Consejos y trucos para acabar con el olor intenso de tu perro

No todos los perros tienen la misma intensidad de olor, algunos huelen por su nivel de grasa en la piel y otros por problemas de salud

Por David Navarro

Es muy habitual que quienes vivimos con perros acabemos inmunizados al olor de nuestro propio can y no seamos del todo conscientes de que la casa adquiere su aroma, especialmente cuando se trata de una raza de perro con un olor corporal más intenso o cuando por su higiene tiende a mantenerlo de forma más contundente. El olor de un perro, cuando es muy pronunciado, no tiene por qué estar relacionado directamente con una mala higiene o suciedad, sino más bien con su índice de grasa corporal y muy en concreto con la de su piel. De esta forma los shar pei, basset hound, cocker spaniel o setter irlandeses son algunas de las razas que se harán notar de forma más evidente a nuestro olfato, sin que por ello estén sucias o necesiten de un baño urgente. Coinciden con ser razas con más pliegues y piel o pelaje más grasos.

Por otro lado, aunque un perro pueda tener una huella olfativa concreta, debemos tener en cuenta cuando su nivel de olor es desproporcionado y cuando aumenta significativamente, por muy sensibilizados y acostumbrados que estemos, el olor también es un indicador de salud y si éste se vuelve enormemente pronunciado puede denotar infección o putrefacción. Si ese olor es más pronunciado de lo normal o resulta muy desagradable debemos acudir al veterinario para descartar una enfermedad.

Disminuir la grasa de su piel

Cualquier cambio que realicemos en el cuerpo de nuestro perro puede tener repercusiones, pues cada organismo busca el equilibrio y si descompensamos una variable habrá otras que se vean afectadas. En el caso del olor, uno de los secretos estriba en reducir el nivel de grasa de su piel y pelaje, para que esta impregnación sea menos constante y contundente. A menos grasa, menos olor. Debemos hacerlo con cierto mimo, un cambio brusco en el nivel de grasa en la piel del animal puede producir problemas dérmicos, una brecha en su sistema inmune y sensación de extrañeza. Los perros utilizan su olfato como sentido principal y despojarlo de su propio olor, o reducirlo, es una medida relevante.

Para reducir un poco su grasa y por tanto, su olor, podemos bañar al perro con champú especial para canes realizando una mezcla con vinagre de manzana, que es un desengrasante natural. Una taza de vinagre puede ser más que suficiente. Una vez lavado el perro debes prestar especial atención a su secado, hazlo con secador y nunca le dejes secar al aire porque esa es una de las formas más habituales de que un perro adquiera olores muy indeseados, el típico olor a “perro mojado” que tarda mucho en irse. No secando su pelo o secándose mal hará que, aunque hayas acabado con la grasa, habrás sustituido un olor intenso por otro aún más desagradable.

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Intensifica la limpieza de tu casa

Cada mascota tiene unas condiciones de higiene específicas, los gatos sueltan pelo y los pájaros necesitan una limpieza intensiva de su jaula. A veces con los perros podemos perder la costumbre de afinar la puntería en lo que respecta a sus objetos y al espacio que compartimos, si tu perro sube al sofá y duerme sobre tu cama: son zonas que deberás atender con especial atención y tratar con un mayor mimo en lo que se refiere a su limpieza. Por muy limpio que parezca tu perro, transita todos los días por la calle, y en ocasiones se roza con espacios sucios que le impregnan de olores y, probablemente, de bacterias y microorganismos.

Limpia bien el sofá, alfombras, cama, y demás elementos textiles de tu hogar, pues son los más propensos a adquirir olores y suciedad. De la misma manera que te hemos recomendado que cuando bañes a tu perro añadas un poco de vinagre de manzana a su champú, también puedes incluir una tacita de éste en el detergente que utilices para lavar estas superficies.

Otro aliado a la hora de absorber el olor y de minimizar la presencia olfativa de tu can es el bicarbonato de sodio. Solo lo tienes que espolvorear sobre las zonas de la casa en la que tu perro pase más tiempo acostado, hazlo cuando sepas que el can no va a estar, probablemente durante la noche (si tu perro duerme en otra zona de la casa) o cuando vaya a dar un buen paseo. Pero vigila que el bicarbonato no entre en contacto directo con el animal, pues si lo lame o ingiere puede producirle problemas gástricos.

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El olor está en el aire

La piel no es el único origen del olor de los perros, también lo es su boca. En los últimos años se está trabajando de forma más intensa en la concienciación de los dueños de perros sobre la necesidad de que se les laven los dientes. Aunque hay quien no lo hace nunca, sería indicado que por lo menos fuera un par de veces a la semana. Esto acabaría probablemente con uno de los olores más intensos y desagradables de los canes, el de su boca.

Por otro lado, si todos los consejos anteriores no han acabado de dar el golpe final al olor corporal y bucal de tu perro, te recomendamos que instales en tu casa un purificador de aire, que puede ser el último detalle que ayude a ganarle la batalla al olor canino. Esta es una garantía para acabar con olores y eliminar bacterias, virus y demás microorganismos que no solo producen mal olor sino que también son perniciosos para tu salud y la de tu familia.

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