acudía a un acto internacional de tal trascendencia histórica como el aniversario de la liberación de Auschwitz. Este retrato de su rostro, enmarcado por la redecilla de su velo y unos pendientes dorados con forma de gota, representa el futuro de Países Bajos.