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El deseo de muchas de nosotras (y de muchos) es mantener un aspecto joven el máximo tiempo posible. Pero el paso del tiempo hace estragos sobre nuestra piel. Y es inevitable que aparezcan las típicas arrugas, patas de gallo, bolsas y ojeras que tanto afectan a nuestra mirada. La vuelven más triste, cansada y todo ello nos hace parecer más envejecidas. Pero podemos recurrir a trucos sencillos, remedios caseros y productos naturales para rejuvenecer el contorno de los ojos y conservar un aspecto más fresco y sano más tiempo. Antes, de la mano de Reme Navarro, farmacéutica y cofundadora de MiFarma, vamos a ver por qué se produce el envejecimiento y si podemos retrasarlo. Ello nos ayudará a comprender cuáles son los factores que más influyen y cómo podemos tratarlos. 

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La piel del rostro, fina y muy sensible 

La piel del rostro es muy fina y sufre esfuerzos, ya que está sometida a la tensión de 22 músculos en constante movimiento y a unos 10.000 parpadeos al día. La zona del contorno, además cuenta con la piel más frágil de todo el rostro, al tener pocas glándulas sebáceas y escasear en fibras de colágeno y elastina. Por ello, pueden aparecer arrugas profundas y signos de cansancio de forma prematura. Es una de las zonas más delicadas del rostro y hay que prestar especial atención a ella, así como utilizar los productos específicos para hidratarla y cuidarla. Debemos utilizar productos que fortalezcan, suavicen y nutran la piel, al mismo tiempo que la protejan de radicales libres como el sol. Por ejemplo, utilizar un fotoprotector de cobertura alta y gafas de sol es fundamental, ya que los rayos UVA son uno de los factores que más contribuyen al envejecimiento de la piel.

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¿Cómo influye la genética en el aspecto de nuestra piel?

Hay estudios que sostienen que la genética influye en, al menos, un 60% en la edad que aparentamos. Los genes muchas veces son responsables de proporcionar humedad, textura, elasticidad, capacidad antioxidante y protección solar a la piel, etc. y por ello, pueden estar tan involucrados en el proceso de envejecimiento. Pero lo esencial es generar hábitos y, por supuesto, cuidar la piel también. Como señala Reme Navarro de MiFarma, lo ideal es optar por una gama de tratamientos faciales que abarquen todas las necesidades de nuestra piel: desde rutinas antiaging para tipo de pieles, hasta sérums de principios activos que se centren en el problema cutáneo, por lo que puede resultar muy útil a la hora de evitar un envejecimiento prematuro.

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La alimentación rejuvenece o envejece

Los hábitos influyen mucho en la piel, básicamente porque si el organismo está bien, es complicado que la piel no lo esté a no ser que se dé alguna enfermedad o anomalía cutánea. De esta forma, llevar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y, por supuesto, beber agua puede ayudar a que la piel tenga un buen aspecto tanto por dentro como por fuera. 

Hay alimentos, sin embargo, que nos pueden hacer envejecer. Está demostrado, por ejemplo, que el azúcar favorece el envejecimiento prematuro, porque propicia la flacidez de los tejidos. Una dieta que incluye un consumo de azúcar a diario, puede incluso hacer que cicatricen peor marcas y heridas. Además, el azúcar se adhiere a las proteínas en la sangre, creando unas nuevas moléculas (GAFs) que dañan el colágeno y la elastina. Asimismo, y entre otras cosas, favorece la inflamación de la piel y puede incluso provocar brotes de acné.

Y cuidado con la sal. Como explica la doctora Paula Rosso, especialista en nutrición del Centro Médico Lajo Plaza, 5 gramos al día debería ser el límite. Cuando se consume más de esta cantidad, nuestro cuerpo va almacenando el sobrante en órganos y tejidos en una proporción de 20 partes de agua por una de sal. Esto es lo que causa la retención de líquidos en el cuerpo y lo que conocemos como edemas, que lo único que son es sal y agua almacenada que no consiguen eliminar el riñón ni la piel.

Las consecuencias también se aprecian en el cabello -el exceso de sal puede provocar caída capilar ya que deshidrata el cuero cabelludo-, en la piel –que se vuelve más seca y con las arrugas más marcadas- y en el contorno de ojos –en forma de ojeras y bolsas provocadas por el edema-.

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Cuidado con lo que bebes porque te puede envejecer 

Tomar bebidas alcohólicas de manera continuada está muy relacionado con el deterioro cognitivo y reduce nuestros niveles de vitamina A en la piel. Además, tal y como comentábamos, es necesario beber grandes cantidades de agua para su metabolización y la piel termina sufriendo un proceso de deshidratación. Esto puede llevarnos a problemas de sequedad o incluso descamaciones hasta finalmente producirse el envejecimiento prematuro de la piel.

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Tratamientos naturales y plantas para la mirada

Los remedios caseros son muy populares, pero lo más recomendable es recurrir a productos testados dermatológicamente. Nunca se sabe hasta qué punto “lo natural” puede ser incluso contraproducente para la piel. De cualquier forma, sí existen productos con extractos de plantas, como los contornos con extracto de salvia o los sérum con extractos de miel y aloe que hidratan y ayudan a combatir las arrugas en esa zona de la piel. Luego también hay otros productos como los aceites faciales de almendra, que pueden ser más versátiles a la hora de utilizarlos como antiaging en todo el rostro y no solo en los ojos.

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Dieta, ejercicio: las claves para una mirada joven

Como comentábamos antes, los remedios caseros pueden ser un arma de doble filo y es mejor recurrir siempre a productos cosméticos que hayan pasado ciertos controles de calidad y sean seguros y, por supuesto, funcionen. Si queremos rejuvenecer nuestra mirada a través de los alimentos lo mejor es que los apliquemos en nuestra dieta y no como cosmético. Una dieta mediterránea y hacer ejercicio, pueden ser los mejores aliados naturales para mejorar nuestra mirada.

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Infusiones que ayudan 

Es el caso, por ejemplo, del ginseng. Aunque también lo puedes tomar en preparados farmacéuticos. Es una raíz milenaria con grandes propiedades medicinales. Inducidos por el estrés oxidativo, los radicales libres están involucrados en el envejecimiento celular. Al luchar contra el daño causado por estas especies reactivas, los ingredientes activos del ginseng pueden oponerse al envejecimiento prematuro del cuerpo.  Además, los ginsenósidos presentes en esta planta tienen un fuerte poder antioxidante. Estos antioxidantes naturales ayudan a combatir el estrés oxidativo. 

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Apúntate al yoga facial 

Hoy en día son muchas las mujeres que no quieren someterse a operaciones invasivas para mejorar su aspecto y se decantan por un tratamiento natural, basado en ejercicios y masajes sencillos y relajantes. Puedes encontrar más información en el libro 'Yoga facial. El método Up para un rostro joven a cualquier edad' , de Yunko Ueno (Ed. Kitsune) donde podrás ver los mejores ejercicios para rejuvenecer tu rostro y tu mirada. En este manual aprenderás cómo debes realizarte un masaje sobre el contorno de ojos o qué otros ejercicios puedes hacer para evitar endurecer los músculos de la cara. 

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