Ir al contenido principalIr al pie de página
Es Tendencia

Xiana Pousa, odontóloga: "Cuidar la boca y tratar la enfermedad de nuestras encías puede ayudar a prevenir un ictus"


Hablamos con una experta sobre el vínculo que existe entre los problemas peiodontales y el riesgo de sufrir un problema cerebrovascular, incluso en personas jóvenes


Doctora Xiana Pousa, directora Médica de las Clínicas MAEX Pousa Vigo y Pontevedra© Cedida
29 de octubre de 2025 - 12:10 CET

Cada 29 de octubre se celebra el Día Mundial del Ictus, una fecha clave para recordar que esta enfermedad neurológica, que puede provocar discapacidad grave o incluso la muerte, es en gran parte prevenible con hábitos de vida saludables y control de los factores de riesgo vascular. Algo fundamental teniendo en cuenta que solo en España, la Sociedad Española de Neurología (SEN) apunta que cada año se producen unos 90.000 nuevos casos de ictus y más de 23.000 personas fallecen por esta causa. 

Aunque los factores de riesgo más conocidos son la hipertensión, el tabaquismo o el sedentarismo, la doctora Xiana Pousa, directora médica de las Clínicas MAEX Pousa en Vigo y Pontevedra, quiere poner el foco en un enemigo silencioso que habita en la boca: la periodontitis. Esta enfermedad de las encías, que suele pasar desapercibida, podría aumentar significativamente el riesgo de sufrir un ictus, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes cardiovasculares. “Desde luego que podemos decir que cuidar la boca y tratar la periodontitis puede ayudar a prevenir un ictus”, afirma con rotundidad la experta.

“La boca es una puerta de entrada al organismo, y cuando está infectada, el cuerpo vive en un estado de inflamación crónica que puede desencadenar graves consecuencias”, advierte la doctora Pousa, con quien hemos tenido la ocasión de hablar al respecto.

Muchos pacientes que presentan enfermedad de las encías suelen tener hábitos como el tabaquismo, la hipertensión o determinados condicionantes crónicos que aumentan la inflamación sistémica

Xiana Pousa, odontóloga

¿Cómo se descubrió la relación entre la periodontitis y el riesgo de ictus?

Se descubrió la relación ya en torno a los años 1960-1970, cuando algunos dentistas empezaron a notar que muchos pacientes con problemas cardíacos también tenían mal estado periodontal. Una vez descartadas las coincidencias (mayor cuanto más edad, mayor en pacientes fumadores y sedentarios...) se empezó a buscar el vínculo biológico y se recurrió a la estadística para tratar de averiguar si la relación era real.

Se encontraron bacterias orales en placas de ateromas y comenzó a sospecharse que las bacterias y sus toxinas podrían usar los dientes y el periodonto como vía de entrada al torrente sanguíneo.

La estadística, con estudios poblacionales grandes en Estados Unidos como el NHANES, mostró que las personas con periodontitis severa tenían un mayor riesgo de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y enfermedad arterial periférica, incluso tras excluir por otros factores de riesgo como tabaco, diabetes o edad… la asociación era clara.

Hoy sabemos que la relación es bidireccional y multi-factorial: que tanto la inflamación periodontal puede agravar la aterosclerosis, como las enfermedades cardiovasculares pueden empeorar la salud gingival. Por ello recomendamos controlar la salud oral como parte de la prevención cardiovascular.

mujer con dolor en la boca© Getty Images

¿Por qué hemos de prestar atención a las infecciones de las encías?

La boca representa un punto de infección muy grande y con bacterias muy tóxicas. Yo siempre le digo a los pacientes que la infección de las encías no duele porque el cuerpo se va acostumbrando muy poco a poco a que las bacterias cada vez sean peores y cada vez sean más, y va respondiendo de forma lenta y crónica, pero al final en conjunto representa un punto de infección muy grande que es prácticamente igual a si tuviesen una herida infectada continuamente y de la longitud de un brazo (porque si tu coges cada diente con toda su superficie radicular y lo estiras, pues igual que el intestino tiene muchas dobleces con las encías sucede lo mismo), por lo que representa un punto de entrada enorme de bacterias y sus productos de deshecho y tóxicos al interior del organismo, tanto por la vía digestiva como por la vía sanguínea. Porque el cuerpo para poder defenderse necesita tener los vasos sanguíneos muy dilatados, pero igual que salen los guerreros que nos defienden, entran los productos malos de las bacterias. 

