¿Sabías que los frutos del bosque o frutos rojos ultracongelados pueden ser aún más saludables que los frescos? Los expertos desvelan por qué estos pequeños tesoros congelados justo después de la cosecha son un aliado increíble para tu salud intestinal… ¡y para tus helados caseros!
Los frutos del bosque ultracogelados tienen más propiedades
Según la nutricionista Blanca García-Orea Haro, especializada en salud intestinal, divulgadora con una gran comunidad en redes sociales (donde se da a conocer como Blancanutri), autora de varios bestsellers sobre nutrición y conocida por acercar la salud digestiva al gran público, "los frutos rojos ultracongelados tienen más beneficios que los que no son congelados".
"Se ha visto que los frutos rojos ultracongelados justo después de la recolección (no los que congelamos en casa) tienen mayores beneficios porque conservan mejor sus antioxidantes, como las antocianinas, que tienen un potente efecto antiinflamatorio porque crean cristales de hielo más pequeños que dañan menos las células de la fruta en comparación con una congelación lenta", explica la experta.
Además, según Blancanutri, "aun después de la congelación, siguen aportando polifenoles con acción prebiótica, el alimento de nuestras bacterias buenas y mejoran nuestra microbiota intestinal". Ahora bien, cuando compres frutos rojos ultracongelados hay algunas cosas que tienes que tener en cuenta:
- A la hora de comprarlos tienes que fijarte en que el único ingrediente de la bolsa sea el fruto rojo que estés buscando: por ejemplo, en una bolsa de fresas, que el ingrediente que figure en el etiquetado sean las fresas y nada más.
- Los frutos rojos congelados vienen lavados previamente, pero siempre se recomienda pasarlas por agua fría justo antes de su consumo o si es en caso de embarazo, limpiarlas con vinagre y agua o lejía alimentaria.
- Si además son frutos rojos ultracongelados ecológicos aún mejor, pero no se encuentran en supermercados comunes.
¿Vas a hacer helados en casa?
La mejor de las noticias que se desprenden del descubrimiento que Blanca García Orea ha hecho es que preparar helados caseros es más sencillo que nunca. Olvídate de comprar toneladas de frutos del bosque y de tener que esperar para que se congelen una vez los hayas lavado. Basta con comprar la bolsa adecuada, pasarlos por agua y ponerlos con plátano (si quieres un helado cremoso) o yogur (para uno más acuoso) en el robot de cocina. No es necesario que el plátano esté congelado si los frutos del bosque lo están.
Puedes bañar tus helados en una mezcla de chocolate negro (superior al 85% de cacao) y aceite de coco para hacerles una crujiente cobertura. Funde en el microondas los dos ingredientes, baña tus helados mantenlos 20 minutos más en el congelador. ¡El resultado es espectacular! Mucho mejor que muchos helados que puedas comprar. ¡Y con muchas más ventajas! ¿Sabes cuáles?
Helados caseros vs. helados comprados
La dietista- nutricionista Victoria Lozada, más conocida como nutritionisthenewblack, defensora de la alimentación intuitiva y ética y escritora con cuatro títulos publicados, nos cuenta que no debemos demonizar ninguna opción, ya se sabe que la virtud está en el equilibrio y que no pasa nada porque escojamos un helado industrial de cuando en cuando. Ahora bien, lo más "nice" según la experta, de los helados caseros es que podemos elegir exactamente qué ponerles. Para ella, lo ideal "es hacerlos con una base de lácteo, tipo yogur de vaca o vegetal, o leche, o bebidas vegetales + fruta + miel, dátiles, o agave para el dulce y chocolate, cacahuete, o algunos frutos secos si queremos agregar también algo de grasas y proteínas de calidad". Tardarás literalmente tres segundos en preparar tus helados y aún no eres consciente de lo mucho que los vas a disfrutar.