«Llevamos sólo cuatro meses juntos, es muy pronto para hablar de nada. Estamos creando juntos algo importante, y ya veremos a dónde nos lleva. No quiero que haya presión, por eso no quiero poner límites. Estamos haciendo un esfuerzo los dos para que la antorcha no se apague y, pese a nuestros compromisos, hacer lo posible para vernos cada dos semanas. En París, en Nueva York, donde sea. Para lograrlo, la mujer que está contigo ha de ser muy inteligente, capaz de sacrificarse y tener disponibilidad de movimiento. Tú necesitas entender y admirar su trabajo para poder hacer otro tanto. Admiro a Heidi. Creo que Heidi es fantástica».
Y ella le admira a él. Ella y la gente que le rodea; entre otras cosas, por la proximidad de su jefe hacia ellos. No es el señor Briatore para nadie, sin Flavio, Flav o FB. Para todos, desde la recepcionista hasta el mecánico más joven del equipo. Y alguien tremendamente cercano para Fernando Alonso. «Mi equipo y yo estuvimos "investigándole" durante tres años antes de hacerle el contrato, y tuve que pelear duro para imponerle porque había otros corredores perfectamente cualificados para el puesto, pero tuve el "feeling"...». Flavio creía tanto en Alonso que ya hace dos años, en una carrera en la que se encontraba Su Majestad el Rey, le dijo:«Vamos a tener un corredor español que promete». Lo que casi nadie sabía entonces era cuánto iba a prometer este chico.
«Lo primero que hicimos fue dibujar su carrera a largo plazo. Vamos a hacer esto ahora y luego esto, y esto... Es un proceso complicado, que requiere una estrategia, porque si colocas al chaval en el circuito en un momento no adecuado, puedes quemarlo, y quemar un talento es un desastre. Está saliendo bien porque Fernando tiene todas las características de un ganador. Tiene inteligencia, carácter fuerte, es determinado, tiene talento, es guapo, cálido y sabe manejar los medios de comunicación. Será una estrella como lo fueron Senna o Prost en su día. España tiene por primera vez un campeón de Fórmula 1».
Además, añade Flavio: «Viene de una familia "pobre", para que nos entendamos, una familia de clase media, porque según las estadísticas, los niños ricos a los que su papá les compra un coche y les apoya nunca llegan lejos. Les faltará posiblemente la ambición. Estamos cambiando la imagen del corredor de Fórmula 1 con Fernando, porque es joven, afable, eso le hace entrañable al público. Estamos tratando de tener el coche más rápido, pero recuerda que a Ferrari le costó veinte años ganar un campeonato y nosotros, con Renault, llevamos tan sólo dos. Pero estamos en el camino y las cosas van cambiando muy deprisa. Hace cuatro meses, nadie había oído hablar de Fernando. Hoy es un héroe. Antes, las carreras de coches no se televisaban en España, apenas en Cataluña, y ahora tienen entre seis y siete millones de espectadores. Te pronostico que para final de año serán diez».
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