Diciembre es uno de los meses del año con más compromisos a nivel social. Cenas, copas de empresa, comidas con familiares, reuniones de amigos… La mayoría de ellos son en lugares cerrados y que coinciden con una época de bajada de temperaturas y de proliferación de virus respiratorios, responsables de la mayoría de resfriados. Aunque no existe una forma de evitarlos por completo, sí podemos prevenirlos con remedios caseros o ayudar a aliviar las molestias cuando los síntomas ya han empezado.
En opinión de la farmacéutica Mar Sieira, “la medida más eficaz para frenar la transmisión del resfriado sigue siendo el lavado frecuente de manos con agua y jabón”. Considera que “este simple gesto, reduce de forma notable la probabilidad de contagio”.
Cuidar la dieta para aumentar las defensas
Además, no podemos perder de vista que “en el plano nutricional, una alimentación basada en el patrón de dieta mediterránea favorece el funcionamiento normal del sistema inmunitario. Este modelo, caracterizado por el consumo abundante de frutas, verduras, legumbres, frutos secos, aceite de oliva y pescado, aporta vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales”.
- Entre ellos, la experta destaca la vitamina C, presente en cítricos, kiwi, pimiento rojo o brócoli, que participa en la protección celular y en la respuesta inmunitaria. “Aunque por sí misma no evita el resfriado, es un nutriente esencial cuyo aporte en dosis adecuadas beneficia al funcionamiento normal del sistema inmunitario, por lo que se convierte en un aporte no negociable en su prevención”, nos dice.
- La farmacéutica también remarca el papel importante del zinc, otro nutriente importante para las defensas del organismo. “No impide el contagio, pero algunas revisiones señalan que puede acortar la duración del resfriado si se consume al inicio de los síntomas. De forma preventiva, basta con incluir en la dieta legumbres, frutos secos, semillas y cereales integrales, que son fuentes naturales de este mineral”, apunta.
- Otros ingredientes habituales de la dieta también desempeñan un papel complementario. “En el caso del ajo, destacan la alicina y otros componentes, estudiados por su potencial capacidad moduladora del sistema inmunitario y por su actividad antimicrobiana in vitro. Aunque la evidencia clínica aún es limitada, el ajo forma parte de un patrón dietético saludable y su consumo regular se asocia a beneficios generales para la salud”, explica.
- La cúrcuma contiene curcumina que es el principal compuesto bioactivo. “La curcumina ha sido investigada por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. la cúrcuma puede integrarse fácilmente en una “dieta preventiva” por medio de caldos o infusiones suaves, como una infusión de cúrcuma con jengibre y limón, o un caldo vegetal aromatizado con cúrcuma y pimienta negra, que favorece su absorción”, indica.
- Y también hay que tener en cuenta los alimentos fermentados con probióticos naturales, como el yogur, el kéfir o el chucrut, que contribuyen al equilibrio de la microbiota intestinal, estrechamente relacionada con el sistema inmunitario.
El ejercicio, buen aliado
Más allá de la alimentación, la experta nos cuenta que el ejercicio físico regular y moderado se asocia con una mejor respuesta inmunitaria. “Actividades como caminar a buen ritmo, o practicar ejercicio (preferiblemente en exteriores) favorece la función inmunitaria del organismo. En cambio, el ejercicio excesivamente intenso sin descanso puede tener el efecto contrario, especialmente en épocas de mayor exposición a virus”, dice.
Por eso, ventilar las estancias, evitar ambientes muy secos y asegurar un descanso adecuado completan el conjunto de medidas útiles para reducir el riesgo de resfriado.
Gárgaras, caldos de verduras con algunos nutrientes clave... Hay una serie de remedios naturales que pueden ayudarnos a sobrellevar mejor los síntomas más incómodos de los resfriados, tan habituales en esta época
Tratamiento y alivio de síntomas
“Cuando el resfriado ya se ha instalado, te propongo estos remedios naturales, que seguro te ayudarán a aliviar las molestias mientras el organismo trabaja por recuperarse”, nos dice Mar Sieira:
- Las infusiones calientes son uno de los remedios más accesibles. Las de jengibre, tomillo o cúrcuma con limón ayudan a mantener la hidratación y pueden suavizar la irritación de garganta. Añadir una cucharadita de miel aporta un efecto calmante útil para reducir la tos.
- Las gárgaras con agua tibia y sal son un recurso sencillo para aliviar el dolor de garganta. El efecto osmótico contribuye a disminuir la inflamación local y mejora la sensación de irritación.
- La nebulización de vapor, o de soluciones hipertónicas, ayuda a humedecer las vías respiratorias y facilita la expulsión de mucosidad, ayudando a acelerar la recuperación.
- El caldo de verduras al que se puede incorporar cebolla, ajo, cúrcuma, zanahoria o perejil es una buena opción, ya que además de proporcionar hidratación, aporta nutrientes y compuestos aromáticos que ayudan a aliviar la sensación de congestión y resultan reconfortantes cuando el cuerpo está combatiendo un resfriado.
“Con estos recursos caseros y hábitos sencillos, el resfriado puede llevarse con mucha más comodidad mientras el organismo se va recuperando. Descansar, beber líquidos con frecuencia y optar por comidas ligeras son medidas esenciales para acompañar la recuperación natural del organismo”, concluye la experta.






