La hematuria, o presencia de sangre en la orina, puede ser un signo de alerta que no debe pasarse por alto. Aunque en algunos casos no es preocupante en otros puede indicar enfermedades renales, infecciones, cálculos o incluso tumores. Desde la microhematuria, apenas perceptible en análisis, hasta la hematuria macroscópica, visible a simple vista, cada caso requiere una evaluación cuidadosa. ¿Qué la provoca, cómo se diagnostica y cuándo debemos preocuparnos?
Qué denominamos hematuria
Tal y como nos explica el doctor Carlos Núñez, jefe del Servicio de Cirugía Urológica en MD Anderson Cancer Center Madrid, la hematuria es la presencia de sangre en la orina. “Puede darse en dos circunstancias. La primera, en la que al orinar se ve un claro color rojo o un color muy oscuro tipo coñac o cola, que es lo que llamamos la hematuria macroscópica, es decir, que se ve a simple vista. Y luego puede suceder que se hace un análisis de orina y aparece un poco de sangre en la orina, pero la orina aparentemente es normal. Es lo que se llama micro hematuria o hematuria microscópica”, nos detalla el experto, que añade que son diferentes en cuanto a su abordaje.
Lo primero que hay que valorar, en el caso de una mujer, es si puede tratarse de una contaminación por sangre menstrual o por una hemorragia vaginal.
Cuáles son las causas de que haya sangre en la orina
Lo primero que tenemos que hacer, cuando nos encontramos con la presencia de sangre en la orina, es buscar las causas que lo provocan.
- Tal y como nos explica el especialista, en el caso concreto de la microhematuria -que tiene menos trascendencia en cuanto a urgencia que la hematuria macroscópica-, lo primero que hay que valorar, en el caso de una mujer, es si puede tratarse de una contaminación por sangre menstrual o por una hemorragia vaginal. “Es muy frecuente que durante el periodo, en la época peri menstrual, haya un poquito de sangre en la orina por contaminación. Esto, como es lógico, no tiene mayor trascendencia”, nos explica el especialista.
- El doctor apunta también que la presencia de hematuria, de algunos hematíes en la orina, puede llegar a ser normal incluso normal en algunas personas. “Hay un pequeño porcentaje de la población, menos del 5%, que tienen siempre esa sangre en la orina y no tiene mayor importancia. Evidentemente, en estos casos tenemos que hacer los estudios, antes de llegar a la conclusión de que no hay ningún tipo de afectación o de enfermedad que pueda producir esto. En el caso de una micro hematuria de este tipo, si no hay nada más asociado, como por ejemplo que se pierdan proteínas en la orina, no hay que darle demasiada trascendencia”, explica el doctor de MD Anderson.
- La sangre en la orina se puede perder en cualquier zona de la vía urinaria o bien en el propio riñón, en lo que llamamos los glomérulos renales. En este caso, se suele producir generalmente una microhematuria, debida a enfermedades como pueden ser la diabetes, la hipertensión, el lupus... “Hay que realizar un control desde el punto de vista nefrológico porque los glomérulos renales pueden dañar a largo plazo el riñón”, explica el doctor, que matiza que también existen algunas enfermedades renales más graves que pueden influir en la aparición de una hematuria macroscópica, pero insiste en que lo habitual es que las enfermedades como el lupus o la diabetes originen microhematurias asociadas habitualmente a la proteinuria.
- Al margen, nos encontramos con otras causas de sangrado, que el doctor nos cuenta que derivan de la vía urinaria, no tanto del glomérulo, de la parte del riñón que produce la orina, sino del que la expulsa. “Ahí pueden ser muchas causas: infecciones, piedras, lo que llamamos litiasis o cálculos renales, que pueden ser tanto en el riñón como en la vejiga o en el uréter, y por supuesto, tumores”, explica el doctor.
