"Que 6.000 kilómetros no es nada...", podría decir un tango dedicado a la pareja formada por Gonzalo Miró y la Duquesa de Montoro. Y no es nada, porque desde septiembre hasta la fecha, Gonzalo Miró ha cruzado el océano en repetidas ocasiones. La última, hace apenas diez días. Esta vez, cuando Estados Unidos es pura fiesta por el Día de Acción de Gracias, el joven ha regresado a la patria para estar junto a Eugenia Martínez de Irujo en una fecha muy especial. El sábado 26 de noviembre la Duquesa cumplía treinta y siete años. Y Gonzalo quiso estar junto a ella. La víspera del aniversario, la pareja salió a cenar, con todos los elementos propios del romanticismo; y el sábado, comieron juntos. Que los minutos pasan, y los días, y la distancia hay que curarla a base de encuentros.
Cuando el amor ilumina Un conocido restaurante de Madrid, dos velas que iluminaban a la pareja de enamorados y una cadeneta de regalos. Así vivió Eugenia Martínez de Irujo su 37 cumpleaños. Además de la felicidad por el reencuentro con su amor, a la Duquesa de Montoro la jornada le deparaba otras sorpresas. Entre ellas, la actitud de la prensa que, con un bonito ramo de flores de peluche, quiso agradecerle a Eugenia Martínez de Irujo la amabilidad con que les trata en el ejercicio de su profesión. Por su parte, ella no dudó en manifestar que este regalo "me ha llegado al alma. Muchas gracias". Y es que la sonrisa se ha convertido en una constante en el rostro de Eugenia. La sonrisa que habla de felicidad. Eugenia Martínez de Irujo se ha reencontrado con el amor. Y Gonzalo Miró le colma de detalles. Para avivar la llama. A pesar de los 6.000 kilómetros...
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