No es la primera vez que te hablamos de las uñas como indicador de salud. Y es que, cuando esta parte de tus manos está mal, puede ser que haya un problema detrás. Ahora, nos fijamos mucho más en su cuidado. La cultura alrededor del cuidado de las uñas se ha impuesto con fuerza en los últimos años, convirtiéndose en uno de nuestros hábitos comunes de la rutina de belleza, no solo porque son un complemento de nuestro look, sino porque su apariencia puede dar una primera impresión cuando nos relacionamos con otras personas. Y es que las manos hablan. Pero, tal y como nos cuenta la farmacéutica Mar Sieira, en ocasiones, nuestras uñas están debilitadas, se muestran débiles y quebradizas, y tienden a romperse. Este es uno de los principales problemas que podemos encontrarnos en relación a nuestras uñas. Esto no hace sin complicar la tarea de su cuidado.
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¿Las cuidas como se merecen?
“Un cuidado inadecuado de las uñas puede ser un factor determinante a la hora de que estas se presenten quebradizas y opacas”, nos cuenta la experta, que no duda en resumirnos algunas de las razones por las que tus uñas pueden estar frágiles.
Y el primero de ellos es que te las muerdas o que suelas llevarlas a la boca. “Esta deteriora el esmalte natural que recubre la superficie de la uña y además, dificulta su crecimiento natural”, nos dice la experta.
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No las hidratas lo suficiente
Mar Sieira nos detalla que, al igual que ocurre con nuestra piel, las uñas deben hidratarse de forma constante para crecer de forma saludable y reducir las agresiones que sufren en el ambiente. “Hidrátalas con frecuencia, con aceites para cutículas o cualquier buen aceite vegetal”, nos sugiere la farmacéutica.
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Friegas sin guantes
Otra de las causas que puede contribuir a que nuestras uñas estén más frágiles y se rompan con más facilidad es no utilizas guantes de protección al manipular detergentes, blanqueadores o productos químicos agresivos. Sin duda, son enemigos de tus uñas, por lo que es importante que tengas en cuenta esta sugerencia.
Tratas mal el esmalte
Si tiendes a pintarte las uñas, es una mala opción retirar el esmalte con los dientes o descascarillándolo cuando comienza a caerse. “Esta práctica altera la capa superficial que protege la estructura interna de las uñas, provocándonos unas uñas quebradizas. Lo ideal es emplear productos adecuados para retirar el esmalte, verificando que su composición química no sea dañina para las uñas”, nos cuenta la experta.
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Las limas mal
Limarlas bien también influye. “Si no sólo limas para darles forma, sino que limas su superficie con la lima, puede provocar su debilitamiento, haciéndolas más quebradizas. Si el limado de los costados de la uña es exagerado, también puede acabar desgastando partes importantes de la estructura de la uña”, nos cuenta. Y el uso excesivo de uñas de gel o postizas puede acarrear consecuencias negativas sobre la estructura de las mismas, ya que durante su eliminación, se pueden perder nutrientes importantes para su crecimiento y desarrollo.
Las utilizas como herramientas
¿Quién no se ha sentido tentada de limar o utilizar como destornillador o palanca las uñas? Pues es un gran error, tal y como nos confirma Mar Sieira. Y es que esa mala costumbre también provoca fragilidad y debilitamiento en las uñas.
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Posibles problemas de salud
No obstante, si tus uñas además muestran un aspecto poco sano o te preocupan, ponte en manos de tu médico para descartar posibles alteraciones en tus uñas secundarias a una enfermedad de base. “Estrés, hipotiroidismo, diabetes u osteoporosis también pueden ser una causa patológica de uñas quebradizas”, nos cuenta Mar Sieira. Una buena opción para tratar las uñas blandas y quebradizas es aumentar la dosis de vitamina C, ácido fólico, proteínas y vitamina A.