¿Qué significan los ladridos de mi perro?
Esto es lo que te quiere decir según el sonido que produce
Si tienes perro en casa estarás familiarizada con sus ladridos. A veces graves, otros agudos, unas veces imparables y otras apenas imperceptibles. ¿Qué te dicen los ladridos de tu perro? Se están comunicando. Pero te adelantamos que no es su único medio para 'hablar' contigo. Una vez más Ixone Capataz, veterinaria en AniCura San Fermín nos acerca al maravilloso mundo del comportamiento animal y nos explica qué nos está diciendo nuestra mascota cuando ladra. Antes, averigüemos si todos los perros emiten este sonido tan característico.
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¿Todos los perros ladran?
Técnicamente, todos los perros pueden ladrar porque es una forma de comunicarse dentro de la propia especie. No obstante, existe una raza un tanto peculiar, el Basenji. Esta raza, de origen African, tiene una conformación de la laringe y unas cuerdas vocales un tanto distintas al resto de perros, por lo tanto el sonido que emiten es también muy diferente, pareciéndose más a una especie de sonido gutural.
¿Hay razas, en cambio, más propensas a ladrar?
Generalmente los perros pequeños son los más propensos a ladrar, mientras que los perros de tipo pastor y similares, suelen ladrar menos. Entre los perros pequeños que más tienden a ladrar podemos encontrarnos con el Yorkshire terrier, los chihuahuas, los caniches miniatura, los West Highland white terrier, etc.
¿Cómo funciona el ladrido de los perros?
Los órganos que están implicados en la emisión de los ladridos serían los relacionados con el aparato respiratorio (tanto superior como inferior). El aire llega a la glotis, que es la parte más estrecha de la laringe, donde hace vibrar a las cuerdas vocales, lo que hace que se produzca el sonido. El aire (junto a la vibración) pasa a la zona laringofaríngea y finalmente sale por la cavidad bucal en forma de sonido.
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¿Es su único medio de comunicación?
No, no lo es. Los perros se comunican de muchas formas. Los humanos creemos que tan solo mediante ladridos, gruñidos, aullidos y tal vez algún movimiento de cola. Pero la realidad es que los perros entre ellos tienen un montón de señales posturales diferentes, que les sirven mucho mejor para comunicarse que cualquier vocalización. Los bostezos, el lamido, los giros de cabeza, entre otras, son señales de calma. Sin duda, este tipo de gestos, son mucho más efectivos y sobretodo frecuentes a la hora de comunicarse.
¿Cómo reconocer un ladrido de alegría?
Generalmente son ladridos breves, algo más agudos y que se repiten, pero deberíamos fijarnos también en la postura del perro: girar sobre sí mismo, mover la cola con energía, saltar, suelen ser indicadores de que se alegran mucho por algo.
Por otro lado, también ladran para pedirnos algo. Ellos han aprendido que entendemos mucho mejor su forma de comunicarse mediante vocalizaciones que mediante las posturas, por lo que es muy frecuente que cuando quieren indicarnos algo nos lo hagan saber mediante ladridos, aullidos o vocalizaciones similares.
¿Cómo saber, a través del ladrido, si se encuentran mal?
Si por ejemplo el perro tiene miedo ladrará de manera descontrolada o bien usará ladridos largos y agudos, que pueden asemejarse más a un aullido. Esto lo suelen acompañar con una postura de retroceso, con las orejas gachas y andando hacia atrás. En los casos de ansiedad por separación, por ejemplo, suelen ser ladridos que van en aumento en cuanto a tono, de forma progresiva. Generalmente, si un perro está enfermo, no suele ladrar, de hecho, la ausencia de ladridos en perros que generalmente ladran ante situaciones concretas puede hacernos sospechar de que algo le sucede.
¿Qué hacer si ladran demasiado?
Si nuestro perro ladra demasiado deberíamos consultar a un profesional, en este caso a un veterinario especialista en etología. El veterinario determinará cuál es la causa que provoca que ladre (miedo, ansiedad, defensa de territorio, etc) y la mejor forma de ayudarlo (desensibilización, habituación, etc). No aconsejo usar collares antiladridos de ningún tipo y mucho menos sin preguntar a un especialista, puesto que podemos agravar el problema. Hace años se podía someter a los perros al corte de las cuerdas vocales, lo cual hoy en día, afortunadamente, está prohibido.
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