Finalmente, la policía y la doctora consiguieron convencer a Raquel para que se le trasladara al hospital Puerta de Hierro de Madrid. Dado que sufría una gravísima crisis de ansiedad (se ha llegado a hablar de brote psicótico), llegó al centro médico en una ambulancia de la Unidad Psiquiátrica. Si esa mañana, cuando nada hacía presagiar lo que iba a suceder, Raquel salía de casa protegiéndose del frío con un abrigo de piel, cerca de la medianoche (con las temperaturas todavía más bajas), la peluquera iba con un simple jersey.
Hospitalizada a medianoche Raquel ingresaba en el hospital a las doce y cuatro minutos de la noche del viernes. Al bajar de la ambulancia no necesitó ninguna ayuda, entró en el centro médico por su propio pie y nunca se le vio resistiéndose. Muy cerca de ella, como es lógico, el equipo médico que vigilaba su estado. Al mismo tiempo que ella dejaba su casa, su marido, su hermano y su padre hacían lo propio. Tony llevaba con él el bolso de Raquel con la documentación necesaria para el ingreso médico. Su madre, Ángeles, seguía en la casa, al cuidado de su nieta. Al día siguiente, y a la espera de la mejoría de Raquel, la niña, de dos meses, fue llevada a la casa de los padres para que así Tony pueda estar permanentemente en el hospital. Las únicas salidas de la clínica, los únicos momentos que se han apartado del lado de Raquel han sido para comprar pañales y leche para Raquelita ahora que va a estar en casa de sus abuelos.
Una piña en torno a Raquel El hermetismo sobre lo que le ha sucedido a Raquel Mosquera ha sido absoluto. No ha habido parte médico oficial, la familia no se ha querido pronunciar y ni siquiera desde el hospital quieren confirmar que Raquel esté allí ingresada. Todos han preferido guardar silencio por el bien de Raquel. Sin embargo, las pruebas son irrefutables y las imágenes impactantes. La ambulancia y el coche de la policía frente a la casa de Raquel el viernes por la noche, ella saliendo de la casa por su propio pie pero sin abrigar en unos días tan gélidos y con el equipo médico acompañándola, la preocupación de sus familiares que desde el viernes noche no han abandonado el hospital haciendo turnos para estar a su lado...
Un hecho aislado Como no hay diagnóstico oficial, no queda más remedio que remitirse a las fuentes no oficiales. Se ha hablado de gravísima crisis de ansiedad. También de algo mucho más serio, de un brote psicótico que parece ser que fue el diagnóstico médico. El brote psicótico se define como una alteración grave en el juicio de la realidad que se asocia con la presencia de delirios, alucinaciones y cambios en la conducta. El brote psicótico No tiene porqué ser una enfermedad crónica sino un hecho aislado causado por una medicación, por alguna alteración.. Otra causa, según estas mismas fuentes, podría ser que hubiera una medicación psiquiátrica y que se haya faltado uno o varios días a la prescripción facultativa. La situación de Raquel en el hospital no deja de ser una incógnita como lo es su estado. Se ha rumoreado que estaba aislada, lo que podría resultar habitual dado que se trata de un problema psiquiátrico, e incluso que había sido sedada e inmovilizada con el fin único de tranquilizarla. Nada se sabe con certeza únicamente nos queda recurrir a las fotografías del día que fue ingresada y en las que se le ve calmada y sin que nadie tenga que obligarla a entrar en el hospital o a la ambulancia. Mientras ella lucha por recuperarse, los suyos han formado piña. La prioridad ahora se llama Raquel y lo que más les preocupa su salud. Los comentarios que nunca han faltado sobre la supuesta mala relación entre Tony y la familia de Raquel caen estos días por su propio peso. Ahora, cuando de verdad importa, no se han podido mostrar más unidos. Tony llamó a su cuñado y a suegro cuando vio que Raquel estaba mal. Con el novio de Silvia, la hermana de Raquel, y con Jesús, el hermano, compartió la angustiosa espera en el hospital Puerta de Hierro y diariamente regresa al lado de su mujer acompañado de sus padres y hermanos.
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