El cáncer de pulmón ya no es solo “cosa de hombres fumadores”. Tal y como confirman los datos, cada vez más mujeres se enfrentan a este diagnóstico. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de pulmón se ha consolidado como el tercer tumor con mayor incidencia en mujeres, solo por detrás del de mama y el colorrectal. Una realidad a la que queremos prestar atención coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Cáncer de Pulmón este 17 de noviembre. Los expertos no dudan en abordar nuevos factores de riesgo, desde la contaminación hasta predisposiciones genéticas.
El mensaje es claro: el cáncer de pulmón también es un reto de salud para las mujeres, y la detección precoz puede marcar la diferencia. Así nos lo confirma el doctor Fabio Franco, oncólogo médico y responsable de la Unidad Multidisciplinar de Tumores Torácicos de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten, con quien hemos tenido la ocasión de hablar.
¿Por qué está aumentando la incidencia de cáncer de pulmón en mujeres, incluso en aquellas que nunca han fumado?
Lo primero que hay que remarcar es que el principal e indiscutible factor de riesgo para cáncer de pulmón (así como para otros tantos) es el tabaquismo. Partiendo de esta premisa y atendiendo a que el hábito tabáquico se generalizó y normalizó en la población femenina alrededor de los años 70-80, es decir, de forma tardía en comparación con los hombres, actualmente estamos viendo las consecuencias de la incorporación de ese condicionante en la mayor parte de las pacientes que han sido diagnosticadas en los últimos años de esta patología. Y en el caso de las no fumadoras, tenemos otros factores condicionantes ambientales como la exposición al radón o la presencia de mutaciones activadoras en ciertos genes que dan origen a estos tumores.
Se estima que el cáncer de pulmón en mujeres no fumadoras puede representar un 20-25% frente al 5-10% en hombres no fumadores.
¿Existe alguna particularidad que diferencie el cáncer de pulmón en mujeres frente al de los hombres?
En este punto, necesariamente tenemos que enfocar un poco a la población diagnosticada de cáncer de pulmón pero sin el antecedente del tabaquismo. En este grupo de pacientes, las mujeres van a tener una mayor probabilidad de alteraciones moleculares que explican esta enfermedad. Se estima que el cáncer de pulmón en mujeres no fumadoras puede representar un 20-25% frente al 5-10% en hombres no fumadores.
¿Cuáles son los síntomas más comunes en mujeres con cáncer de pulmón? ¿Difieren de los que aparecen en los hombres?
Los síntomas son comunes y están determinados por el grado de afectación del pulmón y/o de otros órganos, siendo los más frecuentes la tos, la dificultad para respirar, flemas teñidas con sangre o dolor, entre otros.
¿Qué barreras existen para una detección precoz del cáncer de pulmón, tanto en hombres como en mujeres?
A día de hoy, muchos de los cánceres de pulmón de reciente diagnóstico son en situación de enfermedad avanzada, cuando ya hay signos y síntomas importantes mientras que otros se diagnostican precozmente de forma incidental. Una de las barreras importantes es la ausencia de un programa de cribado que nos permita identificar casos precoces en población de riesgo.
¿Qué avances recientes pueden contribuir a mejorar el pronóstico en pacientes con cáncer de pulmón?
Actualmente consideramos que el paradigma de la oncología de precisión es el cáncer de pulmón. Un buen diagnóstico apoyado en estudios moleculares nos permite tratar a los pacientes de forma más personalizada, con mejores resultados en el control de la enfermedad y probablemente con menos eventos adversos asociados a los tratamientos.
¿Qué papel juegan las terapias dirigidas y la inmunoterapia en pacientes no fumadores?
Previamente hablábamos del diagnóstico molecular, esto lo que permite identificar son subpoblaciones de pacientes con alteraciones concretas para las cuales tenemos terapias dirigidas y que aumentan, sin lugar a dudas, el control de la enfermedad y de la supervivencia del paciente. Por su parte, la inmunoterapia como la conocemos y que ha significado un gran avance en el manejo del cáncer de pulmón, en el subgrupo de pacientes con mutaciones concretas, no ha demostrado resultados tan favorables como en los demás pacientes.
Un buen diagnóstico apoyado en estudios moleculares nos permite tratar a los pacientes de forma más personalizada
¿Cómo piensa que puede afectar el diagnóstico a nivel emocional en mujeres que no se consideran “de riesgo”?
El diagnóstico de una enfermedad maligna siempre conlleva un impacto emocional y más aún en mujeres no fumadoras en las que muchas veces surgen preguntas y se cuestionan el porqué de ese diagnóstico. Para nosotros los oncólogos es fundamental el diagnóstico y definir la mejor estrategia de tratamiento, sin olvidar que ámbito emocional y psicosocial es parte innata de la persona y que por tanto, también hay que trabajar.
¿Existe todavía un estigma social asociado al cáncer de pulmón?
Si que lo hay y por desgracia, esto puede generar en el paciente sentimientos de culpabilidad y vergüenza que se pueden asociar a retrasos diagnósticos y dificultades en el abordaje emocional de la enfermedad.
¿Pueden existir factores hormonales o genéticos que expliquen el hecho de que esté aumentando la incidencia de este tipo de cáncer en mujeres que nunca han fumado?
Si que hay datos que apuntan a una susceptibilidad genética probablemente asociada a alteraciones en genes supresores de tumores o que controlan la reparación de los daños en nuestro material genético, mientras que los factores hormonales son un área interesante en la que se está investigando, aún sin datos claramente concluyentes.
La incorporación tardía de la mujer al hábito tabáquico hará que el número de casos nuevos y muertes se siga incrementando en los próximos años
¿Qué factores de riesgo están implicados en pacientes no fumadores ?
La exposición al radón es la segunda causa de cáncer de pulmón reconocida y existen normativas y regulaciones enfocadas al control de la exposición a este tipo de radiación natural, luego, tenemos otros factores como son la exposición al asbesto, la contaminación ambiental e incluso la exposición pasiva al humo del tabaco y no olvidemos la creciente asociación de los vapers y cigarrillos electrónicos con enfermedades pulmonares y con el cáncer de pulmón como han venido advirtiendo las sociedades científicas, entre ellas la SEOM y el GECP.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a las mujeres que creen que el cáncer de pulmón “no va con ellas”?
El cáncer es una realidad de nuestros días y esa incorporación tardía de la mujer al hábito tabáquico hará que el número de casos nuevos y muertes se siga incrementando en los próximos años. El primer mensaje es la eliminación del principal factor de riesgo, que es el tabaco y lo segundo, la consulta oportuna ante síntomas de sospechas.





