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Mujer pelirroja y con el pelo rizado tomándose una infusión en una taza rosa© Getty Images/Westend61

Remedios naturales

La planta que alivia los gases, mejora la digestión y evita la pesadez en verano, según esta farmacéutica

Una bebida infusionada de esta planta medicinal te ayudará a sentirte menos hinchada y evitará el malestar estomacal, nos cuenta una boticaria.


1 de agosto de 2025 - 9:55 CEST

Con la llegada del calor y los cambios en los hábitos de alimentación, es muy habitual notar el estómago más hinchado, sufrir gases o tener digestiones más lentas. En estos casos, hay remedios naturales que pueden ayudarte a sentirte mejor sin necesidad de recurrir a fármacos. Uno de ellos —quizá el más conocido y accesible— es la manzanilla.

Según explica Mar Santamaría, Responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma by DocMorris, “una de las plantas más conocidas para las molestias digestivas leves son las flores de manzanilla. ¿Quién no ha tomado alguna vez una infusión de manzanilla?”. Esta planta tiene propiedades eupépticas, es decir, apoya las digestiones cuando resultan pesadas, algo que puede ocurrir al comer en exceso o cuando cuesta digerir determinados alimentos. En esos casos, puede aparecer pesadez estomacal, eructos, malestar y distensión abdominal.

Los botones de manzanilla contienen sustancias fitoquímicas como flavonoides, ácidos fenólicos y bisabolol, que tienen acción carminativa (ayudan a reducir los gases), digestiva, antiinflamatoria, ligeramente antiespasmódica y relajante. Por eso, resulta especialmente útil cuando el malestar digestivo aparece tras comidas copiosas o en situaciones puntuales de malestar estomacal.

Infusiones antiinflamatorias para bajar el azúcar y mejorar la memoria© Redes sociales

Otras plantas que también ayudan al bienestar digestivo

Aunque la manzanilla es la más popular, no es la única con acción beneficiosa sobre el sistema digestivo. Mar Santamaría destaca otras plantas medicinales de uso tradicional que pueden ser útiles en función del tipo de molestia:

  • Melisa. De la misma familia que la menta, también contiene flavonoides y ácidos fenólicos, como el ácido rosmarínico. Es especialmente interesante en casos en los que las molestias estomacales están vinculadas a estados de estrés nervioso. Gracias a sus propiedades antiespasmódicas y antioxidantes, también contribuye a la expulsión de gases.
  • Alcaravea. Sus frutos contienen carvona y limoneno, y resultan muy útiles en casos de ardor de estómago leve. Además, ayudan a combatir las flatulencias, uno de los síntomas más molestos derivados de las digestiones lentas y pesadas. Técnicamente, a este problema se le llama meteorismo.
  • Anís verde. Su fruto se emplea tradicionalmente en trastornos digestivos con espasmos leves, y también es eficaz para la flatulencia. Eso sí, como veremos más adelante, debe utilizarse con precaución en determinados casos.
  • Jengibre. Más conocido como condimento culinario, el jengibre tiene un rizoma con propiedades antieméticas. Es decir, puede ayudar en caso de mareos o náuseas. Contiene una oleorresina rica en gingeroles, compuestos picantes que caracterizan su sabor y también su acción terapéutica.

¿Infusión, tintura, cápsula...? Cada formato, una potencia distinta

La forma en la que se utiliza cada planta (o una mezcla de ellas) determina la concentración de principios activos y, por tanto, su efecto. Una infusión preparada a partir de planta fresca o seca es un preparado más diluido y se considera un complemento alimenticio. “En este caso buscamos disfrutar de la infusión a nivel organoléptico, y, además, nos aporta un plus para las digestiones”, indica la experta. Su finalidad es proporcionar confort digestivo, no un efecto terapéutico intenso.

En cambio, existen preparados a base de plantas registrados como medicamentos. Aquí hablamos de extractos estandarizados en cuanto a composición química, al igual que sucede con los medicamentos sintéticos. Su finalidad es lograr un efecto terapéutico concreto, con dosis específicas, y siempre deben utilizarse según las indicaciones del prospecto.

infusiones cafe© Marine Layer

¿Durante cuánto tiempo pueden tomarse? ¿Y con qué frecuencia?

Tanto las infusiones como los suplementos o medicamentos de plantas digestivas suelen estar indicados para un uso puntual. Es decir, cuando hay un malestar digestivo leve, tras una comida pesada o en situaciones transitorias de disconfort.

No conviene abusar de ningún preparado a base de plantas. Si los síntomas duran demasiado, es imprescindible consultar con un profesional de la salud”, advierte Mar Santamaría. Además, recuerda que el momento del día en que se toma también influye: las infusiones, por ejemplo, es mejor tomarlas entre horas para no interferir en la digestión. En cambio, los medicamentos de plantas suelen tomarse antes o durante las comidas, siguiendo las pautas del prospecto.

¿Son seguras para todo el mundo?

En general, las plantas digestivas como la manzanilla, melisa o alcaravea son aptas para adultos y niños a partir de 12 años, aunque siempre hay que comprobarlo en el etiquetado o en el prospecto. Algunas formulaciones pueden ser aptas incluso para cólicos de lactantes, pero debe especificarse con claridad.

Ahora bien, como cualquier sustancia activa, también pueden tener contraindicaciones o interacciones con medicamentos. “Por eso es fundamental consultar con un profesional sanitario antes de utilizar cualquier planta, sobre todo en personas mayores, embarazadas o con medicación crónica”, recuerda la experta.

Un ejemplo claro es el anís verde, que contiene estragol y anetol. A dosis elevadas, estas sustancias pueden resultar tóxicas para el sistema nervioso y el hígado. Por tanto, se desaconseja su uso en niños pequeños, mujeres embarazadas y personas con patologías múltiples o medicación continua.

mujer cansada en la terraza de su casa, tomándose una infusión© Getty Images

¿Qué más puedes hacer si sufres gases o digestiones pesadas?

Más allá del uso puntual de plantas digestivas, Mar Santamaría recomienda revisar algunos hábitos que pueden estar dificultando el buen funcionamiento del sistema digestivo, especialmente en verano:

  • Evita alternar grandes banquetes con largos ayunos. Lo ideal es mantener las comidas equilibradas y bien repartidas durante el día.
  • Intenta reducir el consumo de alcohol, cafeína y alimentos picantes. Así como consultar en caso de notar efectos digestivos y estar tomando medicamentos antiinflamatorios (AINEs), ya que algunos medicamentos pueden afectar a nivel gastrointestinal 
  • Sigue un patrón alimentario mediterráneo, con abundantes frutas, verduras, proteínas de calidad y grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra.
  • Reduce o elimina las comidas copiosas y ricas en grasas (como frituras, escabeches o repostería industrial), sobre todo por la noche. Aumentan el malestar digestivo y dificultan el descanso.
  • Introduce alimentos fermentados como yogur, kéfir o kimchi: son fuente natural de probióticos que pueden contribuir a una digestión más eficiente.
  • Come despacio, mastica bien y evita tragar aire (aerofagia), una causa muy común de gases. “La digestión empieza en la boca”, recuerda la experta.
  • Consulta con tu dentista si notas sequedad bucal o problemas de masticación, ya que también influyen en la digestión.
  • Mantén un estilo de vida activo: el ejercicio físico favorece la motilidad intestinal y mejora problemas como el estreñimiento o la dispepsia.

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