¿Has oído hablar de la dieta cetogénica o dieta keto? Es un plan bajo en carbohidratos refinados, almidones y azúcares concentrados y alto en grasas saludables, que fuerza al cuerpo a usar grasa como fuente principal de energía.
¿Cómo se consigue? Dejando que el cuerpo entre en un estado de cetosis. En los últimos años, este enfoque ha pasado de ser considerado radical a convertirse en una herramienta metabólica cada vez más estudiada.
Ante el aumento de obesidad, diabetes tipo 2 y trastornos metabólicos (problemas en la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía), algunos especialistas reclaman revisar las recomendaciones dietéticas tradicionales y situar la cetosis, bien aplicada, en el centro del debate.
La farmacéutica y divulgadora nutricional Laura Salud (CEO de Salmo Labs) asegura que el rechazo hacia este estado metabólico procede más del desconocimiento que de la evidencia científica. "La forma más saludable de entrar en cetosis es hacerlo de manera progresiva y con alimentos reales. No es un extremo, es un proceso natural del cuerpo".
¿Qué pasa con la pirámide nutricional de toda la vida?
La pirámide nutricional establecida en los años 70 recomendaba basar la dieta en carbohidratos como pan, pasta o cereales. Sin embargo, medio siglo después, las cifras de obesidad y diabetes se han disparado. La experta lo resume así: "Durante medio siglo hemos ensalzado los carbohidratos y demonizado las grasas, y los resultados están a la vista: una sociedad cada vez más enferma y metabólicamente desajustada".
La experta sitúa el foco especialmente en los hidratos de carbono refinados (azúcar, harinas blancas y ultraprocesados) que considera los principales responsables de los picos de glucosa e insulina que alteran el metabolismo. "Son los más peligrosos", alerta.
Lejos de plantearse como una moda, la cetosis se presenta como un estado metabólico que permite estabilizar energía, reducir la inflamación y mejorar la regulación del hambre. Según Laura Salud, el proceso debe ser gradual, sostenible y personalizado. Un buen paso a paso sería:
- Reducción progresiva de carbohidratos hasta un 5–10 %.
- Aumento de grasas saludables como aceite de oliva virgen extra, aguacate, frutos secos o pescado azul.
- Proteínas moderadas y de calidad.
- Buena hidratación y aporte de minerales.
- Respeto a los tiempos entre comidas para evitar picos glucémicos.
"En pocos días, el organismo aprende a usar la grasa como su principal combustible. Hay más energía estable, menos hambre y una sensación general de bienestar", explica la experta. Para Salud, revisar el modelo tradicional no es una cuestión de tendencia, sino de salud pública. De hecho, su propuesta de nueva pirámide nutricional invierte la clásica:
- 75 % grasas saludables
- 20 % proteínas
- 5 % carbohidratos de bajo índice glucémico.
Y añade un elemento innovador: el descanso metabólico como parte esencial de una alimentación coherente con la biología humana. Para entender qué es el descanso metabólico piensa en tu cuerpo como un motor que siempre está encendido, incluso cuando no conduces. El descanso metabólico es la gasolina que necesita ese motor solo para seguir funcionando en ralentí.
Errores comunes que frenan la pérdida de peso
La experta recuerda que muchos de los fracasos en los planes dietéticos derivan de enfoques obsoletos: "No deberíamos contar calorías, sino nutrientes. El cuerpo reacciona a las dietas muy restrictivas bajando su metabolismo y aumentando el hambre".
Este fenómeno explicaría por qué gran parte de las personas recuperan el peso perdido tras una dieta clásica.
¿Un futuro donde la cetosis sea la norma?
La creciente evidencia científica, unida al aumento de enfermedades metabólicas, está impulsando un cambio de mentalidad. Lo que antes se consideraba una práctica extrema comienza a verse como una estrategia viable, fisiológica y potencialmente beneficiosa para una parte de la población.
Laura Salud concluye que "la clave no es hacerlo extremo, sino sostenible y adaptado a cada persona".









