Thelazia, el parásito que afecta a perros, gatos y humanos

Está comprobado que la transmisión de este parásito puede suceder entre animales y seres humanos.

Por David Navarro

Este parásito es una zoonosis, es decir, que puede afectar también a los seres humanos aunque hasta hace poco no se habían contrastado casos. Este tipo de enfermedades son cada vez más habituales, tanto provocadas por virus como por bacterias o parásitos, las zoonosis suelen afectar a los animales en mayor medida porque su nivel de higiene es menor que la de los humanos y, también, porque toman más riesgos a la hora de explorar e interactuar con el entorno. La thelazia es, además, un parásito bastante difícil de evitar pues no reacciona con las pipetas, ni los collares antiparasitarios ni con la medicación de protección interna de los animales.

La forma de transmisión de la thelazia es mediante las moscas, que a su vez transportan larvas que se originan en los árboles frutales, concretamente en la fruta madura que cae y empieza su proceso de putrefacción. Por tanto, si vives cerca de árboles frutales o si paseas a tu perro por una zona donde los hay, debes guardar especial atención para que tu mascota no resulte ser el nuevo huésped de este incómodo y peligroso agente parasitario.

Lo que hace la mosca es dejar estas larvas en la zona cercana al ojo, precisamente en donde están las secreciones oculares. Son zonas húmedas, con un mayor olor que produce cierta atracción para las moscas, lo que les incita a posarse ahí. Acto seguido la larva desembarca de su medio de transporte y trata de introducirse en el organismo del perro o del gato, entrando el ojo. Si te preguntas si esta larva puede verse a simple vista, la respuesta es sí, pero es muy pequeña, habría que agudizar bastante la mirada. Este gusano es de color blanco y mide entre 6 y 17 milímetros, y tiene un diámetro de entre 0,3 y 0,8 milímetros. Una mosca puede implantar varias larvas y, en todo caso, éstas se multiplican, por lo no es raro que los puedas ver alojadas en la zona del lagrimal de tu mascota.

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Los síntomas más habituales

Es importante vigilar el ánimo y la actitud de tu perro siempre, pero mucho más cuando tienes la duda de que tal vez pudiera estar siendo presa de un parásito. La época en la que estos emanan y se multiplican con mayor virulencia es el verano, pues las altas temperaturas propician el caldo de cultivo para su proliferación. En este caso la thelazia no es una excepción, se trata de un parásito que multiplica exponencialmente su presencia con la llegada de las altas temperaturas.

Para apreciar los síntomas de este parásito en tu perro debes tener en cuenta que la conjuntivitis es con diferencia la pista clave más evidente, además de un lagrimeo muy constante y que resulta evidentemente excesivo. El perro sufre una profunda sensación de picor en la zona infectada, se rascará compulsivamente, y es entonces cuando el animal se producirá los posibles daños. Las heridas en la córnea son muy graves como consecuencia de este parásito, pero no porque los gusanos las produzcan sino por la insistencia del perro o gato rascando. También sufrirá de alopecia en la zona del lagrimal, pues el pelo empezará a deteriorarse y chafarse a raíz del ímpetu con el que la mascota se trata de aliviar rascando.

Los párpados del animal se hinchan como consecuencia de la infección y de la manipulación del propio animal. Poco a poco la infección acaba siendo más evidente hasta que se percibe claramente la secreción de pus. Como es natural, el ojo llora mucho en este proceso, y cada vez más, hasta resultar más que evidente que el animal está pasando por un proceso nada normal y muy poco inocuo. Lamentablemente estos síntomas no pueden ser atajados nada más entrar el parásito en el organismo de su huésped, pues el periodo de incubación tarda entre una y dos semanas, tiempo en el que la larva se convierte en gusano y empieza a aprovecharse de su huésped.

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El veterinario podrá ponerle solución

La thelazia es un parásito desagradable, extremadamente molesto y muy peligroso, pero es curable. Si acudes a tiempo al veterinario él sabrá cómo actuar. Claramente lo que él hará no es algo que tú debas tratar de hacer, su dictamen médico y su criterio a la hora de actuar es vital para que todo salga bien. Por un lado, lo más probable es que trate de retirar los gusanos de forma manual, detectándolos con un visor y tirando de ellos con unas pinzas. Esto es muy doloroso y hace que el perro o gato traten de zafarse, por lo que lo que el veterinario sopesará es administrar al animal anestesia tópica, o si sedar completamente a tu mascota para evitar males mayores a la hora de manipular sus ojos.

Posteriormente el perro o gato deberá recibir un tratamiento de antibiótico tópico para evitar que la infección pueda reproducirse, este tratamiento durará alrededor de dos o tres semanas, mientras se le administra un antihelmíntico por vía oral, que es un medicamento específico para este tipo de infecciones. 

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