¿Conviene adaptar la cama de nuestra mascota en los días de frío?

Es importante adecuar sus camas para que tengan el mejor de los descansos, considerando su propia naturaleza y fisionomía

Por hola.com

Poco a poco hay más horas de luz, hay momentos en los que apetece estar ya al sol, pero lo cierto es que todavía quedan por delante semanas muy frías. Aún estamos en el ecuador del invierno y, al igual que sucede con los humanos, nuestras mascotas también notan los cambios de temperatura, cuando salen a la calle y a la hora de dormir. Es importante adecuar sus camas para que tengan el mejor de los descansos, considerando su propia naturaleza y fisionomía. “De hecho, hay factores que se deben tener en cuenta como el grosor y la longitud del pelo, la edad, el peso y la salud de nuestros peludos. En paralelo, es importante estar atento a cualquier señal que indique incomodidad de los animales en sus camas”, cuenta Ana Ramírez, directora técnica veterinaria de KIVET, la red de centros veterinarios de KIWOKO.

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Recomendaciones útiles

Los expertos de estos centros resumen cinco recomendaciones que debemos tener en cuenta para tratar de escoger la mejor cama para nuestras mascotas y asegurarnos, de esta forma, de que tengan dulces sueños.

  1. Sentido común y seguir los ritmos paulatinos de bajada de la temperatura.  No siempre hace la misma temperatura, incluso en estas semanas de invierno. Por eso, hay que adaptarse en función de la temperatura, y lo lógico, cuando se acerca el frío, es pasar de una cama de verano, que suelen estar hechas de materiales frescos y resistentes al agua, a camas más abrigadas que den calor a nuestro compañero.
  2. Ten en cuenta el pelo de tu mascota. No es lo mismo una mascota con un pelaje abundante que una que tenga poco pelo. Y es que en el primer caso no van a requerir tanto cobijo como una con menos pelo, así que las características de las camas pueden variar; para una mascota con poco pelaje, por ejemplo, una cama con bastante fibra acolchada y material que aumente y mantenga la temperatura cálida de nuestros peludos es ideal.
  3. El tamaño también cuenta. Lo normal es que un perro grande tenga mayores reservas de grasa que le aíslan del frío, caso contrario con los más pequeños y cachorros. Pero también debes tener en cuenta que en función de lo largo que sea, las camas también deben ser de determinada longitud. Los expertos comentan que en invierno, por lo general, las camas deben ser más cubiertas por lo que son algo más grandes de lo normal para que mantengan la temperatura corporal normal de nuestra mascota.
  4. La edad y la salud. Es un aspecto importante, pues las mascotas jóvenes suelen tener menos complicaciones de salud que los mayores, y se deben tener también presentes las posibles alergias a los materiales.  Hay que sumar algunas complicaciones de salud que suelen ser más recurrentes en el invierno, como las gripes o catarros, donde el animal debe tener una cama constantemente higienizada y abrigada.
  5. Las condiciones de la casa. Hay casas (y estancias de dichas casas) más o menos frías. Aunque puede parecer una obviedad, pero no es lo mismo la cama para perros y gatos que duermen en una casa interior, a una exterior o con determinadas características puntuales.

“En esta época de frío, los pisos interiores suelen estar mejores resguardados de las bajas temperaturas, con lo cual, la cama se puede adaptar a una de condiciones standard. En el caso de los pisos exteriores, el frío suele ser más constante, por tanto, las camas de nuestros peludos deben abrigarlos mejor. También es importante tener en cuenta las características técnicas de cada hogar; un piso con calefacción central o eléctrica, a uno que no la tenga. También hay que tener presente la zona en la que se les pone su cama de invierno, nunca al lado de una fuente de calor directa como calentadores o estufas”, comentan.