No siempre les damos la importancia que se merecen, y aunque suelen pasar desapercibidos, los riñones desempeñan un papel esencial en el equilibrio interno de nuestro cuerpo. Son los que se encargan de funciones tan importantes como filtrar toxinas, ayudar a regular la presión arterial y mantener el nivel adecuado de líquidos y minerales. Sin embargo, cuando su función se ve comprometida, como ocurre en la insuficiencia renal, las consecuencias pueden ser graves y progresivas. Por eso, cuidar la salud renal es fundamental, tal y como nos explica el doctor Pablo Turrión, director médico del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
¿Cuáles son los síntomas más comunes de la insuficiencia renal en sus etapas iniciales?
En las etapas iniciales, la enfermedad renal crónica (ERC) no presenta síntomas evidentes. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar, debido a la acumulación de toxinas en el cuerpo:
- Fatiga persistente.
- Pérdida de apetito.
- Dificultad para concentrarse.
Otros signos tempranos pueden incluir:
- Hinchazón leve en tobillos o párpados.
- Necesidad de orinar con mayor o menor frecuencia de lo habitual.
- Cambios en el color o la espuma de la orina.
Estos síntomas suelen ser sutiles, por lo que frecuentemente se atribuyen a otras causas.
"Los factores de riesgo más relevantes incluyen la edad avanzada, antecedentes familiares de enfermedad renal y la presencia de enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión". Doctor Pablo Turrión
¿Qué factores de riesgo aumentan la probabilidad de desarrollar insuficiencia renal?
Los factores de riesgo más relevantes incluyen la edad avanzada, antecedentes familiares de enfermedad renal y la presencia de enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión. También influyen el tabaquismo, la obesidad y ciertos antecedentes cardiovasculares.
Además, el uso prolongado de medicamentos nefrotóxicos, como antiinflamatorios no esteroides (AINEs), y la exposición a toxinas ambientales pueden dañar progresivamente los riñones. Personas con infecciones renales recurrentes o anomalías estructurales también presentan mayor riesgo.
¿Cómo se diagnostica la insuficiencia renal de manera temprana?
El diagnóstico temprano se basa principalmente en análisis de sangre y orina. La medición de la creatinina sérica y el cálculo de la tasa de filtrado glomerular estimada (TFGe) permiten evaluar la función renal con precisión.
También se utiliza el análisis de orina para detectar la presencia de proteínas o sangre, lo que puede indicar daño renal. En ciertos casos, se solicitan pruebas de imagen como ecografías renales para identificar anomalías estructurales.
"Si no se trata, la enfermedad renal crónica (ERC) puede avanzar a enfermedad renal terminal, lo que requiere diálisis o trasplante". Doctor Pablo Turrión
¿Qué papel juegan las enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión en el desarrollo de insuficiencia renal?
La diabetes puede dañar los glomérulos renales al mantener niveles altos de glucosa en sangre, lo que deteriora lentamente la capacidad de filtración de los riñones. Esta condición se conoce como nefropatía diabética y es una causa frecuente de insuficiencia renal.
La hipertensión, por su parte, somete a los vasos sanguíneos renales a una presión constante, provocando endurecimiento y engrosamiento de sus paredes. Esto reduce el flujo sanguíneo y acelera el deterioro de la función renal con el tiempo.
¿Qué complicaciones pueden surgir si la insuficiencia renal no se trata a tiempo?
Si no se trata, la enfermedad renal crónica (ERC) puede avanzar a enfermedad renal terminal, lo que requiere diálisis o trasplante. Además, puede causar acumulación peligrosa de líquidos, electrolitos y desechos en el cuerpo.
Otras complicaciones incluyen anemia, alteraciones óseas por desequilibrio de calcio y fósforo, hipertensión agravada y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, que representan una de las principales causas de muerte en estos pacientes.
¿Qué opciones de tratamiento están disponibles para pacientes con insuficiencia renal crónica?
El tratamiento depende del estadio de la enfermedad e incluye control estricto de enfermedades subyacentes como la hipertensión o la diabetes. Se utilizan medicamentos que protegen la función renal, como los inhibidores de la ECA o los ARA-II.
Cuando la función renal cae por debajo del 15 %, que corresponde al estadio 5 de la ERC o enfermedad renal terminal, las opciones incluyen diálisis (hemodiálisis o diálisis peritoneal) o trasplante renal. Además, se recomienda una dieta especializada, baja en sodio, potasio y proteínas, cuando esté indicado por el especialista.
"El tratamiento depende del estadio de la enfermedad e incluye control estricto de enfermedades subyacentes como la hipertensión o la diabetes"
¿En qué casos se recomienda la diálisis y cómo afecta la calidad de vida del paciente?
La diálisis se indica cuando la función renal es insuficiente para mantener el equilibrio interno del cuerpo. Aunque la diálisis prolonga la vida, puede limitar la independencia del paciente, afectar su energía y requerir cambios significativos en su rutina. Sin embargo, con un buen manejo, muchos pacientes logran mantener una calidad de vida aceptable y funcional.
¿Qué criterios se consideran para un trasplante de riñón en pacientes con insuficiencia renal avanzada?
Se evalúa la función renal residual, la presencia de enfermedades asociadas, el estado inmunológico y la estabilidad cardiovascular del paciente. También se considera su adherencia al tratamiento y su capacidad de afrontar la inmunosupresión postoperatoria.
La compatibilidad entre donante y receptor se analiza mediante pruebas de histocompatibilidad, como el tipaje HLA y pruebas cruzadas. Tanto donantes vivos como fallecidos son considerados según criterios clínicos y legales establecidos.
¿Qué cambios en el estilo de vida pueden ayudar a prevenir o retrasar la progresión de la insuficiencia renal?
Reducir el consumo de sal, evitar el tabaquismo y controlar el peso corporal son medidas clave. También se recomienda mantener una hidratación adecuada y evitar el consumo excesivo de proteínas y medicamentos que puedan dañar los riñones.
El control estricto de la presión arterial y la glucosa en sangre, junto con la práctica regular de ejercicio físico moderado, ayuda a preservar la función renal. Visitas periódicas al médico permiten detectar y tratar alteraciones tempranas.
¿Qué avances médicos recientes han mejorado el tratamiento de la insuficiencia renal?
En los últimos años se han desarrollado nuevos medicamentos como los inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (SGLT2), que han demostrado proteger la función renal en pacientes con diabetes o enfermedad renal crónica.
Además, los avances en técnicas de diálisis domiciliaria, trasplante con donantes incompatibles y el uso de inteligencia artificial para monitorización personalizada están mejorando tanto la supervivencia como la calidad de vida de los pacientes renales.