Pasar una tarde de invierno al fuego de la chimenea con una taza de café bien calentita, admirar las auroras boreales en medio de la naturaleza o simplemente disfrutar de un plato de comida recién hecho y cocinado con todo el mimo del mundo. Esos pequeños detalles que te aportan momentos de felicidad plena son la base del kos, la filosofía noruega que promete revolucionar el estilo de vida occidental. Heredera del hygge danés y el lagom sueco, y en línea con el gökotta escandinavo, el término proviene de la palabra koselig, que hace referencia a esa sensación de bienestar y amparo que sientes cuando estás en contacto con la naturaleza, admirando el paisaje. 

No obstante, la gran diferencia entre ésta y el resto de corrientes que defienden el disfrute de los pequeños detalles de la vida, es que el kos solo se entiende en compañía de otros. Las características medioambientales y meteorológicas de los países nórdicos, con sus bruscos cambios estacionales y noches que pueden durar hasta 16 horas, llevan a las personas a reunirse con mucha más frecuencia. El compañerismo es la base del estilo de vida nórdico, que aspira a disfrutar de una vida mucho menos pretenciosa, centrándonos en esas pequeñas alegrías y momentos que nos hacen realmente felices. 

Esta nueva corriente tiene además muy en cuenta la ecología, ya que es un constante recuerdo de que debemos cuidar de la naturaleza, al igual que de nuestros compañeros y amigos. En tu día a día, esta nueva filosofía es muy fácil de aplicar, y se complementa a la perfección con otras como el Ikigai o el jólabókaflód. Comprar un jersey de lana confeccionado artesanalmente, disfrutar de los rayos de sol sobre tu piel los primeros días de primavera en compañía de tu mejor amiga, un paseo por el campo de la mano de tu pareja o saborear tu plato favorito cocinado por tu abuela, todos estos momentos son, según el kos, la clave para encontrar la felicidad plena

Pero además, se trata de un estilo de vida que conlleva numerosos beneficios para tu salud. Además de reducir los niveles de estrés y ayudarte a ver el lado positivo en los momentos más cotidianos, pasar tiempo en la naturaleza mejora la salud y genera una sensación de bienestar general, reduciendo el número de pensamientos negativos que pasan por tu cabeza. Del mismo modo, disfrutar de una bebida caliente aumenta la generosidad, según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Yale, y la luz de las velas mientras disfrutas de una noche de mantita y sofá junto a tu pareja, promueve la sensación de relajación y fomenta la creatividad.