Así tienes que proteger tu hígado en Navidad, si no quieres que te pasen factura los excesos

Ya sabes que las comidas y cenas navideñas se convierten en kilos de más. Quizá no tengas tan presente que esos excesos también se ceban con el hígado. Si quieres protegerlo sigue estos consejos: menús más ligeros y sanos, compensar en días intermedios y tomar plantas que lo cuiden.

Por hola.com

El hígado es un órgano esencial y hay que mimarlo. Es el encargado de producir la bilis que ayuda a transportar los desechos y a descomponer las grasas en el intestino durante la digestión, convierte el exceso de glucosa en glucógeno para almacenarlo y posteriormente obtener energia, produce colesterol y proteínas especiales como los factores de la coagulación sanguínea…También tiene la función de depurar tóxicos como el alcohol y los medicamentos de forma que el cuerpo pueda usarlos sin que resulten tóxicos. Y en Navidad, suele trabajar a marchas forzadas. 

Los excesos pasan su factura 

A pesar de que es un órgano con una gran capacidad de regeneración, el estrés al que le sometemos durante estas fechas es tal que, si no le damos un respiro, nos puede pasar factura. "El consumo de calorías medio para un adulto es de aproximadamente 2.000 al día. Sin embargo, en Navidad podemos llegar a consumir 1.200 o más en una sola comida. Además, comemos más grasas, azúcares y tomamos más alcohol. Esto le obliga a trabajar mucho más", indica el doctor Juan Carlos Ocaña, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá. 

El aumento en estas fechas de la ingesta de alimentos ricos en grasas y azucares y de alcohol puede conducirnos al sobrepeso y a la larga "nuestro hígado se puede resentir y pueden aparecer problemas como el hígado graso no alcohólico que, aunque en la mayoría de las personas tiene un buen pronóstico con cambios en el estilo de vida, podría acabar con el tiempo en inflamación, fibrosis, cirrosis o, incluso, carcinoma hepatocelular", advierte el especialista. ¿Qué hacer entonces para cuidarnos en Navidad? Preparar menús equilibrados, no picar entre horas, evitar el alcohol, beber entre 1,5 y 2 litros de agua, hacer ejercicio físico diario y tomar productos que nos protejan.

Mídete en los días intermedios 

"Es absurdo prohibir alimentos porque las navidades son época de excesos y resulta casi imposible librarnos de ellos", reconoce Andrea Calderón, nutricionista de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA). "Pero podemos aprovechar los días intermedios para compensar", añade. Para ello, nos aconseja estos trucos: 

Planifica: muchas veces optamos por platos fáciles a base de embutidos, quesos o carne porque nos ha pillado el toro. Pero se pueden elaborar menús deliciosos, bajos en calorías y muy apetecibles si lo planificamos con tiempo. Por ejemplo, recetas ligeras para Navidad podrían ser: una crema de guistante con tiras crujientes de puerro y hojas de menta de primer plato; un tartar de salmón marinado con crema de aguacate, cebollino y algas rojas y un postre ligero como perlas de tapioca en sopa de coco especiada y mango. 

Haz la comida justa: seguro que cada Navidad cocinas para un batallón y al día siguiente tienes la nevera a rebosar de sobras. ¡Cuidado con ellas! Vas a volver a ingerir calorías de más. Para evitarlo, calcula fríamente las raciones, haz la comida realmente necesaria y opta por servir en platos más pequeños. Es preferible ofrecerles un tentempié por la tarde y comer más veces pero menos cantidad, que pegarse el atracón en una sola comida.

Evita los procesados: productos como la carne procesada, los embutidos, la bollería o los dulces contienen mucho azúcar y sal. Estas sustancias obligan al hígado a trabajar más de lo habitual. En cambio, si optamos por alimentos más naturales le ayudaremos a regenerarse y, además, evitaremos esos kilos extra típicos de estas fechas. 

Ojo con las grasas 'trans': suelen ser muy habituales en los productos procesados y en los postres. Lee las etiquetas para descartar aquellos productos que las contienen ya que se ha visto que contribuyen a la obesidad, la resistencia a la insulina y favorecen la aparición de problemas de corazón. 

Haz deporte: el ejercicio físico es el mejor aliado para quemar los azúcares y grasa que tu cuerpo no utilice para generar energía. Organízate para hacer más ejercicio los días previos, caminar antes y después de comer al menos 30 minutos y a paso ligero. Otra manera de hacer deporte sin darte cuenta es subir las escaleras en vez de coger el ascensor, ayudar a tus familiares o amigos a poner y recoger la mesa y planificar con tus hijos o sobrinos excursiones para ver las luces navideñas o los belenes. 

Un plus para protegerte

Si aún así quieres curarte en salud y ofrecerle a tu hígado un cuidado extra en estas fiestas o el resto del año, olvídate de dietas depurativas y come sano. "No es necesario hacer ninguna dieta de eliminación de toxinas si siempre cuidadamos lo que comemos y optamos por una alimentación saludable. Además, hay alimentos que se consideran hepatoprotectores y podemos incluirlos en la dieta semanal", recuerda Andrea Calderón. 

Por ejemplo, todas las verduras son hepatoprotectoras, en especial la alcachofa, el apio, las espinacas, la coliflor y el brócoli. Los alimentos ricos en potasio también lo son. Es el caso de los frutos secos, las legumbres y tubérculos como las patatas. Además de la dieta, hay plantas que te ofrecen un plus.

VER GALERÍA

Es el caso del cardo mariano que contiene flavolignanos (silimarina, silibinina o silibina, silicristina, silidianina y isosilibinina), sustancias antioxidantes con propiedades hepatoprotectoras. "Esta planta puede prevenir el daño que causan los excesos navideños al hígado. Funciona como un escudo protector y además regenera las células hepáticas", explica la doctora Teresa Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidenta de INFITO. "También se recomienda para aliviar la dispepsia, un trastorno que aparece después de las comidas muy pesadas y que se caracteriza por producir pesadez, dolor de estómago, ardor, flatulencia y náuseas; así como el hígado graso o como complemento si se toma alguna medicación que pueda dañar al hígado", añade el doctor Ocaña. 

Se aconseja optar por el preparado farmacológico de venta libre en farmacias ya que contiene la concentración óptima para que actúe eficazmente. No es necesario esperar a los días señalados para tomarlo. Es más, es recomendable empezar antes de las navidades. "Pero es también eficaz si se decide utilizarlo solo los días que se prevé comer más", indica la profesora de farmacología. 

Otras plantas como la alcachofa, el diente de león o especias como la cúrcuma también ayudan a proteger este órgano. Antes de consumirlas es importante consultar con el farmacéutico o el médico para asegurarnos de que no sea contraproducente para nuestra salud. Recuerda que los suplementos a base de plantas o las infusiones, aunque sean naturales, no son inocuas.