Cómo sacar a un conejo de su jaula, consejos paso a paso
Los conejos necesitan hacer ejercicio todos los días, para ello es una condición indispensable sacarlos de su jaula
Un ejercicio necesario
Para los conejos salir de su jaula es vital, necesitan hacer cierto ejercicio físico todos los días, a ser posible durante una o dos horas, así estaremos previniendo la posibilidad de que desarrolle sobrepeso, agresividad y ansiedad. Antes de sacar a un conejo de su jaula (por cierto, las hay de todas las formas, tamaños y estilos) debemos tomar algunas precauciones sobre su seguridad e higiene. Nuestras manos deben estar limpias y el entorno controlado. Si tienes otras mascotas como perros o gatos es mejor que les tengas lejos, en otra habitación y que te cerciores de que no irrumpirá, pues un encuentro con otras mascotas es la excusa ideal para que el conejo no quiera volver a salir de su jaula más, desarrollará un temor a ser devorado difícil de tratar.
Seguridad ante todo
Es lo primero que debes tener en cuenta, y puede sonar como algo muy evidente pero la habitación en la que tu conejo saldrá de su jaula debe ser segura, eso implica que todas las puertas deben estar cerradas, incluso las ventanas (a menos que sean altas). Todos los peligros por los que el animal pueda precipitarse deben ser tenidos en cuenta y minimizados. Los conejos son campeones en esconderse porque en su entorno natural los peligros les acechan por tierra y aire, en cualquier momento un ave rapaz puede atraparlos, así como un felino o cualquier otro depredador. Si tu conejo entra en pánico, saldrá despedido hacia el primer agujero que encuentre y su mente siente atracción por las aberturas angostas y oscuras, un tubo de ventilación, detrás del sofá, o la chimenea, todo esto le sirve, así que ten en cuenta todos los rincones de tu casa.
Que él decida salir voluntariamente
Los conejos están programados para sentirse presas, por eso la seguridad es tan importante para ellos, y un sentimiento de vulnerabilidad les envuelve a cada paso que dan. Por ese motivo, si sacamos de la jaula al conejo, tomándolo en brazos y le dejamos posado en el suelo o el sofá, lo primero que sentirá es “tierra, trágame”, porque para el conejo estar fuera de la jaula a priori significa sentirse vulnerable: a merced de los imprevistos, y como buena pesa, su forma de predecir el futuro no es precisamente positiva, en su instinto solo pronostica ser interceptado por un depredador y morir en sus fauces. Por ese motivo, si no quieres que tu conejo salga despavorido a esconderse, o que sufra estrés por verse fuera de la jaula: debes esperar a que él mismo salga, abandonando así su zona de confort de forma voluntaria y aventurándose a demostrar que centímetro a centímetro no se está tan mal fuera.
Una casita dentro de la jaula
Los conejos tienen tanto temor ante lo desconocido que el mero hecho de abrir la puerta de su jaula ya les puede generar un gran estrés, por eso deberá acostumbrarse gradualmente a verla abierta, hasta que decida salir. Sin embargo, para hacer más fácil este proceso, si el conejo cuenta con un habitáculo en su propia jaula en el que esconderse y sentirse a salvo, conseguirás que este proceso sea más eficiente y rápido. Ten en cuenta que siempre que el conejo sienta que tiene un lugar donde guarecerse estarás dotándolo del respaldo suficiente para hacer acopio de valor, sin embargo, si siente que está solo ante el peligro no moverá un dedo por exponerse, es más: huirá lejos de forma caótica para ponerse garantizar su supervivencia.
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Nunca tengas prisa
No hay peor estrategia que estresar a un conejo, recordarás al personaje de ‘Alicia en el país de las maravillas’, y es que son animales que ya de por sí sufren mucho estrés, son nerviosos y temerosos de casi todo. Por tanto, si vas a ofrecer a tu conejo la opción de salir al exterior de su jaula, a un entorno que tal vez no le apetece nada descubrir, no tengas más prisa que él. Permítele tomar esa decisión, y no te impacientes. Es probable que quieras ayudar en este proceso y trates de empujarlo hacia la salida, no lo hagas. Hasta que no sea él mismo el que tome la decisión de salir cualquier esfuerzo será en balde.
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La textura del suelo es importante
Ten en cuenta que el suelo de tu casa o la superficie sobre la que colocas la jaula tal vez no sea lo suficientemente agradable para él. Las baldosas son frías, resbaladizas y pueden reflejar la luz generando destellos. Probablemente la madera, si es envejecida no le parezca mal. Pero, sin duda, lo que el conejo puede apreciar con mejor talante es algo que se asemeje a la hierba. Si pones la jaula sobre una alfombra de pelo largo, mullida, suave y con una textura frondosa, probablemente el conejo se sentirá como en su salsa y desee salir, agradeciendo esta alfombra a cada paso que dé.
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Ponte a su altura
Aunque tu conejo ya te conozca, si nunca o pocas veces ha salido de la jaula, lo más probable es que piense que tu no eres de fiar. Ya te decíamos que los conejos son muy nerviosos y desconfiados, y siempre se ponen en lo peor. Para que se sienta más cómodo y acceda a poner su confianza en ti debes demostrarle que eres un animal dócil como él, un método muy curioso es tumbarte en el suelo, con la barbilla apoyada, de forma que puedas mirar al conejo casi como si tú fueras un conejo más. De esta forma podrá mirarte de cerca, curiosear, descubrir tu rostro desde una perspectiva más igualitaria y, si permaneces con calma en esa posición, empezará a comprender que no eres una amenaza.
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Le encantan los masajes
Ya hemos hablado en un consejo anterior de que no hay que tener prisa, estresar a un conejo es lo peor que podemos hacer si pretendemos que coja confianza. Sin embargo, probablemente estés deseando jugar con él y acariciar su suave pelaje. Dar caricias al conejo es muy positivo porque acrecienta el vínculo entre vosotros, sin embargo no corras, no lo hagas hasta que el conejo confíe en ti. Entonces podrás acariciar su cabeza y orejas, aunque debes tener cuidado, si le pones los dedos cerca de la boca su instinto será morderte, no lo hará como parte del juego, probablemente te haga daño.
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Esconde pequeños trozos de comida
Si has seguido todo los consejos que te damos, con una alfombra mullida, contigo tumbado cerca y con todas las salidas bloqueadas, solo te queda una cosa por hacer para convertir las excursiones de tu conejo en unas salidas divertidas y que le ayuden a socializar: incentiva sus paseos con premios. Si siembras pequeños trocitos de comida a tu alrededor, harás que él tenga un motivo para moverse hacia ti, y una vez que compruebe que puede comerlos tranquilamente sin que tú lo impidas o le agredas, el conejo poco a poco irá cogiendo más confianza.
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