Los termómetros superan los 40 grados en muchas zonas de España estos días y eso dificulta tremendamente tu descanso. El calor y otros factores externos no solo impiden que duermas las horas necesarias, sino que, además, perjudican muchísimo la calidad del sueño. La buena noticia es que, como nos ha confirmado el doctor Álex Ferré Masó, médico experto en neurofisiología clínica y medicina del sueño, con más de 15 años de experiencia, "el sueño es acumulativo y la falta de sueño genera una deuda que se puede compensar".
Contrato de sueño
Según el experto, "si te privas de sueño tendrás más somnolencia". El mal descanso, nos cuenta, "tiene muchos riesgos asociados como la irascibilidad". Asegura que "necesitamos entre 3 y 10 días de dormir bien para recuperar un ritmo circadiano alterado", porque, de acuerdo con sus explicaciones, el sueño no son solo horas, es calidad y regularidad. Y esto último tiene que ver con las horas de luz y nuestro reloj interno. Además, el doctor asegura que "el sueño se regula a mes vista" y defiende que es necesario establecer un contrato claro.
Lo que hagas fuera de ese "contrato" genera disrupción y deuda de sueño, porque, como indica el experto, "el cuerpo no entiende que hagamos un horario de lunes a viernes y otro el fin de semana". Esa deuda se puede saldar, sí, pero si lo haces rascand horas fuera de las establecidas en tu contrato no lo vas a conseguir ni a la misma velocidad ni con la misma calidad. Para recuperarte al 100% tienes que volver a cumplir las cláusulas.
Además, ten en cuenta que no hay una regla de tres directamente proporcional (tanto pierdo, tanto recupero), si has perdido ocho y duermes ocho, quizá solo recuperes seis. "Si un día puntual haces una siesta de tres horas, el cuerpo se recuperará para la vigilia, pero no al 100% para el descanso nocturno", asegura.
El despertar es lo más importante
"A medida que modificamos la hora a la que nos acostamos y nos levantamos, vamos perdiendo presión del sueño", agrega. Para el médico, lo más importante es el despertar porque cada hora que pasa a lo largo del día vamos cargando horas de sueño. "Lo que hacemos durante el día nos prepara para el sueño de la noche", explica. "La presión del sueño se define, por lo tanto, como la carga de sueño que haces durante el día para llegar a la noche con la intensidad de sueño adecuada", añade.
El test del despertador
Para saber si ya has saldado tu deuda de sueño, tienes que hacerte el test del despertador. Cuando empieces a despertarte todos los días a la misma hora sin despertador, será señal de que todo se ha regulado de nuevo. Si a pesar de ser así, te levantas cansada, tienes que tener presente que hay otros factores que pueden estar afectando y que quizá tu sueño (aunque duermas siempre las mismas horas) no esté siendo suficientemente reparador. Habría que analizar otras posibles causas.
En definitiva, en verano todo lo que podemos hacer es buscar las condiciones ideales para descansar bien: cuidar lo que se llama la higiene del sueño. Si no lo conseguimos tendremos una deuda que saldar y para hacerlo solo podemos volver a asumir las cláusulas de nuestro contrato de sueño: me despierto a esta hora, me acuesto a esta otra y hago esta siesta o esta otra. Hay que tener presente que las siestas no pueden superar los 10-15 minutos y que cuando los superamos y agradecemos superarlos, queda claro que en la noche algo está fallando.
"El funcionamiento del cuerpo es sencillo, pero la sociedad no lo respeta", dice el doctor Ferré. "Hay que volver a las bases. Somos humanos y tenemos necesidades", recuerda. Y reflexiona: "Es llamativo que nos preocupe más cómo recuperarnos del cambio de hora que recuperarnos de la descompensación que hacemos cada fin de semana". Queremos empezar la casa por el tejado y, si no hay patologías, todo es más fácil de lo que parece.