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¿Notas que tu perro trata de morderse constantemente la cola? Los perros son animales que expresan infinidad de cosas con su corporalidad. “Es importante que sepamos identificar cuándo lo pueden hacer por juego o porque quieren transmitir otra cosa”, nos dice Sonia Sáez, veterinaria y Brand Manager de Purina Corporativo. Lo cierto es que, tal y como nos cuenta también Jaume Fatjó, director de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud, la persecución de la cola puede considerarse un comportamiento normal si se observa de forma esporádica y, sobre todo, en los cachorros. “Sin embargo, si aparece de forma frecuente o se ha lesionado la cola debería ser analizado de inmediato por el veterinario”, nos detalla el experto.

 

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Un posible problema de salud

Y es que nos preguntamos, claro está, si detrás de este comportamiento de nuestro perro puede esconderse algún problema de salud. “Existen problemas dermatológicos o neurológicos que alteran la percepción y la sensibilidad, y que pueden dar lugar a la conducta de persecución e incluso automutilación de la cola”, nos explica Jaume Fatjó.

“Lo primero que debemos descartar, si nuestro perro se muerde sistemáticamente la cola, es que no sea sintomatología de alguna enfermedad”, cuenta la veterinaria. “Algunas alteraciones comunes están relacionadas con problemas en la piel, por lo que pueden intentar rascarse la zona mediante la mordida por escozor, heridas o dermatitis, entre otras. Si bien el rascado esporádico puede ser algo normal, hay que estar atentos para que no se provoquen un daño mayor. Los perros tienen unas glándulas en la zona del ano para lubricar y facilitar la salida de las heces, pero algunos animales tienen tendencia a que se les obstruyan estas glándulas, provocando diversos problemas, desde una inflamación, hasta infección, absceso, fístulas u otras alteraciones que pueden derivar en molestias para tu mascota. La presencia de parásitos como pulgas o sarna, así como hongos o reacciones alérgicas en la zona caudal, son problemas cutáneos que provocan prurito y pueden estimular a que tu perro se muerda la cola”, añade la especialista.

 

Sergio Martínez, veterinario y etólogo de AniCura Constitución Hospital Veterinario, resume de forma clara algunos posibles problemas de salud que desencadenan este tipo de conducta.

- Los parásitos externos producen picor con sus mordeduras y su movimiento sobre la piel. En particular las pulgas suelen localizarse con más frecuencia en la base de la cola.

- Parásitos internos o impactación de las glándulas anales pueden producir picor en la zona perianal y acabar mordiéndose también la cola.

- Cualquier herida, irritación o problema en el pelo generará al animal molestia y picor como para lamerse y morderse la cola.

- Problemas alérgicos de diferentes causas producen picor generalizado en el animal. En este caso probablemente se rascarán todo el cuerpo, no solo la cola.

- Patologías neurológicas de médula espinal pueden producir cosquilleos o pérdida de sensibilidad de la cola, y el sentirla inerte o no sentir dolor al morderla conlleva a que se autolesionen la zona.

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¿Puede formar parte de un juego?

Como hemos dicho, a veces observamos esta conducta en momentos de excitación, por ejemplo antes del juego, y con mayor probabilidad en cachorros. “El aburrimiento sería la causa más habitual de este comportamiento. Si aumentamos el entretenimiento de la mascota y no cesa la conducta nos da una pista de que puede haber algo más”, añade Martínez. Si la razón es el juego, la veterinaria añade que se tratará de una conducta poco frecuente, que aparece durante el juego y no tiene incorporada en su día a día. “Si identificas que lo hace seguido, tienes que prestar más atención porque entonces puede deberse a alguna de las causas anteriormente mencionadas, y si esto ocurre te recomendamos que acudas a tu veterinario”, cuenta Sonia Sáez. “Sólo debemos pensar que se trata de una conducta normal si aparece de forma esporádica y durante poco tiempo, apenas unos segundos”, coincide el experto de Fundación Affinity.

 

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¿Indica, tal vez, un problema de conducta?

Los expertos coinciden en que el hecho de que se trate de morder la cola de forma constante sí que puede delatar también en algunos casos un problema de conducta. “Una vez descartadas las causas físicas, la conducta de persecución de la cola puede ser el reflejo de un trastorno compulsivo. De confirmarse su existencia, u trastorno compulsivo indica una mala adaptación del perro a su entorno, y por tanto, sugiere que su bienestar está comprometido”, apunta Fatjó.

“El lamido repetitivo de la cola puede tratarse de una estereotipia. Son conductas desencadenadas por estrés, que se repiten con cierta frecuencia y que no tienen un objetivo justificado o aparente. Este tipo de conductas se veían con frecuencia en los zoos antiguos donde las jaulas pequeñas y la falta de enriquecimiento ambiental generaban una gran desidia en los animales”, explica el etólogo Sergio Martínez. 


La clave está, por lo tanto, en descartar que todo esconda un problema de comportamiento o estrés. “Algunos animales muestran sus nervios o malestar emocional mordiéndose la cola o lamiéndose las patas, lo que puede acabar en lesiones no deseada si no se controla a tiempo. Una socialización deficiente, el aburrimiento, la ansiedad por separación o la falta de atención pueden ser los detonantes. Es importante consultar con un veterinario especialista en medicina del comportamiento animal para poder redirigir estas conductas”, nos explica Sonia Sáez. 

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¿Debemos preocuparnos?

Lo cierto es que es una conducta a la que debemos prestar atención. “No necesariamente porque se pueda tratar de algo grave, pero como hemos visto si puede estar denotando un problema físico o comportamental en tu mascota, por lo que debemos buscar ayuda profesional”, nos dice el etólogo.

 

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