- “Además, hay pacientes que tienen aumentos de la próstata que cursan con hematuria, generalmente microhematuria, pero a veces la próstata crece tanto que tiene grandes vasos que se rompen, dando cuadros de hematuria macroscópica, de sangre en la orina, incluso con coágulos. Y no tienen por qué ser de causa tumoral. Algunos quistes renales también pueden causar micro hematuria y, por supuesto, hay que tener en cuenta los traumatismos renales”, comenta el doctor, que incide en que las causas de hematuria son variadas.
“En resumen, en el caso de la micro hematuria suelen ser banales o no tienen mayor trascendencia: la contaminación, la hematuria que es normal en menos de un 5% de la población... O ser causada enfermedades como diabetes, hipertensión, lupus, etcétera. Mientras, las macroscópicas, en las que la sangre se ve, suelen aparecer por causas urológicas, como infecciones, litiasis y tumores, que suele ser lo más frecuente. Y no se pueden descartar los casos relacionados con la próstata o con quistes”, explica.
La hematuria y los anticoagulantes
El especialista hace mención también a un aspecto importante: con el envejecimiento de la población, muchos pacientes toman anticoagulantes, y estos favorecen el sangrado. “El hecho de que haya un sangrado por tomar anticoagulantes no nos permite quedarnos solo con esa idea. Ante un sangrado, tenemos que buscar siempre la causa. Y una vez descartados otros motivos, sí que podemos concluir, por ejemplo, que se puede tratar de una hiperplasia de próstata que con el anticoagulante sangra más, y decidir el tratamiento. Pero quiero decir que el mero hecho de tomar anticoagulantes no implica que no tengamos que hacer ningún estudio”, nos comenta el doctor.
Hay ciertas circunstancias que pueden provocar una coloración rojiza de la orina
¿Se debe acudir con urgencia al médico?
Lo que el doctor sí que matiza es que no estamos ante una enfermedad grave en el sentido de urgente porque ponga en peligro la vida a corto plazo. “En el caso de la microhematuria, si es provocada por enfermedades de larga evolución, hay que ir estudiándola, pero no es una urgencia como tal. Mientras, cuando hay una hematuria macroscópica, en ese caso, las causas más frecuentes, como decíamos, son infecciones y cálculos, pero tenemos que tener en cuenta otras posibilidades, como es la presencia de tumores”, nos cuenta el doctor Núñez.
Así, en el caso de que una persona se encuentre en esta situación, debe consultar con el médico. “Ante una hematuria macroscópica, sí se debe consultar con el médico, incluso aunque sea causada por una cistitis, sobre todo si son recidivantes. Si es con dolor lumbar, hay que valorar si se trata de un cálculo. Y precisamente en los sangrados macroscópicos, en los sangrados visibles que no tienen síntomas, aunque se pasen a los dos o tres días, hay que acudir a consulta para descartar que sea en el caso de varones, una hiperplasia benigna, un crecimiento de la próstata que ha sangrado, o en caso de fumadores, si puede haber detrás de todo esto un tumor”, concluye el doctor.
La influencia de los medicamentos y la alimentación
Una de las dudas que nos puede surgir es si existen medicamentos o incluso alimentos que pueden cambiar el tono de nuestra orina y hacer que podamos pensar que estamos ante una hematuria. “Es verdad que hay ciertas circunstancias que pueden provocar una coloración rojiza de la orina. Hay algunas enfermedades, como las porfirias o la mioglobinuria, que poducen un color rojizo de la orina. Luego está el caso de algunos alimentos, como los colorantes alimentarios y hay incluso quien apunta que puede influir el consumo excesivo de remolacha... Yo no he visto nunca esto en consulta, pero es cierto que los colorantes alimentarios sí pueden dar lugar a un color más más oscuro de la orina que se confunda con la hematuria. Además, hay algunos fármacos que sí dan un color claramente rojizo de la orina, como puede ser la rifampizina, y que hay que avisar al paciente para que no se asuste al ver esa orina”, detalla el especialista de MD Anderson.
¿Qué pruebas se deben hacer si se detecta este problema de salud?
