Carmen Bazán, al límite de sus fuerzas: 'Estoy deshecha mi marido me hace la vida imposible'

Por hola.com
—Está muy rotunda.
—No quiero nada de mi marido. Jamás. Desde que le conocí, cuando yo tenía diecisiete años, siempre le mantuve y he sacado a mis hijos adelante. Por eso, ahora, a mis cincuenta años,¿para qué quiero yo que me mantenga? Lo único que le pido,¡lo único!,que salga de «Ambiciones »,puesto que él tiene un chalé y los siete días de la semana, como decía, duerme en mi casa, y el fin de semana con sus amigas. Y si tiene un chalé por el que paga de alquiler cuarenta mil duros,¿cómo es que no me puede pasar una manutención a mí? Yo no tengo nada, ni cuenta corriente, ni tarjeta de crédito. Nada. Yo he firmado mucho ,pero nunca he cobrado.
—¿Solicita alguna cantidad compensatoria mensual?
—Mi abogada ha puesto la cantidad de tres mil euros. Y quiero decir que si mi marido tiene una paga es porque yo se lo arreglé. Le dieron la invalidez cuando tenía treinta años debido a su defecto en la cadera desde los siete años. Me lo arregló una amiga mía en la Seguridad Social. Pero te vuelvo a decir que lo que quiero es que se vaya, porque es muy doloroso que se siente a comer en la casa, con la cara dura que tiene, frente a todos nosotros como si no hubiera hecho nada.
—¿Ha intentado hablar con su marido?
—¿Yo? Para nada. Él actúa como su tuviera veinte años, y de veinte nada; tiene sesenta. Por otra parte, él ha sido quien ha facilitado a la prensa la demanda de separación.
—Rencor, odio, dolor ,rabia, impotencia … ¿Qué siente?
—Rebeldía. Quererle, como te decía, ya no le quiero. Siento rebeldía porque he tenido con él cuatro hijos y he estado viviendo cuarenta años a su lado. No puedo con la traición y el engaño. Y él, diciendo encima que todo era mentira, que no tenía nada con nadie, que lo único que tenía era muchas amigas y que lo mismo va con una que con otra. Pero, claro, es muy bonito que vengas a casa y te pongan el plato y tengas tu habitación y la ropa limpia.
—De todas formas, el ambiente en «Ambiciones » debe de cortarse con un cuchillo.
—Mis hijos hablan y se ríen entre ellos.
—Como si no pasara nada.
—Tanto como eso no. Víctor es «sí » o «no »,y los demás hablan a su padre con respeto. Pero no hay esa armonía familiar en la que todo el mundo se cuenta todo. No. De todas formas, no hay que olvidar que mis hijos y yo no hemos tenido respeto a Humberto Janeiro, sino miedo. Pero eso ya se ha acabado.
’Jesús se lleva fantásticamente bien con María José
CON MARIA JOSE » —Por cierto ,se ha dicho que Jesús estaría pasando por una crisis económica.
—Mi hijo no tiene problemas económicos. Eso es falso. Todavía hay dinero. Ha habido negocios malos, pero también otros muy buenos. Y aprovecho igualmente para decir que Jesús se lleva con su mujer fantásticamente bien. Todo son montajes para agarrarse al carro de mi hijo, como también están haciendo las amigas de mi marido.
—Porque mira que han hablado de Jesús y de su supuesta estancia en Marbella cuando nació su hija Julia.
—La niña nació el Jueves Santo de madrugada. Jesús me trajo a mi nieta Andrea porque María José se había puesto de parto. Mi hijo y sus suegros se fueron con María José. Amaneció el Viernes Santo y mi nieta nació a las siete de la tarde. Jesús había estado sin dormir. A las diez de la noche nos vinimos para el campo. Conmigo se vinieron una amiga y Andrea. Al día siguiente, Jesulín se fue a torear a Marbella. Su suegro estuvo con él. Cuando terminó la faena, mi hijo viajó a Sevilla para ver a su mujer y a su hija. Por eso te digo que todas las que ahora salen se quieren agarrar al carro de Jesús.

Y añade con tristeza:
—Conocí a Humberto cuando yo tenía diecisiete años y le he querido más que a mi propia vida. Como he trabajado siempre, no tengo que agradecerle a mi marido ningún plato de comida. Al revés: he sido una persona que he ayudado. Y si él no me quiere dar dinero, pues que no me lo dé. Yo siempre he podido sacar adelante a mis hijos. He trabajado ,he tenido tiendas.