El diseñador de origen vasco sigue fiel a algunos de sus principios más básicos: vestir a una mujer esencialmente clásica, pero a quien le gusta también innovar con algún toque de atrevimiento. En este caso sus propuestas para el próximo otoño-invierno se centran en diseños en los que cobran especial protagonismo los efectos volumétricos un tanto exagerados.
Vestidos, faldas y pantalones con grandes lazos o la utilización de drapeados contrastan con otras prendas de líneas más rectas. Especial mención merecen también el tratamiento que Miguel Palacio presta a las mangas, así como a los hombros muy marcados, efectos que contribuyen también a definir la figura. Junto a los vestidos, ya sea para vestir el día o la noche, volvemos a ver el triunfo del pantalón pitillo por encima del tobillo, pieza que, sin duda, se convertirá en una prenda básica en el armario femenino para el próximo otoño-invierno. El negro, los tonos marrones, azules, verdes rosas y morados son los colores de su guardarropa, que Miguel Palacio combina en muchos casos de forma atrevida pero sin perder ese toque de elegancia que el diseñador ha convertido en su seña de identidad.
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