El característico estilo Trump brilló como nunca en la boda de Ivana Trump y Rossano Rubicondi. La boda se celebró en al mansión Mar-a-Lago que Ivana conoce tan bien ya que la adquirió su ex marido, Donald, cuando estaban casados. Ivana se encargó de que todo estuviera a su gusto y no dejó detalle al azar. Quería que su cuarto matrimonio fuera una boda por todo lo alto y lo consiguió.
Sus hijos, Donald Jr. y Eric, la acompañaron en su recorrido hacia el arco floral bajo el que le esperaba su novio, un atractivo italiano que trabajó como bailarín y es 23 años más joven que ella. Para la pareja, la diferencia de edad que hay entre ellos no es un obstáculo e Ivana siempre ha destacado que prefiere los hombres jóvenes.
A la novia le resultó tan difícil elegir un vestido que al final llevó tres: uno para la ceremonia de la boda, otro para el cóctel y el tercero para el banquete. Los tres eran de color rosa como ya se intuía en la invitación de su boda. A las damas convidadas les pidió "vestido largo en color pastel, excluido el rosa y amarillo". Si sus hijos tuvieron el privilegio de acompañarla hacia Rossano, su hija Ivanka fue la dama de honor. Curiosamente, Ivana no sólo eligió para contraer matrimonio con Rossano la mansión en la que su más famoso ex marido, Donald Trump, se casó con Melania Knauss. Celebró la fiesta en el mismo salón en el que Donald y Melania estuvieron con sus invitados y, al igual que a ellos, les casó la hermana de Donald, la juez Maryanne Trump Barry. Entre los quinientos invitados, no faltaron algunos rostros conocidos como Brigitte Nielsen y Rick y Kathy Hilton, los padres de Paris Hilton.
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