Llega el fin de la etiqueta ‘Perro Potencialmente Peligroso’

El 80% de los PPP abandonados acaban su vidas en jaulas, son los que menos índice de adopción presentan pero también son los que más se abandonan.

Por David Navarro

Hasta ahora ser dueño de un perro de ciertas razas estigmatizaba tanto al humano como al can. Existen ciertas razas calificadas como de potencial peligro, en España se calcula que hay alrededor de 100.000 perros registrados oficialmente con esta denominación, lo que implica un seguimiento por parte de la Administración, ciertas trabas legales para su libre desarrollo y hasta 17 normativas distintas que corresponden a cada una de las comunidades autónomas.

Cada comunidad añade o excluye razas o criterios. Sin embargo, de forma general, los perros catalogados como PPP (Perros Potencialmente Peligrosos) son los de las razas Pit Bull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffodshire Terrier, Fila Brasileiro, Akita Inu, Rottweiler, Dogo Argentino y Tosa Inu.

La etiqueta PPP es una pescadilla que se muerde la cola: por un lado son perros demandados para entrenamiento en peleas o defensa, y eso mismo les convierte en perros sin dueño: que no forman parte de un hogar, por lo que es fácil que acaben abandonados cuando ya no cumplen su función y son encontrados con un perfil agresivo inherente a su adiestramiento. 

Su problemas de conducta o agresividad no vienen dados por sus razas sino porque no están correctamente socializados, están poco acostumbrados a tener contacto con otros animales y personas, están adiestrados para reaccionar con agresividad ante la presencia de éstos y, además, cuando se enfrentan a situaciones que no conocen lo hacen con temor, a la defensiva, pues precisamente han sido educados para ello.

Adoptar a este tipo de perros es más complejo cuanto más estigma arrastran, si la denominación ya les cataloga de peligrosos y la normativa hace compleja su adopción, menos posibilidades de encontrar un hogar tendrán. 

Por todo ello, los perros de estas razas son los que más sufren el abandono y los que menos probabilidades de encontrar hogar podrán tener. Según datos de la Comunidad de Madrid, el 80% de los perros abandonados de estas razas acaban sus días en una jaula.

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Una modificación de la ley para no prejuzgar al animal por su raza

Dentro de la modificación de la ley de Bienestar Animal que regulará a los animales domésticos y que está aprobando el Gobierno se incluye la modificación de esta normativa a nivel nacional. Lo cual, además, significará una forma de unificar los criterios de las 17 comunidades. Según declaraciones de Sergio García Torres, Director General de Derechos de los Animales: “Es necesario evitar los prejuicios injustos que sufren estos perros por la raza concreta con la que han nacido”.

El objetivo de la nueva ley es evaluar cada caso por separado, no determinando el potencial de peligrosidad únicamente por su raza, sino teniendo en cuenta su adiestramiento y temperamento específico. En este sentido la reforma de la ley hace hincapié en la educación, tanto de los perros como de los niños y jóvenes, con la intención de fomentar el respeto por los animales y la empatía para relacionarnos con ellos.

Medidas más duras contra los maltratadores de animales

El otro lado de la moneda que plantea la reforma de la ley de Bienestar Animal es endurecer las medidas contra aquellas personas que maltraten a los animales, con especial atención a quienes adiestran perros para desarrollar su agresividad y posteriormente no se hagan cargo de las consecuencias.

Aquellos que sean condenados por maltrato animal constarán en el Registro Nacional de Inhabilitación para la Tenencia de Animales de Compañía, lo que hará legalmente imposible que vuelvan a tener animales inscritos a su nombre. Además, se prevé aumentar las penas de cárcel por delitos contra los animales, en este sentido, el maltrato a perros o su adiestramiento incorrecto puede significar hasta 18 meses de prisión.

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¿Qué convertía a un perro en Potencialmente Peligroso?

Las razas recogidas por la normativa son perros con cierto temperamento cazador, sin embargo, no es una cuestión propia de su temperamento el que sean catalogados como potencialmente peligrosos, de hecho, la inmensa mayoría con un adiestramiento correcto y no necesariamente sofisticado, se desarrollan como perros perfectos para convivir en familia, atentos a los niños, obedientes y cariñosos.

Sin embargo, aquello que les hace “potencialmente peligrosos” es su fuerza y energía. La ley recogía razas que demuestran una musculatura muy robusta, atlética, vigorosa y resistente. Además, también cuenta su apariencia, son perros con aspecto poderoso y que pueden generar temor por su visible “ferocidad”, con pelo corto, cuello ancho y musculoso.

Además, se determina que son perros que deben tener un perímetro torácico de entre 60 y 80 cm, y entre 50 y 70 cm de altura. Con un peso por encima de los 20 kg. Boca robusta, profunda y ancha: de mandíbula grande. Cabeza de cráneo ancho, voluminosa, cuboide con mejillas musculosas.

Por otro lado, son perros con un carácter decidido, que no se achantan, capaces de demostrar gran valor si la situación así lo exige. Sin embargo, la ley que aún sigue vigente especifica que un perro que no cumpla con estos criterios técnicos también puede ser incluído de forma concreta e individual en la denominación de PPP si presenta un comportamiento marcadamente agresivo y ha protagonizado situaciones extremas de agresión a personas o a otros animales, sea de la raza que sea.

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