Paula Ordovás: la que sabe, sabe
La exitosa empresaria -además de gurú interdisciplinar…- nos recibe en su casa para hablarnos del libro que acaba de publicar y nos enseña cómo se las gasta como anfitriona
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Lo de Paula Ordovás es un fenómeno sin parangón: cualquier cosa que se pone, hace o come arrasa al instante. Y no es casual. Detrás de todo lo que termina ante su cámara hay mucho trabajo; y no solo suyo, sino de un equipo de once personas. La influencer -que acaba de publicar Paula Ordovás. Come Bonito, entrena sexy (ed. Planeta), un libro en el que recopila sus propias recetas y entrenamientos- ha dedicado cada segundo de sus últimos diez años a construir un universo al que hoy todos estamos invitados; igual que a la casa que comparte con su marido en Madrid.
-¿Cuánto tiempo lleváis viviendo aquí?
-Cinco años. Mi marido vivía en Varsovia, estuvimos tres años a distancia, y la casa que teníamos se nos había ido quedando pequeña. Aprovechando que vivía fuera, yo había invadido todos los armarios y, cuando venía, no podía ni deshacer la maleta. Así que empezamos a buscar y esta casa nos enamoró: tiene terraza y dos habitaciones extra para usar de vestidor. Estamos encantados; me gusta mucho la zona (barrio de Salamanca) y estoy cerca de la oficina, del gym, del Retiro…
“Hasta hace ocho años yo llevaba una vida muy sedentaria, pero empecé a hacer deporte y terminé entrenando dos veces al día… Ahora, las mejores ideas las tengo corriendo”
-¿Cómo la decorasteis?
-Pues no tiene nada que ver con la anterior, que tenía un punto rústico… Me acuerdo de cuando íbamos a mudarnos y aún no teníamos nada; estaba paseando con Jorge, mi estilista y mejor amigo, y pasamos por delante de The Interiorlist y me enamoré del sofá rosa que está en el salón. Fue lo primero que compré, y decoré todo en función de ello. Después mezclé cosas modernas y antiguas porque mi madre es anticuario y desde pequeños, a los 7 hermanos, nos regalaban una obra de arte por cada cumpleaños, así que ahora todos tenemos una colección. La mía está repartida entre esta casa, mi oficina, y un almacén a la espera de que la casa de Marbella esté lista…
-¡Háblame de esa casa!
-Mi marido y yo hemos veraneado allí toda la vida, y hasta ahora siempre hemos ido a la casa de sus padres o a la de mis abuelos, pero queríamos una para nosotros, a nuestro gusto. Va a ser muy minimal, con paredes y suelo de microcemento, habitaciones con baños abiertos, una terraza enorme para recibir a gente…
“Cuando mi marido vivía en Varsovia aproveché para invadir los armarios de nuestra casa y cuando venía no podía ni deshacer la maleta”
-Tienes un montón de proyectos entre manos…
-Sí; acabo de lanzar mi libro y tengo un sinfín de cosas en mente. Ahora voy a lanzar un nuevo apartado en Mypeeptoeshop con cositas de alimentación que me costaba encontrar en España, como algunas infusiones y superalimentos sin azúcares o edulcorantes; una línea de joyería; cositas de deporte…
-¿Cuándo empezó a interesarte tanto el deporte?
-Hace ocho años. Llevaba una vida muy sedentaria, me alimentaba fatal… Y de repente me empecé a notar menos tonificada, etc. Tenía 28 años, recuerdo que estaba en un puente de mayo en Marbella y, cuando llegué a Madrid, me apunté a un gym y empecé a ir una vez por semana con un entrenador. Después dos, tres… Hasta que terminé entrenando incluso dos veces al día y completando dos maratones. Ahora las mejores ideas las tengo corriendo.
“Durante el confinamiento empecé a hacer entrenamientos en directo y eso llegó a muchísima gente… La facturación de la web se multiplicó por cinco o seis”
-¿Cómo habéis vivido en la empresa este año tan difícil?
-Para nosotros el confinamiento supuso muchísimo trabajo. Empecé a hacer entrenamientos en directo y eso llegó a muchísima gente (llegamos a ser 36.000 personas conectadas entrenando a la vez). La facturación de la web se multiplicó por cinco o seis… Y creo que, en general, todos pudimos estar más conectados, de una forma más real. Yo estaba en casa, y compartía mi día a día, con mis recetas y mis entrenamientos, y eso llegó a la gente de una forma nueva. Ahora estamos todos más unidos, ¿no crees?
Ensalada de hinojo macerado con olivas negras y parmesano
Ingredientes
● 3 o 4 bulbos de hinojo ● 1 limón ● 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra ● 100 g de parmesano ● 1 puñado de olivas negras deshuesadas ● sal y pimienta molida al gusto
Elaboración
“Es una de mis ensaladas preferidas; y me parece un acompañamiento perfecto para cualquier plato de carne o pescado.
- Para hacerla, lo primero es cortar en láminas muy finas los bulbos de hinojo con un cuchillo muy afilado o una mandolina.
- Vertemos el zumo de un limón y el aceite de oliva virgen extra sobre ello y removemos bien para que se integre todo.
- Añadimos sal y pimienta y dejamos reposar al menos cuatro horas para que se macere (yo suelo hacerlo la noche antes si es para comer o por la mañana si es para cenar).
- En el último momento, justo antes de servir, amontona el hinojo en un plato grande, agrega las aceitunas y utiliza un pelador de patatas para raspar finamente el queso parmesano sobre la ensalada ¡y listo!”.
Realización: Iria Ballesta.
Fotografías: Iciar J. Carrascoso
REPORTAJE DE ¡HOLA! Living.
Look 1: pantalón de My Peep Toes; blusa de Claudie Pierlot; cinturón de Valentino
Look 2: conjunto de Eres
Look 3 : pantalón de My Peep Toes; jersey de Dsquared2; cinturón de Esfascinante.
Look 4: Cárdigan de Dsquared2; pantalón de Mon&pau; zapatos de Manolo Blahnik
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