Tal y como nos explica el doctor, se suele optar por métodos diagnósticos de menos a más invasivos, como suele ser habitual. Todo dependerá de los síntomas, que ya pueden darles a los expertos pistas sobre cuál puede ser la posible causa de la hematuria. “Por ejemplo, si el paciente tiene un dolor lumbar con náuseas y vómitos, pues lo más normal es que se trate de un cólico nefrítico provocado por un cálculo renal, una litiasis, y el objetivo será hacer las pruebas dirigidas a ver ese cálculo. Si hay hematuria y la sangre sale junto con un cuadro de mucho escozor, con fiebre, con unas ganas imperiosas de orinar constantemente, eso va más a favor de que se trate de una infección”, indica.
El problema, tal y como nos explica el especialista, suele darse cuando aparece un sangrado que no produce síntomas en un paciente, especialmente si es fumador. “Eso nos tiene que hacer sospechar de la presencia de un posible tumor. Y ante la duda tenemos que hacer el estudio para una hematuria que llamamos asintomática. Es decir, tiene un signo, que es el sangrado, pero no tiene síntomas, no tiene escozor, no tiene dolor, el paciente no refiere ninguna molestia, simplemente que le sale la orina roja. Esto es así sobre todo en caso de fumadores, porque el tabaco es la principal causa de cáncer de vejiga y de cáncer y de urotelio superior. Ahí tenemos que descartar que se trate de un tumor”, detalla.
¿Qué estudios se hacen en estos casos? “Siempre hacemos un cultivo de orina para descartar que haya infecciones. Normalmente asocio una citología de orina, que es un análisis de la orina para ver qué células se descaman. Es verdad que en paciente joven con un cólico o una cistitis muy claros, quizá puedes prescindir de la citología. Pero en un paciente de 50 años fumador y que no tiene síntomas claros, hay que hacerla”, nos cuenta el doctor, que añade que siempre se suele hacer también alguna prueba de imagen. “Si crees que es algo banal, haces una ecografía para ver si hay cálculos, si hay infecciones. Si la hematuria persiste o tiene más signos de sospecha, tenemos que hacer o un TAC o una resonancia para ver detenidamente los uréteres, la pelvis renal, la vejiga, y valorar si hay un posible tumor".
“En el caso de que no lleguemos a un diagnóstico y siga la sospecha, podemos utilizar pruebas de imagen directas, como la cistoscopia, en la que se introduce una cámara y se ve la vejiga por dentro para salir de dudas”, indica.
El problema suele darse cuando aparece un sangrado que no produce síntomas en un paciente, especialmente si es fumador
¿Qué síntomas pueden ir asociados a una hematuria?
Como hemos ido viendo con la ayuda del especialista, la presencia de sangre en la orina puede ir asociada a algunos síntomas o aparecer de forma asintomática. “En el caso de que sea provocada por cálculos, pueden aparecer dolor lumbar, náuseas o vómitos. En el caso de infección, aparecen escozor o fiebre, y se va muchas veces a orinar. Mientras, en el caso de los tumores de uréter, pueden dar síntomas parecidos a los de un cólico, porque sangra un poco, hace un coágulo y da un síntoma parecido al que aparecería con un cálculo renal. Si no, lo normal en el caso de hematuria causada por tumores es que sea un sangrado sin escozor y sin ningún tipo de problema. Este mismo tipo de sangrado se produce en la hiperplasia benigna de próstata cuando sangra. Por eso hay que siempre hacer ese diagnóstico entre estas dos entidades”, nos explica el doctor Núñez.
¿Se puede prevenir la hematuria?
Para intentar evitar esta presencia de sangre en la orina, el especialista vuelve a hacer mención a las causas. Hay que tratar las enfermedades de base que causan este síntoma. “Por ejemplo, para evitar los tumores de vejiga, evidentemente intentar no fumar. Esa es la principal medida para reducir el número de tumores de vejiga y de urotelio superior. Para evitar las litiasis, hay que mantener una hidratación adecuada para evitar la cristalización de las sales que hay disueltas en la orina. Además, hay que realizar un control adecuado de la tensión arterial en los pacientes con diabetes para evitar las micro hematurias”, indica.