Miriam Galisteo, Barcelona, 46 años
A esta bombera, el cáncer de mama le llegó con solo 40 años. "Me diagnosticaron en septiembre de 2016. Mi madre había pasado también un cáncer de mama y por edad ya me tocaba hacerme una mamografía de control, pero ni de broma pensaba que saldría nada", comienza explicándonos.
También no confiesa que en realidad fue su hijo quien le salvó la vida antes, incluso, de existir. "Esa mamografía me la hice por control, porque no descartaba someterme a un tratamiento de fertilidad".
Al igual que sus compañeras, insiste en la importancia de hacerse pruebas para la detección precoz. "Si no hubiera ido a hacérmelas, no lo hubiera detectado a tiempo". Cuando le preguntamos cómo encajó la noticia, reconoce que 'fatal'.
De hecho, opina que no hay otra manera de recibir este tipo de noticias, al menos, al principio. "Me encontraba perfectamente, no me notaba nada. Aunque el pronóstico no era demasiado alarmante, aquello hizo tambalear toda mi vida: no sabía si yo volvería a ser la misma, si podría continuar trabajando de bombera, si podría continuar practicando los deportes que me gustaban... Lloré mucho y también le resté importancia, como si quisiera negarlo, pensé que no podía ser nada grave en realidad".
Y es que Miriam, por su estilo de vida, nunca vio el cáncer como algo que podía pasarle a ella, ya que cuidaba su alimentación, hacía mucho deporte, como bici, montaña, esquí... Pero se dio cuenta de que esta lotería le puede tocar a CUALQUIERA. Y lo dice así, en mayúsculas. Porque quiere que todas las mujeres se hagan autoexploraciones, pruebas de control porque el pronóstico cambia cuando se coge a tiempo.
Recuerda los primeros días de mucha tristeza y lloro. "Pero pasó volando", reconoce. "Todo pasó muy rápido porque en un mes aproximadamente desde la primera mamografía ya me habían operado (mastectomía y reconstrucción a la vez). Recuerdo que era el 50 aniversario de bodas de mis padres y mi objetivo era estar sí o sí con ellos para celebrarlo, así que pedí en el hospital salir un poco antes y me presenté a la comida aún con los drenajes por todas partes!".
Así demuestra esta chica, que se quedó embarazada en menos de un año tras la cirugía y que en pocos días se enfrentará a otro reto, el Reto Pelayo Vida, que con determinación y fortaleza se sigue adelante.
- Lee también: Los avances más importantes en cáncer