La vida de una actriz no es sencilla. En realidad no es fácil la vida de nadie que tenga que alejarse de casa y mirar hacia adelante sin querer dejar nada atrás. El mundo de la interpretación tiene mucho de esto. María Pedraza ha tenido que hacer hogar en Londres, y en otras ciudades a lo largo de su carrera. Por eso, ha lanzado una interesante reflexión en redes que hemos querido analizar de la mano de los expertos. Te vendrá bien echarle un vistazo si te vas a mudar (ya sea de forma temporal, como María, o sin billete de vuelta) y quieres sentirte bien y encontrar el confort en tu nuevo destino. No siempre es fácil, pero hay pequeños tips que te van a ayudar a conseguirlo.
El mensaje de María Pedraza
"Cuando entras en lugares nuevos y sientes que no perteneces a ellos, tu alma anhela el consuelo que dejaste atrás. Luchas contra esto, te retuerces por dentro, deseando volver a lo que se siente seguro. Pero la vida susurra: esto también tiene un propósito. Convertir lo desconocido en hogar, aferrarte a lo incierto y dejar que te rompa, solo para reconstruirte más fuerte. El destino no nos coloca donde estamos por casualidad; nos regala momentos destinados a moldearnos".
Es el mensaje con el que María Pedraza ha sorprendido esta semana a sus seguidores. Como explica Andrea Hermoso, actriz y coach de actores, "para los artistas cada proyecto es un mundo nuevo en el que tienes que construir, en muy poco tiempo, un espacio seguro en el que trabajar y ser. De la noche a la mañana empiezas a convivir con muchas personas que intervienen en tu día a día de manera directa". Nos cuenta que "trabajar en un proyecto lejos de casa es muy duro porque los rodajes, son muy exigentes a nivel emocional, físico e intelectual y necesitas tener tu red de apoyo tanto dentro del propio proyecto como en tu vida personal para poder sentir casa en cualquier rincón del mundo". A partir de sus palabras, comprendemos que la necesidad de María Pedraza de crear hogar fuera de casa es constante.
"Llega otro proyecto y tienes que volver a empezar a construir de cero. Es bonito porque forma parte de nuestra profesión pero es difícil de gestionar emocionalmente", dice Andrea "Soltar y guardar en el corazón cada instante que has vivido es todo un aprendizaje", añade.
María Pedraza escribía su reflexión sobre la cálida imagen de un salón al atardecer en el que vemos una planta, una mesa y una vela encendida. Elementos que, según el psicólogo y divulgador Rodrigo Díaz Carazo, nos pueden ayudar mucho a sentirnos reconfortados cuando el calor del hogar se siente lejos.
"El hogar no siempre es un lugar; a veces es una certeza que se enciende dentro de nosotros", asegura Rodrigo. "Allí donde vamos, llevamos en el alma un refugio íntimo que se manifiesta en gestos sencillos: una luz cálida, una planta que respira, una fotografía que guarda memoria...", explica.
Para el experto, "lo que hacemos con lo de fuera es, en el fondo, un reflejo de nuestra esencia. Y así, lo extraño se transforma en familiar, no porque el espacio cambie, sino porque somos nosotros quienes aprendemos a reconocernos en él". Nos cuenta que "hacer hogar lejos de casa es recordar que lo verdadero nunca nos abandona: siempre viaja dentro".
Crea pequeños rituales que te conecten con lo propio
Según nuestro psicólogo, para María (y para ti si estás en una situación similar) hay gestos pueden marcar la diferencia en el día a día. Algunos de ellos son:
- Escucha una canción que te conecte con buenos momentos
- Cocina un plato que sepa a hogar
- Reserva un rincón de la casa para lo que te da calma
- Escribe frases típicas de tus seres queridos y fíjalas en la nevera
- Utiliza un ambientador que te huela a hogar en el sofá
- Si no te has ido aún, deja antes de irte una serie a medias y continúa viéndola cuando llegues a tu nuevo destino
- Llévate una pieza de la vajilla de tu casa: la taza en la que tomas tu café, por ejemplo
- Haz videollamadas sin motivo mientras haces cosas por casa
Respeta los espacios 'vírgenes de recuerdos'
Tener recuerdos u objetos que recuerden al hogar distribuidos por la casa quizá no sea la mejor de las ideas. Según Rodrigo "puede dificultar el proceso de adaptación". "Puede que suene a tontería, pero el hecho de tener espacios "vírgenes" de recuerdos nos puede ayudar a generar nuevos conceptos", apunta. No hay que olvidar que si hemos cambiado de escenario es para abrirnos la puerta a oportunidades nuevas y aunque no queramos dejar nada atrás, hay que mirar hacia delante.
Para Rodrigo, "cada detalle es una manera de recordarnos que, aunque cambiemos de lugar, seguimos habitando lo que somos: nuestro hogar".