Esto genera un punto de infección enorme, continuo, crónico, que provoca en el cuerpo una gran respuesta inflamatoria sistémica, y es esta respuesta inflamatoria la que predispone a tener un problema de índole cardiovascular o un accidente cerebrovascular, porque además, el hecho de las partículas de las bacterias o sus toxinas circulen por la sangre, provoca que el cuerpo forma agregados plaquetarios para taponarlos, atraparlos y que no sigan sueltos por ahí diseminando la infección, entonces se forman pequeños bultitos de bacterias de defensa que pueden llegar a taponar determinados vasos sanguíneos en función de su calibre o de lo taponados que estén ya. 

Si tú tienes las encías sanas le evitas al cuerpo una gran necesidad de liberarse de bacterias y de sus subproductos tóxicos. Además, la enfermedad cardiovascular y la de las encías comparten factores de riesgo. Muchos pacientes que presentan enfermedad de las encías suelen tener hábitos como el tabaquismo, la hipertensión o determinados condicionantes crónicos que aumentan la inflamación sistémica.

La inflamación repetida puede “sembrar” daño vascular años antes de que aparezcan síntomas cardíacos

Xiana Pousa, odontóloga

¿Por qué esta relación es especialmente relevante en personas jóvenes sin otros factores de riesgo?

El cuidado de las encías es especialmente relevante en jóvenes porque la inflamación de las encías con la gingivitis comienza comúnmente en la adolescencia cuando hay una ligera desatención de la higiene. Si no se trata, evoluciona en la mayoría de los casos a periodontitis y comienza la filtración de bacterias al cuerpo y la inflamación sistémica de bajo grado. Esta inflamación repetida puede “sembrar” daño vascular años antes de que aparezcan síntomas cardíacos.

Hoy en día (y en contra de los que sería natural con el conocimiento que tenemos), debido a nuestro estilo de vida, con tanto estrés, menos horas de sueño y una alimentación más pobre en nutrientes, éste es un factor de riesgo que, sumado a otros,  puede empeorar la salud incluso en personas jóvenes, de modo que educar en esta conexión puede ser una herramienta poderosa de prevención.

 ¿Qué síntomas o señales en la boca deberían hacernos sospechar que algo no va bien?

Principalmente, el sangrado de las encías cuando uno se cepilla (ojo, que en fumadores el sangrado está enmascarado y no va a ocurrir aunque exista el problema), el mal aliento al levantarse (o de forma persistente sin existir otros motivos aparentes) y las encías rojas o hinchadas, el tener una sensibilidad especial en toda la boca que haga que algunos alimentos sean más difíciles de comer o que el frío nos moleste. El último y signo más evidente de que el problema es grave, es que algún diente se mueva o aparezcan pequeños espacios negros entre los dientes que se ven en las fotos al sonreír o por los que salen el aire o la saliva y que antes no estaban .

También dientes que se han movido mucho y que se separan hacia delante e incluso que parecen más largos pueden ser señales de enfermedad grave. 

Tenemos que fijarnos en algo es básicamente el color y la textura de las encías, que deberían ser color rosa coral y la encía debe estar muy pegada al diente como protegiéndolo, pero cuando hay inflamación están hinchadas y más bien rojo púrpura (incluso violáceo cuando ya está mucho más profundo).

Muchas veces los depósitos de bacterias se pueden ver como líneas negras en el cuello de los dientes o zonas amarillentas entre la encía y el diente, todo eso nos indica el acúmulo de bacterias en esa localización de las encías. Respecto a las caries entre los dientes es prácticamente imposible el diagnóstico a simple vista, requiere exploración por el dentista y una serie de pruebas radiográficas, pero cuando las caries están en superficies visibles se ven como agujeros negros en donde el sustrato no tiene ni el brillo ni la dureza que debería tener el esmalte en condiciones de salud.

mujer lavándose los dientes© Getty Images

¿Qué papel juegan las revisiones odontológicas en la prevención de enfermedades cardiovasculares?

El asegurarse de que la boca está limpia y que no representa un lugar de entrada de bacterias malas y sus subproductos tóxicos solo se puede garantizar con revisiones odontológicas de calidad en las que se realice sondaje periodontal y radiografías en tres dimensiones para descartar quistes en el hueso o filtraciones de bacterias al hueso por endodoncias antiguas o mal realizadas que han perdido la esterilidad o estanqueidad.

¿Puede una persona tener enfermedad periodontal sin notar molestias evidentes?

