Nuestro número de ¡HOLA! living septiembre no podía empezar de otra manera. En un momento de adaptación e incertidumbre, en el que nos va a tocar reconectar con nosotras mismas y reinventarnos para encontrar nuestro sitio en esta 'nueva normalidad', la filosofía y el estilo de vida de María del Prado se presenta como el perfecto ejemplo a seguir. La aristócrata, musicoterapeuta y consultora de mindfulness nos recibe en su maravilloso refugio de Istán, una casa asomada a las Columnas de Hércules, donde la pintura, el arte, la música y la tierra lo bañan todo de una energía única.

Allí, la hija de los marqueses de Caicedo realiza talleres, consultas, retiros idílicos y sesiones por zoom, movida por el deseo de ayudar a los demás y usando las mismas herramientas que tanto la ayudaron cuando, hace diez años, le diagnosticaron un cáncer. "A veces, la vida te da un susto para que despiertes", nos cuenta, un bache del que consiguió recuperarse e incluso salir fortalecida. "Mi cáncer, hace ya diez años, fue un regalo en un envoltorio muy feo, pero gracias a él empecé este camino".

Un camino que le ha llevado a entender la vida de una forma diferente. "Me preocupa esta cultura del ‘positivismo’ que nos exige estar bien para ser aceptados; tapamos las emociones por miedo a que estas nos superen o al rechazo, pero las emociones vienen para ser vistas y solo se sanan sintiéndolas", explica la aristócrata, que utiliza el arte para drenarlas y evitar así que acaben manifestándose en problemas físicos o emocionales. Pero, además de la pintura, la escritura creativa y la música, de la cual afirma que "es como trabajar con magia", María mantiene 3 rutinas diarias que le ayudan a sentirse bien, en paz y agradecida, y que tú también puedes empezar a practicar desde ya. 

Cómo sentirte bien en solo 3 pasos

Atención plena

 “Lo que hagas cada día con los sentidos puestos y sin piloto automático es mindfulness. Nuestra cabeza suele estar en la oficina, en los problemas, en el futuro o en el pasado, cuando la vida es aquí y ahora”. 

Momentos mindfulness 

”Lavar los platos sintiendo la textura, el olor del Fairy; ducharse sintiendo el tacto de la piel, la respiración y la sensación del agua sobre el cuerpo; o ponerse cremas sintiendo el olor, el masaje en la piel”. 

3 grandes gestos

“Apunta cada noche tres cosas por las que estés agradecido del día. Haz una dieta de quejas. Haz las cosas como si fuera la primera vez; la mente del principiante está llena de posibilidades”.