Salud

Qué hacer si la alergia que te produce tu perro o gato se hace insostenible

No es común que alguien que nunca haya padecido esta alergia la desarrolle, salvo en el caso de una profunda exposición a más de un animal.

Por David Navarro

Según los estudios, se está detectando que cada vez hay más personas que manifiestan alergia a las mascotas, en concreto a perros y gatos, sin embargo este dato no está relacionado con que el ser humano cada vez sea más alérgico o que las mascotas produzcan más nivel de alergia, sino a que cada vez hay más personas que eligen tener mascota, y eso en primerizos que nunca han convivido con animales puede significar una desagradable sorpresa al comprobar que el nuevo integrante de la familia produce síntomas tan molestos como picor y enrojecimiento de ojos y estornudos, una situación que puede convertirse en insostenible.

Es cierto que existen algunas razas de perro hipoalergénicas, como el bichón maltés. Sin embargo, en el caso de los gatos esto no es posible, pues todas las razas producen la proteína Fel d1. En nada tiene que ver que un animal tenga poco pelo, pues aquello que produce la alergia no es su pelaje, contra lo que se suele pensar. Realmente la alergia se produce por una proteína que está en la piel de los animales y que se expulsa al ambiente en forma de caspa, por eso cuando entramos en una casa donde hay animales que nos producen alergia podemos empezar a percibir los síntomas con solo respirar dentro. Todo depende del nivel de ventilación de la casa y de las estancias donde se mueva el animal. Sin duda, el gesto que más alergia provoca es acariciarlos y llevarnos después la manos a nuestra cara, así estaríamos consiguiendo sin lugar a dudas una profunda irritación de ojos y una ración de estornudos de varias horas.

Pero esta proteína Fel d1, la que produce la alergia, no está solamente en su piel, sino que también se encuentra en su saliva. El lametón de un perro puede producir alergia. Y aunque no es demasiado plausible, también la orina de los canes y los gatos la transmiten. Se trata de una proteína inocua, pero el conflicto se da genera en nuestros sistema inmunitario, que malinterpreta una sustancia que a priori no es agresiva con nuestro organismo y la toma como si se tratara de una sustancia nociva, un alérgeno, y para defenderse produce anticuerpos IgE, y pone en marcha las medidas de expulsión más férreas, como llorar y estornudar.

En ocasiones pensamos que eligiendo otros animales podríamos curarnos en salud y evitar esta posibilidad, sin embargo cualquier otro animal puede producir esta alergia, tanto otros mamíferos como los conejos o hámsters como pájaros o reptiles. La única diferencia con perros y gatos es que estos animales son generalmente más pequeños, por lo que la cantidad de esta proteína en el ambiente será menor, además de que se mueven libremente por el hogar con menor holgura, así el ambiente queda protegido en cierta medida.

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El primer consejo para enfrentarse a la alergia es buscar la inmunidad

Nuestro organismo es muy sabio, y ante una alergia a una proteína persistente lo primero que tratará de hacer es sobreponerse y buscar la inmunidad. Amoldarse a esta situación es un rasgo evolutivo fundamental de nuestro organismo. Para ello debemos tratar de que la situación sea lo más gradual posible, si una nueva mascota nos produce alergia debemos tratar de dormir en una habitación donde el can o felino nunca acceda, para asegurar nuestro descanso, y tratar de no tocarlo en ningún momento.

Sin embargo, el ambiente estará impregnado de esta proteína, acudiendo a nuestro médico nos recetará probablemente un plan que consiste en antihistamínicos y colirios diarios para sobrellevar los efectos fisiológicos, corticoides nasales para la inflamación de las mucosas y paracetamol para atenuar el dolor de cabeza que nos puede producir.

El plan es que si logramos aguantar un mes y medio conviviendo con una mascota que nos produce alergia, probablemente nuestro organismo logre moderar drásticamente sus síntomas y pasado este tiempo podamos dejar de tomar la medicación. Posteriormente deberemos pasar una larga cuarentena sin todavía tocar al animal, y en cuestión de varios meses empezar a tocarlo, primero lavándonos las manos de forma inmediata y posteriormente bajando la guardia como lo haría alguien sin alergia.

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¿Qué hacer si el plan contra la alergia no funciona?

La higiene es la máxima protección para minimizar los efectos de la alergia provocada por la proteína de la piel de ciertos animales. Por tanto tener moqueta o alfombras es contrario a mantener a raya la persistencia de esta ‘caspa’. Los textiles son nuestros enemigos en este caso, prohíbe que el animal suba al sofá y por supuesto a la cama, y mantén una dinámica de limpieza constante en la casa que evite que estos restos de piel se acumulen.

En el caso de los animales que están en jaulas el problema suele ser que se concentra la orina y las heces y estos pueden provocar ataques de asma a quienes son muy alérgicos. Debes mantener sus jaulas lo más limpias posible, una vez a la semana puede ser suficiente. Esto ocurre también con el arenero de los gatos, que no solo deben ser recogidos de heces, sino cambiados completamente de arena por lo menos una vez a la semana.

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