Desgraciadamente, el principal problema de la enfermedad periodontal es que ocurre de forma lenta, silente y sin dar la cara, especialmente en las personas que fuman o algunos casos que tienen una aparente salud gingival por encima de la encía, mientras el problema está en el interior.

Para ser diagnosticada precisa, en la gran mayoría de los casos, realizar un sondaje periodontal con un instrumento específico para la monotorización de la salud de las encías, o un cultivo microbiológico para detectar patógenos periodontales como las bacterias P.g,  Fusobacterium nucleatum

Las radiografías, especialmente las de tres dimensiones o cbct, también hacen una buena representación de la forma que tiene el hueso debajo de la encía, que muestra signos de alteración cuando existe o ha existido un proceso de infección periodontal. En algunas ocasiones, incluso se puede apreciar el biofilm de las bacterias pegado a las raíces de los dientes. 

Desgraciadamente, el principal problema de la enfermedad periodontal es que ocurre de forma lenta, silente y sin dar la cara, especialmente en las personas que fuman

Xiana Pousa, odontóloga

 ¿La comunidad médica está suficientemente informada sobre esta relación?

Lamentablemente, para la prevalencia tan alta de esta enfermedad y para la repercusión tan grande que tiene para la salud de las personas, creo que ni la comunidad médica, ni en algunos casos la comunidad odontológica, le da la importancia que se merece a este problema.

Hay que seguir divulgando mucho su importancia para darle más visibilidad y que no exista tanta gente que sufra este problema sin que sea diagnosticado rápido y de forma eficaz. 

La Sociedad Española de Periodoncia tiene un lema que es 'Periodoncia para todos', que representa ese afán e interés de que toda la comunidad odontológica esté informada o formada y sepa resolver estos problemas.

Yo siempre digo que todo el mundo es un paciente periodontal hasta que se demuestre lo contrario, porque refleja la necesidad de ahondar un poquito más en la exploración para verificar, no que se tienen bacterias bajo las encías, sino que no se tienen, que es lo que debería de ser y lo único que garantiza la salud.

¿Qué hábitos diarios ayudan a mantener las encías sanas y reducir el riesgo de ictus?

Sin duda lo más eficaz cepillarse los dientes tres veces al día y los espacios interproximales entre los dientes una vez al día.  También revisarse cada 6 meses para descartar problemas incipientes en dientes o encías, alimentarse adecuadamente y, en caso de antecedentes familiares fuertes de enfermedad periodontal, intentar tomar suplementación de Omega 3, y de vitaminas C y D.

¿Ha atendido casos en los que una enfermedad bucal haya derivado en complicaciones graves?

Sí he atendido casos de personas que tenían infecciones dentro del hueso del tamaño de pelotas de golf, o incluso de tenis, y que no lo sabían porque solo se diagnostica cuando se ve en la radiografía y no tenían ningún otro síntoma. De no ser resueltas a tiempo podrían derivar en fracturas óseas, pérdida de dientes o diseminación de bacterias en el cuerpo de forma aguda.

He visto casos de pacientes con mucha patología bucal sin atender que, con los años, han sufrido múltiples enfermedades crónicas o eventos cardiovasculares que les han hecho perder mucha calidad de vida.

También he conocido pacientes que, por dejar un diente roto y no acudir al dentista por falta de tiempo el roce y la herida, derivaron en un carcinoma y necesitaron una resección de lengua.

La salud es nuestro bien más preciado. Muchas cosas ocurren sin que hayamos podido hacer nada para evitarlo, y ahí te expones al azar y a los avances de la medicina para recuperarte. Sin embargo, en la boca casi todo se puede resolver y prevenir si se atiende y se supervisa periódicamente. Por ello, no debemos perder la oportunidad de cuidarla y evitarnos problemas, desde mi punto de vista, porque, cuando no llegamos a tiempo, es tarde y hay cosas que nunca volverán a ser iguales a lo que la naturaleza nos regala.

¿Qué mensaje le daría a quienes aún piensan que “la boca no tiene que ver con el corazón”?

Que ya el dicho popular dice que por la boca muere el pez, y que nuestro cuerpo es como una fortaleza con varias puertas de entrada y salida, y la boca es una de las puertas por la que la mayoría de los enemigos quieren entrar, así que vamos a tenerla limpia y cuidada y vigilada. Al menos, ese es mi consejo, después cada uno es el principal responsable de su propia salud y tiene la libertad de elegir como quiere tratar su templo. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.