Qué hacer si ya no puedes hacerte cargo de tu ave

En función del tipo de pájaro debemos optar por una opción distinta para darle un nuevo hogar, sin embargo con las aves resulta más complejo que reubicar a perros y gatos.

Por David Navarro

Desprenderse de una mascota es una decisión muy dura, tanto para el humano como para el animal. Los motivos por los que las aves llegan a esta situación son variados, en ocasiones sus dueños son muy ancianos y al fallecer, sus herederos no creen poder hacerse cargo del animal. Por otro lado, una mudanza a un piso en el que prohíben animales, alergias o problemas económicos suelen ser los motivos más comunes.

Desde el punto de vista de la calidad de vida del animal, siempre que haya sido bien tratado, nunca estará tan bien como con su dueño original. Aunque los animales se adaptan a casi cualquier situación, lo cierto es que aquellos que han nacido y crecido en un entorno doméstico desarrollan una vida basada en la presencia de su humano de referencia, vinculan sus actos, recuerdos y rutinas a esta persona o su entorno, y en ocasiones es común que dejen de comer o de comportarse normalmente cuando son trasladados a otro entorno. Esto no es tanto una forma de echar de menos o de quejarse contra el cambio, sino una ruptura de sus patrones de vida comunes.

Ante cualquier decisión que debamos tomar es primordial velar por el bienestar del animal, incluso si eso implica que la reubicación es la opción más propicia. La mascota es el ser vulnerable de esta ecuación, no tiene opciones de decisión y sobre él tendremos el deber de protección y cuidado. En este sentido, las decisiones para conseguir una reubicación óptima deben ser evaluadas siempre para favorecer que la mascota pueda adaptarse bien al nuevo entorno y que la ruptura trastoque lo mínimo su calidad de vida.

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Protectoras de animales

Aunque solemos asociar las protectoras y refugios de animales solo a perros y gatos, lo cierto es que existen entidades que realizan también una labor con aves, disponen de zonas seguras para ellos, con jaulas grandes en exterior y zonas de resguardo. El funcionamiento de estas protectoras en cuanto a las aves es similar a lo que ocurre con otro tipo de mascotas: los animales seguirán allí hasta que un nuevo dueño les adopte.

Sin embargo, este tipo de centros suelen estar saturados, cuentan con recursos propios muy reducidos y sus trabajadores suelen ser voluntarios. Uno de los principales problemas para optar por esta opción es que resulta complejo encontrar protectoras que acepten aves, y las que lo hacen, suelen tener el cupo cubierto. Sin embargo, ellos pueden ser quienes mejor gestionen esta adopción, pues cuentan con cuestionarios, protocolos y seguimientos pautados debidamente para unir al ave con sus nuevos dueños de la mejor forma posible.

Zoológicos y centros de cría

En función del tipo de ave que se quiera ceder, existe la opción de donarlo a un núcleo zoológico o un centro de cría. Cuanto más particular sea el ave, más probabilidad de que acepten su entrada. En todo caso, deberán evaluar si el comportamiento de tu ave se puede adaptar bien a los tipos de pájaros que ahora conviven, tanto por sus razas, tamaños o relaciones de colonia.

Esta opción es muy positiva porque no implica que el ave tenga que salir hacia un nuevo destino posteriormente, sino que es un lugar estable donde vivir y pasar el resto de sus días. Para un pájaro, puede ser lo más parecido a vivir en un entorno natural, porque estará acompañado de otras aves, muchas de su misma especie, lo que minimizará el estrés del animal y favorecerá que pueda coger nuevos hábitos muy deprisa, adaptándose al nuevo medio en compañía.

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Amigos y conocidos

Cuando pensamos en reubicar a una mascota, dársela a un conocido es la primera opción que solemos tener en cuenta, sin embargo nosotros la hemos puesto la última. Resulta extraordinariamente difícil encontrar un nuevo dueño para un ave, bastante más si cabe que para un perro o gato.

En el caso de hacerlo, es importante que se lo donemos a alguien de nuestra confianza, perteneciente a nuestro círculo más cercano, porque solo así podremos estar seguros de que el animal será bien tratado. Poner un anuncio público y esperar a que cualquier desconocido se haga cargo del animal no es una opción muy segura, pues carecemos de todos los elementos de juicio que una protectora pondría en marcha, y sólo podríamos fiarnos de una primera impresión y de su palabra. Sin embargo, reubicar a una mascota es un movimiento muy sensible que requiere de toda nuestra responsabilidad.

¿Qué hacer si encuentras un pájaro abandonado?

Algunas personas simplemente dejan suelto al ave, lo cual genera una situación dramática para éste, que debe hacer frente a un entorno completamente desconocido y sobrevivir fuera de los hábitos y cuidados con los que ha sido educado. Lo cual, provoca en muchas ocasiones la muerte o el daño físico del pájaro.

Por tanto, podemos encontrar aves en situación de vulnerabilidad, con un ala o pata herida, con síntomas de desnutrición o con síntomas de haber ingerido alimentos en mal estado. La opción evidente si se trata de un pájaro autóctono es avisar al 112, sin embargo, si se trata de una especie exótica catalogada como invasora, las directrices de la Administración estipulan aplicar la eutanasia al animal, pues se considera que los gastos de recuperación y mantenimiento son superiores al perjuicio que puede causar si el ave vive en libertad una vez recuperado.

Por tanto, la mejor opción es tratar de contactar con un refugio de animales, un centro zoológico o núcleo de cría, ellos pueden tratar de cuidar al animal para que se recupere y posteriormente buscar un nuevo emplazamiento para él.

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