Así se manifiesta
La doctora nos confirma que los pacientes se vuelven inquietos, molestos, suspicaces, desorientados e incluso creen ver u oír cosas que no son reales, especialmente por la tarde y por la noche. “La capacidad de atención y concentración puede ser aún más limitada que lo que corresponde a su grado de demencia. Algunos de los pacientes pueden volverse más impulsivos, respondiendo a sus propias ideas de la realidad que pueden ponerles en peligro, a ellos a sus cuidadores o familiares”, nos detalla.
Y hace referencia a los problemas de comunicación que tienen estos pacientes. “Una persona que experimenta el síndrome del atardecer, cuando realmente lo que experimenta es hambre, incomodidad, dolor o necesidad de ir al baño, como no saben comunicar lo que quieren o necesitan, sólo puede expresarlo a través de la inquietud. A medida que la demencia avanza y entienden menos lo que ocurre a su alrededor, pueden volverse más frenéticos al intentar recuperar su sensación de familiaridad o seguridad”, nos cuenta.
Debido a la enfermedad, y que solo recuerdan hechos antiguos, es muy frecuente que el paciente se vuelva más ansioso por "ir a casa" (que lo que recuerdan del hogar es el que tenían en la infancia) o "encontrar a su madre" (a la que recuerdan mejor que a sus hijos) a última hora del día, lo que puede indicar una necesidad de seguridad y protección. “Es posible que intenten encontrar un entorno que les resulte familiar, en particular un lugar que les fue familiar en una época anterior de su vida”, cuenta.
Lee también: Este es el nuevo síntoma que podría asociarse a la enfermedad de Alzhéimer