Guerra en el mundo del toro por la Medalla de Oro de las Bellas Artes a Francisco Rivera

José Tomás y Paco Camino han devuelto sus Medallas de Oro al Ministerio de Cultura en protesta por la concesión a Rivera Ordóñez: Morante de la Puebla calificó de 'vergüenza' que se la den al hijo de Paquirri y Cayetano Rivera, en apoyo de su hermano, ha anunciado que no toreará con Morante

Por hola.com

La guerra en el mundo del toro se ha desatado a causa de la concesión de la medalla de oro de las Bellas Artes a Francisco Rivera. Los últimos y los más polémicos en manifestarse han sido José Tomás y Paco Camino, que han devuelto al Ministerio de Cultura las medallas de oro que les fueron otorgadas, según han dicho, "por sentir vergüenza torera" de que se la hayan concedido a Rivera Ordóñez.

Las Medallas de las Bellas Artes se conceden anualmente en su modalidad de oro, plata y bronce desde el año 1969 pero a partir de 1996 el Ministerio de Cultura otorga únicamente la medalla de oro. Estos galardones distinguen a figuras o entidades que hayan destacado por sus servicios de fomento y difusión del arte y la cultura.

Según informa la página oficial de Francisco Rivera, el torero fue propuesto por el Ministerio de Cultura para merecer la mencionada condecoración "tras haber cosechado éxitos en las distintas plazas entre las Ferias de Madrid de 2001 y 2002 o la Goyesca de 2008, todo ello después de acortar su número de actuaciones, dando prioridad a afinar su técnica que resulta ahora más estética, reposada y profunda". Una decisión cargada de polémica a raíz de las declaraciones realizadas por Morante de la Puebla: "Sinceramente, que le hayan otorgado la Medalla del Mérito a las Bellas Artes a Francisco Rivera Ordóñez es una vergüenza. Y no lo digo, por Rivera Ordóñez sino por quienes se la han concedido. Este es un claro ejemplo y grande del conocimiento que los responsables del galardón tienen sobre el toreo y sobre el arte. Y de lo que hacen y deshacen con él", declaró el torero.

Rivera Ordóñez recibirá la medalla de oro de manos de los reyes don Juan Carlos y doña Sofía junto al actor Imanol Arias, el restaurador Juan María Arzak, el cantautor José Antonio Labordeta, el cantante Miguel Bosé, la directora de cine Isabel Coixet y el productor cinematográfico y actual presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, entre otros. En años anteriores, fueron distinguidos en el apartado taurino El Litri, Curro Romero, El Viti, Pepe Luis Vázquez, Álvaro Domecq y Díez, Antoñete, Rafael de Paula, Manolo Vázquez, Ángel Luis Bienvenida, Espartaco, Paco Camino, Antonio Ordóñez, José María Manzanares, Enrique Ponce y José Tomás.

La defensa de los ‘Cayetano’
El primero en salir en defensa de Francisco fue, como no podía ser de otra manera, su hermano Cayetano que se ha negado a compartir cartel con Morante de la Puebla después de las desairadas declaraciones sobre Francisco. Ahora queda por saber si también se va a negar a torear con José Tomas. Fuera del mundo taurino Francisco tiene que agradecer la defensa pública de Carlos Herrera: "Me parece bien que le den el premio a él, es una buena persona y un torero muy valiente, llena muchas plazas". Y sobretodo la de su ex cuñado y amigo, Cayetano Martínez de Irujo en una carta enviada al diario ABC que dice así:

Señor Director:
Al torero Francisco Rivera Ordóñez le han concedido, después de largos años de triunfar en los ruedos de España, Francia y América, la Medalla al Mérito en las Bellas Artes. Un acierto porque los toros es la fiesta del arte y el valor, fiesta enraizada en la expresión más profunda de la cultura popular.
El torero Morante de la Puebla ha declarado que «es una vergüenza que le hayan dado la Medalla al Mérito en las Bellas Artes a Rivera Ordóñez». Morante de la Puebla, señor Director, puede pensar lo que le venga en gana del arte de Francisco Rivera. Pero que un torero descalifique así a otro torero demuestra, en primer lugar, falta de compañerismo. Es, además, un ejemplo deleznable de mal estilo y de inelegancia. La envidia es libre y Morante de la Puebla ha demostrado con sus declaraciones que es un pobre hombre resentido y despreciable, incapaz no ya de elogiar el éxito de un compañero, sino ni siquiera de guardar un discreto silencio.