No compres un hurón, también se adoptan

Con la nueva ley de bienestar animal los hurones pasan a ser animales de compañía al mismo nivel que perros y gatos

Por David Navarro

Puede que si quieres incorporar a un hurón para formar parte de tu familia pienses que lo más sencillo es comprarlo. Sin embargo no solo existen refugios de hurones donde puedes acceder a uno sin problema y sin coste, sino que además es realmente la forma más efectiva para hacerlo. De la misma forma que los perros y gatos eran tenidos en cuenta por la ley, no solo como animales domésticos, sino de compañía, la nueva ley de bienestar animal incluye además a una nueva especie que se suma a estas dos, los hurones. 

Las normativa que entra ahora en vigor limita profundamente la cría y venta de animales de compañía, limitándose a criaderos específicos que cuenten con una certificación muy concreta. Esto es así porque el número de animales abandonados excede con creces lo asumible por las asociaciones de protección de animales y porque la cría comercial de estas mascotas no hace sino hacer más hondo el problema de la superpoblación de animales.

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¿Adoptar a un hurón puede llegar a ser 100% gratuito?

Si vas a tener mascota, sea de la especie que sea, lo primero que debes saber es que tendrás que hacerte cargo de todos sus gastos una vez que pases a ser su responsable y cuidador. Con la nueva ley ya no eres dueño, pues los animales dejan de ser posesiones, sino que te conviertes en algo así como su tutor legal, pues los animales ahora son tenidos en cuenta en la ley como seres sintientes que dependen de seres humanos y la persona que consta en el registro como su ‘dueño’ es de facto su responsable y de él depende tanto su salud como las repercusiones legales que pueda tener cualquier situación provocada por el animal.

Por este motivo, desde el momento de la adopción te tendrás que hacer cargo de unos gastos que van asociados y que no solo son propios de los hurones sino que también son imputados a quien se hace cargo de un perro o gato. Deberás de pagar las vacunas con las que sale del refugio, el alta del chip y o bien se le realiza una esterilización antes de salir de la protectora o firmarás un compromiso de que lo harás en un breve espacio de tiempo. Además, es común que se imputen gastos de desparasitación.

Aunque en ocasiones existe cierta molestia por parte de quienes quieren pretenden adoptar un animal cuando subrayan que estos costes convierten a la adopción en una opción no gratuita, lo cierto es que aun cuando se adquiere un animal bajo la compra de criadero, también se pagan estos conceptos o similares. Lo que cambia es que no estamos pagando por el animal, sino sólo por aquellos procesos sanitarios necesarios para que salga de un refugio (o incluso de un criadero) y pase a formar parte de nuestra casa y de la sociedad. Si estos costes te parecen un impedimento, no son sino el comienzo de muchos otros de los que deberás responder a lo largo de la vida del animal, pues como apunta la nueva ley, no solo serás dueño sino que por encima de eso serás cuidador y responsable del animal.

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¿Al adoptar un hurón debo cumplir alguna condición?

Como en todo refugio o asociación protectora de animales, elegir a la persona ideal para el hurón perfecto suele ser una tarea nada fácil y que garantiza la felicidad de todos, en el caso de los hurones también, aunque solemos pensar que este proceso de selección sólo ocurre con perros y gatos. Los hurones son animales algo más complejos de cuidar, porque tienen un temperamento más impredecible e indómito, por lo que informar adecuadamente a todo aquel que quiera abrir su hogar a este peludo es indispensable, además de encontrar el animal que se ajuste a las peculiaridades de cada persona.

Igual que no hay dos seres humanos idénticos, los animales también tienen su propia forma de ser, no se puede simplificar a que todos los hurones son iguales, como tampoco todos los perros lo son. La labor fundamental de las asociaciones protectoras es que todo aquel que sale de allí con un hurón sepa perfectamente lo que implica cuidar de él y cerciorarse de que será capaz de convivir con este animal sin que sus peculiaridades de especie e individuo sean un problema. El objetivo es evitar a toda cosa que una adopción acabe en abandono, o que un hurón que ha salido joven y fácilmente adoptable regrese a una situación de desamparo cuando ya es adulto y sus posibilidades de acceder a un hogar sean menores.

No es un regalo sorpresa

Una de las peticiones que más sorprenden a los refugios de animales es la insistencia en la petición de adoptar como regalo. Esta es una idea que precisamente desechan las asociaciones protectoras, hacerse cargo de un hurón (como de cualquier otro animal) es una decisión muy trascendente que debe hacerse en conciencia, y la propia protectora necesita conocer a quienes van a ocuparse de sus cuidados. Por ese motivo no se puede ni se debe realizar una adopción para dar la sorpresa a un ser querido, regalándole el animal como si fuera una posesión.

Entre las peticiones que los refugios rechazan también están el hecho de pretender tener al hurón viviendo en un jardín. Según la normativa, los hurones deben convivir en el hogar con la familia que se hace responsable del animal y debe ser tratado como un miembro más. Además, dada la actitud tan aguerrida de estos animales, si se le deja a su suerte en una zona exterior lo más probable es que desaparezca.

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